En la vida es una obligación aprender a amar de igual manera, a aquello que está y a aquello que se va, a aquello que nos da y a aquello que nos quita, a quello que nos ama y a aquello que nos odia, a quello que nos habla y a quello que nos ignora, a quello que nos comforta y a quello que nos da desolación, porque si sólo amaramos lo amado, lo extraordinario sería simplemente ordinario