Capítulo 8 (Parte uno): Familia.
La vida está llena de coincidencias y situaciones bastante inesperadas.
Jamás te esperas lo que al otro día puede suceder, y eso es lo emocionante de la vida.
Los días nuevos, aventuras nuevas.
Eso era lo que mi abuela me decía cada vez que temía de un nuevo día.
— Cada día es una página nueva en tu libro interior. Tus experiencias son aventuras que narrarás a tus sucesores y esas experiencias les servirán a ellos para comenzar un libro nuevo. Una historia nueva.
Nunca entendí eso hasta ahora, luego de casi 7 años de haberla perdido.
Bueno, perderla completamente no. Siempre está en mi corazón.
— Cassandra, qué grande estás — volví a la realidad mientras mi abuela paterna me saludaba con un enorme abrazo. Se lo devolví con cariño. No era muy cercana a ella, pero la quería a pesar de ello.
— Solo tengo 21 años, abuela — le sonreí rompiendo el abrazo.
— A pesar que tengas 21, ya me pasaste de altura — contestó "indignada" cruzando sus brazos sobre su pecho — vaya que sacaste la altura de tu padre.
— Abuela, mi papá mide 1.80, yo apenas 1.65 — reí por ello. No era alta la verdad, aunque en Chile se consideraba algo promedio.
— Pero tu madre es un hobbit.
— La oí suegra — pasó mi mamá con una bandeja con comida "regañando" a mi abuela.
Volví a reír por cómo se llevaban todos. Éramos una familia extraña, pero unida, y eso era una bendición.
Nos encontrábamos en Noruega, el padre de mi madre - o sea mi abuelo - se había enfermado con una gripe que temíamos que pasara a ser una neumonía. Gracias a Dios no fue así y su cuerpo ha podido combatir de forma positiva.
Nuestra familia es un poco rara con respecto a las nacionalidades. Mi padre es Español, mi mamá es Chilena junto con mi abuela paterna y materna; y mi abuelo materno es Noruego.
Por eso mismo estábamos aquí.
Según lo que me contó mi abuela ellos se conocieron en el colegio. Mi abuelo vino a estudiar a Chile y se conocieron ahí, tiempo después él volvió a Noruega y estuvieron bastante tiempo comunicándose solo a través de cartas.
Tras años de esfuerzo de mi abuela logró llegar a Noruega, casarse y vivir definitivamente con él.
Un año después tuvieron a mi madre quien creció feliz y con ayuda de mis abuelos logró ganarse una beca para estudiar en Chile Ingeniería en Informática.
Mi madre actualmente tiene su título y trabaja en una prestigiosa empresa de Telecomunicaciones siendo programadora, creando software, bases de datos y otras cosas.
Admito que he aprendido lo básico de la programación como hobbie, es interesante pero sinceramente prefiero la Medicina.
— ¿Cómo van tus estudios Cass? — preguntó mi abuelo tras toser levemente.
Ahora nos encontrábamos todos comiendo en la mesa y al parecer mi abuelo notó que estaba metida en mis pensamientos.
Miré mi comida notando que sí estaba comiendo pero de forma inconsciente.
Debo centrarme.
— Bien abuelo, ya voy a mitad del tercer año — sonreí con orgullo — ha sido un trabajo duro, pero vale la pena.
— ¿Y tu trabajo? — preguntó esta vez mi abuela dando un bocado a su comida — todavía sigues como ayudante en la Veterinaria ¿no? — asentí.
— Sí, llevo más de un año ahí y al parecer no quieren echarme — bromeé — me gusta mucho y siento que me sirve para aprender más mientras me preparo en la Universidad.
— Se ve que será una gran Veterinaria — comentó mi padre con orgullo — ama a los animales y se siente cómoda en todo ese mundo.
— ¿Cuánto te queda aún? — preguntó mi abuelo.
— Hmm — pensé un momento recordando — como cuatro años, pero en este semestre que comenzará dentro de poco estoy postulando para una beca de intercambio.
— ¿Algún país en específico? — preguntó mi abuela interesada.
— No, dejaré que la Universidad me guíe a donde sea conveniente. Si me saco la beca estaré dando una pequeña practica en sí en la Universidad donde vaya, también conseguiría nuevamente un trabajo para residir durante el año que dura ese intercambio. Será una gran experiencia y sé que sufriré un cambio bien brusco, pero quiero lanzarme.
— Estamos orgullosos de ti, y sabes que te apoyamos completamente — afirmó mi abuelo, mi abuela asintió coincidiendo con él y le tomó su mano donde se podían ver ambos anillos de matrimonio.
Qué lindos son.
— Nosotros también hija — esta vez habló mi madre — cualquier cosa que necesites sabes que cuentas con nosotros.
— Gracias, se los agradezco completamente — les agradecí honestamente a todos — pero, ya saben que he juntado mi dinero y quiero empezar por mi cuenta. Salir adelante con esfuerzo y perseverancia.
— Respetamos eso, pero te lo repetimos, sabes que cuentas con nosotros.
— Así como ustedes cuentan conmigo.
Luego de eso cambiamos de tema a otras conversaciones.
Tras terminar la comida ayudé a mi padre a limpiar los platos sucios y luego decidí salir por un rato a caminar.
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Iniciemos la Partida (ELRUBIUS )
FanficUna noche normal, Rubén jugaba en su PC. Entra a una partida sin saber qué sucedería.