🐺Capítulo 32🐺

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Estaba frente a él, mirándolo con esos ojos verdes y brillantes. Sus mejillas rosadas tenían hoyuelos iguales a los de su padre.
Ella era la viva imagen de Namjoon.

SeokJin se exaltó tanto que Jimin tuvo que sostenerlo, estaba teniendo un ataque de pánico.

—¿¡SeokJin qué te sucede!?

Los rostros de las personas de esa habitación se deformaron, todo le daba vueltas y sentía que no podía respirar. Su pecho se sentía presionado y sus pulmones ardían.

—¡SeokJin!


[...]

Comenzó a abrir los ojos poco a poco, lo que veía estaba algo borroso así que tuvo que pestañear y restregar sus ojos un par de veces hasta que pudo ver bien. La habitación en donde estaba era blanca, las ventanas que habían estaban cubiertas por cortinas así que no había nada de luz natural. Sólo la luz que provenía de la lámpara junto que su cama.

Al tratar de moverse notó que había una vía intravenosa conectada a su brazo y que sus manos y pies estaban atados a la cama.

¿Qué le había pasado?

—¿Qué? ¿Dónde estoy? ¡Jimin! ¡Abuela!—Comenzó a gritar y a desesperarse en un intento fallido de soltarse. Al darse cuenta de que era una pérdida de tiempo intentarlo, dejó de moverse y prefirió ponerse a pensar.

Lo último que recordaba es haberse desmayado frente a Jimin, Hye y... ¿Lucy?

Ni siquiera pudo detenerse a pensar en ello, porque la puerta de la habitación se abrió y para su sorpresa, era Jimin quien entró.

—Dios, Jimin ¿Qué mierda pasó y dónde estoy?

Su rubio amigo le sonrió, tomó una silla que estaba a un lado de la cama y la acomodó cerca para poder sentarse.

—Me alegra que despertaras.

—Sí, desperté ¿Pero puedes decirme dónde estoy y qué sucedió? La última vez que me desmaye fue por culpa de Namjoon—Se quejó y Jimin le miró confundido.

—¿Namjoon? ¿Quién es Namjoon?

SeokJin sintió que una piedra le cayó en el estómago.

—¿Cómo que quién es Namjoon?

Jimin siguió estando muy confundido.

—SeokJin, te escuché decir Namjoon un par de veces mientras dormías... pero aquí no existe un tal Namjoon.

¿Qué rayos estaba diciendo? SeokJin comenzaba a desesperarse y por la manera en la que Jimin le miraba le dieron ganas de llorar.

Sus ojos se fijaron en el techo y sin evitarlo, las lágrimas comenzaron a correr.

Y de la nada, escuchó que Jimin comenzaba a reír.

—¡Dios! Que dramático eres, te estoy jodiendo SeokJin—Soltó y comenzó a reírse descontroladamente. SeokJin lo maldijo casi gritándole y sintió la necesidad de tocarse el pecho para pasar el susto, pero olvidó que estaba atado.

—¡Eres el mayor imbécil del planeta! ¿Olvidas que me falta un tornillo? ¡Podría haber enloquecido!—Exclamó estando enojado. Jimin por fin estaba parando de reír y se limpió las lágrimas con el dorso de la mano.

—A ti no te falta un tornillo, te falta la ferretería entera... Además, no podía perder la oportunidad de jugarte una broma—Dijo con simpleza y SeokJin quiso golpearlo. Pero como por obvias razones no podía sólo suspiró y dejó caer su cabeza en la cama.

𝓢𝓸𝓫𝓻𝓮𝓭𝓸𝓼𝓲𝓼. →NAMJIN← [Adapt.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora