Aquellos que tocan un instrumento, saben que el arte no es una cosa de impulso, si no de pasión, reflexión, práctica y persistencia, se reconoce entonces, que el cuerpo reacciona como lo hace un instrumento, que no se deja descubrir a profundidad, si aquellos que intentan adentrarse en él no muestran el interés adecuado para tal mérito