Lo admito, cuando vi las bolsas que íbamos a descargar me asusté un poco. Ese día había un sol abrasador, en verdad creí que me asaría. Matt estaba a mi lado mientras nos enfilaban, y esperábamosa que llegaran los del ala oeste.
-¿Asustado? - le dije a Matt
- Sí. Hay un grupo en especial, que traen algo contra mí, la ultima vez quedé con un ojo morado; nada muy grave - añadió al ver mi expresión preocupada
- ¿Qué les hiciste? - frunció la boca en un intento fallido por contener una sonrisa.
- Digamos que descubrí que no les gusta cantar mientras descargan.
- ¿Cantaste? - pregunté con mi mandíbula rozando el piso
- Siempre canto, y lo hago hermoso, ¿no es cierto, grandulón? - le preguntó al mismo guardia que nos había apurado (al que siempre molestaba) que por toda respuesta emitió un gruñido - sé que en el fondo me amas, hermano - y le hizo una señal golpeandose con la mano hecha un puño el pecho dos veces y luego lo apuntó, me hizo sonreír.
- Acabas con mi paciencia, 294
-Pues eres dichoso entonces, porque te ha sido otorgada una paciencia inigualable a comparación al resto de tus compañeros mandriles, aquí presentes - un guardia que estaba cerca lo escuchó y asestó un puñetazo a Matt, pero antes de que siquiera lo viera venir lo jalé hacia atrás y no lo alcanzó.
- Basta - dije, y me interpuse entre Matt y el guardia, que se habían vueltlo a acercar, y prácticamente quedé aplastada con Matt detrás y el otro delante.
- Basta - repetí, ante la mirada curiosa de muchos gurdias, y Matt tenía razón: no hacían nada. Intenté apartar al guardia poniendo ambas manos en su pecho y empujándolo.
Me di cuenta de la situación justo después de que él sonriera socarronamente.
Estábamos muy cera y yo tocaba su pecho, pero cuando el puso una mano en mi cintura lo miré. No ocultaba la diversión en su rostro, con la certeza de lo que pasaría. Pero no. Conmigo no.
Sé que mis ojos reflejaron mi rabia contenida, papá siempre me decía que con mi mirada podría intimidar a un lobo. No aparté la vista de la suya, invitándolo, retándolo a mover su mano un centímetro más.
- Emily - me llamó Matt, que ahora estaba a un lado. Pero no, no me intentaría soltar. Esto era más que un enfrentamiento casual. Era una demostración. Una declaración de que conmigo no jugaría, de que yo no sería uno de sus juguetes. De nadie.
Sus ojos fueron perdiendo convicción a medida que los míos se la robaban, me vio como era realmente, y no como toda mi vida fingí ser. Había pasado inadvertida, bajado la cabeza, pero sólo por ese momento me permití reblearme y demostrar que no soy débil. Su agarre comenzó a flaquear, y luego me soltó y se apartó sutilmente de mí, solo un momento antes de que alguien nos apartara.
- Basta ya, Roy - dijo, pero me miraba a mí. - Ya vienen los del ala oeste.
Aparté mi mirada y volví junto a Matt, teniendo que actuar tranquila de nuevo. Sentí su mirada en mi, pero no lo voltee a ver, y mantuve la vista fija en donde entrarían los del ala oeste.
Las primeras personas a las que vi fueron guardias. Tenían otro color de uniforme y venían armados hasta los dientes, no eran como estos, ellos tenían una mirada completamente estoica, indescifrable. Ellos no posaban la mirada en nadie, miraban al frente, en un estado de constante alerta.
Venìan 3 filas al frente de 5 guardias, y también a los lados venían. Luego pude ver a los presos. Punto y aparte. No todos venían tatuados, no todos fortachones, pero los rodeaba una especie de aura de maldad, si se puede llamar así, que ponía los nervios de punta.
Matt me pasó un brazo por los hombros y admito que me sentí mas protegida, pero luego recordé que esto no era como los guardias o los presos con los que convivía; estos hombres estaban aquí por lo peor de la mafia. Así que como pude me erguí y los miré de frente. Dicen que un lobo no te ataca si ven que no les tienes miedo, ¿aplicará ahora?
Cuando llegaron, todos los demás guardias hicieron una formación alrededor de nosotros, y ni siquiera Marcus se les acercó, ni les habló con esa petulancia tan característica de él.- Uy ruiseñor, ya tienes novia - dijo uno en cuanto llegó junto a Matt y le pasó un brazo por los hombros zarandeándolo.
- Y vaya preciosura - exclamó otro, mirándome de arriba a abajo, pero no lo volteé a ver.
- ¿Qué pasa? ¿Te asustó tanto su cara que ya no hablas? - dijo, y me tomó de la barbilla; pero solo hice un movimiento sutil para que me soltara, cosa que los hizo reír.
- ¡Sí está viva! ¿Qué hiciste para terminar aquí?
- No tiene importancia - susurré
- Aww qué tal. Es una angelita.
- Ya déjenla - intervino Matt. Corrigo, arruinó Matt. Ruedo de ojos interno.
- ¿Qué pasa ruiseñor? ¿Te molesta que juguemos con tu novia, celoso? En ese caso, ¿qué pasaría si me la llevara a los baños? He oído que el cubículo 5 es más amplio. - dijo, y me jaló junto a él, que me aterrorizó y me dio arcadas por igual.
- Emily - dijo Matt intentando llegar a mí, pero los demás lo agarraron, al mismo tiempo de que empezaban a dar la orden de empezar a descargar las cajas a todos
- Entonces primor, ¿qué dices, nos vamos? - Demonios
Matt en multimedia!! gracias por dejar tu voto y tu comentario!! <3 ;)
![](https://img.wattpad.com/cover/21589494-288-k444637.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Justicia Injusta
Teen FictionMis padres "murieron" cuando yo tenía 11 años, cuando era demasiado inocente para darme cuenta de que ELLOS los mataron: el Gobierno. Ahora estoy aquí, a los 16, en este asco de orfanato, a tan solo 2 años de independizarme, de ser libre, cuando una...