𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓭𝓸𝓼𝓲𝓼. →NAMJIN← [Adapt.]

🐺Capítulo 16🐺

—I want it, I got it, I want it, I got it. I want it, It got it, I want it, I got it.

—SeokJin...

—You like my hair? Gee, thanks, just bought it.

—SeokJin, basta...

—I see it, I like it, I want it, I got it!

—¡QUE TE CALLES, JODER!— Grita el alfa harto, hastiado de escuchar a SeokJin cantar la misma canción durante una hora. Es de noche, ha tenido un largo día y lo único que desea es sentarse a leer frente al fuego. A sus pies, SeokJin estaba acostado boca abajo en la alfombra de piel, con una libreta y un lápiz. Según él, estaba haciendo retrato de Namjoon.

—¿Qué lees? Tus libros nunca tienen título.

—Me gustan así—Respondió seco sin siquiera mirarlo.

—Aún me sorprende que sepas leer, yo creía que te habían criado los osos.

Namjoon lo ignoró. Pensaba que si pasaba por alto a SeokJin este se aburriría aún más y lo dejaría en paz. Ja, cuanto se equivocaba.

SeokJin se movió hasta estar arrodillado frente a Namjoon y le mostró su libreta.

—Hice lindos dibujos de ti, míralos.

—No.

—Namjoon.

—No.

—¡Alfa!— Se quejó este con voz chillona. Desde que habían estado juntos en el celo de SeokJin éste se había vuelta aún más dependiente del alfa y el alfa mucho más celoso con él. Y eso significaban muchas más discusiones.

—Joder, que lata das—Gruñó, dejando de lado su libro y mirando la libreta de SeokJin.

—SeokJin...

—¿Si?

—Ese soy yo con cuerpo de lobo chupando una polla...

—¡Sí! Es muy divertido ¿Verdad? Me destaqué dibujando la polla—Soltó una risita inocente y cambió de hoja—. En este estás siendo follado por un oso—Cambió de página nuevamente —Y en este estás siendo rociado por el semen de una polla gigante y peluda.

Namjoon lo miraba con cara de culo y una ceja arqueada.

SeokJin no paraba de dar pequeñas carcajadas. Aún así, Namjoon prefirió ignorarlo y seguir con su lectura.

—¡Al menos dime qué lees!

Namjoon se apretó el puente de la nariz entre sus dedos y contó hasta diez. No podía patearle  el culo a SeokJin, bien, podía pero no quería lidiar con el llanto del omega después de eso.

—Es un poemario, SeokJin estoy leyendo un poemario.

SeokJin se colocó una mano en el pecho y sonrió. 

—¡Lees poesía! A ver, recita algo para mí—Pidió, colocando sus codos en las rodillas de Namjoon y su mentón sobre sus manos.

Namjoon rodó los ojos y chasqueó la lengua.

—¿Algo como qué?

—No sé... ¿Pablo Neruda? Me encanta su poesía.

—Cuántas veces, amor, te amé sin verte y tal vez sin recuerdo, sin reconocer tu mirada, sin mirarte, centaura, en regiones contrarias, en un mediodía quemante: eras sólo el aroma de los cereales que amo...

SeokJin deslizó sus manos hasta el miembro de Namjoon y lo acarició por sobre la tela interrumpiéndolo.

—¿Qué diablos haces?—Preguntó éste desconcertado.