Estaba solo nuevamente en aquella zona de nada. Frente a él había una larga fila de Black Rocks que brillaban con fuerza. Se sentía fuertemente conectado a ellas y corrió con la intención de llegar al final del camino, pero a pesar de sentir que avanzaba por horas, horas y horas, nunca llegaba a un término.
—¡Bien hecho, Armin! —exclamó esa voz nuevamente acompañada de una serie de ecos—. ¡Por fin comenzaste a seguirlas! ¡Ahora no pares!
Aumentó la velocidad de sus pasos tras oír aquellas palabras. Estaba tan cerca y tan lejos de todo lo que ha deseado... Pero lamentablemente aquel camino parecía no tener fin. ¿Qué pasa si efectivamente no lo tenía?
—¡No te rindas! ¡Sigue las rocas!
-•-•-
Abrió los ojos abruptamente y suspiró. Incluso cuando ya había comenzado a seguir el camino que las Black Rocks le formaron, ese sueño no paraba de aparecer. Ya se cumplían cuatro días de viaje y todas esas noches soñó con lo mismo. Ha hecho caso a la voz en su cabeza y continúa por el camino que las rocas marcan, pero varias veces ha estado tentado con regresar. Nunca antes había estado tan solo y le afectaba de sobremanera. En esos momentos pensaba en su tía Willow... ¿Cómo estará ella? La extrañaba mucho, después de todo fue la única persona con la cual ha tenido contacto real durante todos sus años de existencia. Pero aunque la extrañara no debía ser débil. ¿Qué pasaría si Willow lo encontrara y esos cuatro días hayan sido en vano? No podía permitir eso.
—Debo seguir avanzando...
Luego de guardar la manta que usó para no pasar frío dentro de su mochila, sacó de la misma dos manzanas y retomó su viaje a paso veloz. Él siempre quiso hacer algo así, salir al exterior y tener grandes aventuras, pero en esos cuatro días no ha encontrado nada interesante. Quería de una vez salir de la rutina del bosque y llegar al menos a una aldea en la cual obtener municiones y conocer nuevas personas.
Pero nada aún, todo lo que veía eran árboles, árboles y más árboles.
Luego de varias horas de solo caminar, comenzaba a cansarse. El sendero de rocas era largo y no había indicio alguno de que estuviera pronto a terminarse. Se estaba quedando sin agua y no se veía ningún río cerca para hacer una recarga. Por un instante se vio tan desesperado que no pudo evitar sentarse y abrazar sus rodillas para calmar su angustia.
Deseaba tener a su tía a su lado para abrazarla y pedirle que le hablara de alguno de sus viajes hasta que cayera dormido. Willow siempre tuvo talento para contar de forma emocionante sus aventuras alrededor del mundo y era algo que al pequeño le encantaba. Ella fue quien lo motivó a querer ver el desconocido exterior, pero también fue quien le prohibió seguir sus mismos pasos queriendo protegerlo. Armin siempre se ha sentido culpable en ese sentido... Willow parecía ser una mujer aventurera hasta que él llegó a su vida. Era inútil negar que Armin ha provocado que su tía abuela se volviera amargada y sobreprotectora, muy diferente a la que ella planteaba ser en las historias.
Pensar en eso en esos momentos no le sentaba demasiado bien.
De repente un sonido llamó la atención del chico, haciendo que levantara la cabeza y observara el alrededor. No se veía nada cerca, pero su curiosidad fue más grande y se levantó para seguir el sonido, el cual se hacía cada vez más fuerte y claro a medida que avanzaba.
Era un tintineo.
Miraba hacia atrás de vez en cuando para fijarse cuánto se estaba alejando del camino de rocas y así no perderse. Al volver a ver hacia adelante vio el origen del ruido. Era una caravana grande y bastante elegante a los ojos de Armin, pero lo adornaba un sol con rostro que le daba algo de miedo.
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Sendero de reunión [En hiatus]
AdventureEl pequeño Armin, hijo de Varian y Rapunzel, desconoce quiénes son sus padres. Un día encuentra unas rocas negras que lo conducirán hacia la verdad que tanto anhela saber, pero las cosas que deberá enfrentar hasta llegar al final del sendero no será...