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—Oh no te asustes hija, seguro te olvidaste, pero tú nos devolviste la piedra.—Corroboró Spink.

—Y nos diste un extraño abrazo.—Agregó Forcible.

Coraline se quedó tentada, mantenía la mirada fija en la piedra. Spink y Forcible se miraron curiosas.

—Bueno Caroline, creó que sería mejor que tú la lleves. Ya sabés, para las cosas malas.—Exclamó Spink.

—Otra vez...April ¡Para cosas pérdidas!.—La regañó Forcible.

—En realidad sirve para ambas cosas...—Coraline las miró algo molesta, cosa que nunca se atrevía a hacer frente a ellas—. Si me disculpan, me tengo que ir.—Tomó la piedra.

—Oh, está bien querida... ¡Pero recuerda, mantente alejada de todo lo verde!.—Le advirtió Spink a la niña.

—A excepción de la piedra, claro.—Añadió Forcible frustrada.

[6/** -- 13:20 PM -- Pink Palace Garden]

Coraline se encontraba jugando con la tierra, algo triste por saber que el mundo se le venía abajo. El gato se le acercó.

—¿Por qué tan triste?.—Preguntó el felino curioso.

—No te interesa...—La niña jadeó y miró al gato—.¿Haz vuelto a hablar, sabías?.

El gato sonreía de oreja a oreja mientras reía burlonamente de la pregunta tonta de Coraline.

—Que suerte tengo de contar con una compañera de vida tan sabía e inteligente...—Comentó sarcástico.

Coraline perdió el interés y le arrojó tierra al pelaje, se notaba malhumorada. Era ovbio con una amistad tan engreída y arrogante como la del gato.

—Hey, ten cuidado me cuesta mantenerlo limpio y brillante...—Se sacudió sacándose la tierra del cuerpo.

La niña no se inmutó en mirarlo solo a darle la espalda para hacerle entender que no lo quería cerca, pero el gato era más curioso de lo que pensaba.

—¿Que te pasa? ¿Que te lastimó ahora?.—Al hacer esa pregunta estaba poniendo a prueba la sensibilidad de la joven.

—Estoy asustada, y nada me lastimó, GRACIAS.—Coraline tomó una piedrita y se la arrojó en las patas.

—¿Asustada por que?.—El animalito saltó, esquivando la diminuta piedra.

—...

—Hm...¡Oh ya sé! ¿Por La Otra Madre?.—El gato ladeó la cabeza sonriente.

—Si...—La niña abrió los ojos como platos y le dirigió la mirada—, ¿Cómo sabes de eso?.

—Oh Coraline, yo lo sé todo... Además, estoy en todos lados...—El minino salto hacia los tulipanes, desapareciendo su rastro entre ellos.

—Ah?.—Coraline fue hacia las flores sin poner un pie en ellas, solo miraba curiosa.

La niña al no verlo se encogió de hombros y se retiró del jardín. Un maullido la obligó a voltear cuando estaba apuntó de entrar al apartamento.

—...No soy un gato normal como te habrás dado cuenta—El gato sostenía algo en la boca, era un tulipán, el más lindo de todos los qué había allí—. Tienes suerte de toparte conmigo.

—Gracias...—Se acercó a él y le extendió la mano, recibiendo la flor.

—Alguna vez te has preguntado...¿Cuando vas al jardín, que flores agarrás?.—El gato la miró fulminante.

—Las más lindas,¿Por que?.—Respondió Coraline intrigada.

—Lo suponía, tiene sentido que Ella te escogiera...—

—¿Hablas de La Beldam, no?.—Dudó Coraline.

—¿De quién más te parece?—El gato movió sus bigotes, se levantó y meneó su cola coquetamente—. Ella no es tonta, te escogió a tí por que superas a todos los otros...

—No entiendo porque me prefiere a mi.

—¡Ha!—El gato elevó una ceja y se subió al árbol caído que lo dirigía al techo—, ¿Que no es ovbio? Tú eres el ejemplo de la hija perfecta qué ha estado buscando durante años.

—Ni mi propia madre pensaría así de mí...—Coraline se cruzó de brazos—, ¿Por que ella si?.

—No lo sé—Dijo pensativo—Quizas le gusta como actúas; clara al momento de decir las cosas, obediente, tierna, curiosa y un poco... carnosa.—El gato elevó el tono de voz al final.

—¿Carnosa?.—Dudó Coraline.

—Uh huh—El gato saltaba de rama en rama hasta llegar al techo, mientras continuaba la charla—, Pero tal vez me este equivocando... tal vez en verdad te ama y no te quiere como un delicioso estofado.—Aseguró, tratando de tranquilizar el ambiente.

—Para ser sincera, das más miedo que ella... no me hagas querer matarte igual que a las ratas.—Le advirtió Coraline al gato.

—Oh no te preocupes, yo soy de confianza, no suelo comer niños.—El gato soltó una extraña risa que dejó pensando a la niña, luego de eso se fué por otro lado sin dejar pista.

«Retorcido» Pensó Coraline al verlo retirarse, luego entro al apartamento en busca de su madre.

—Mamá, ya volví y no me ensucie está vez—Gritó a todo pulmón, su voz era un chillido, podía oírse en toda la casa, pero curiosamente nadie respondió—¿Madre?.

La niña camino por el vestíbulo, esperaba toparse con su madre en alguna de las habitaciones.
Coraline estaba comenzando a enfadarse, no quería detenerse a pensar, pero cuando lo iso: Unas manos la atraparon y apretaron su pequeño cuerpecito, la niña era tan miedosa que no pudo impedir sus gritos.

—¡Mami!¡Ayuda!.—La niña se retorcía cual lombriz en anzuelo, la risa chistosa de un hombre se burlaba de sus acciones.

—La niña se retorcía cual lombriz en anzuelo, la risa chistosa de un hombre se burlaba de sus acciones

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Coraline 2: La Hija Perfecta. [Cancelado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora