El encuentro

83 8 1
                                        

Al día siguiente íbamos caminando por el pasillo, al parecer ayer todo había salido 'bien' así que nos llevaban a una especie de patio, o algo así entendí, al menos. No puedo menospreciar el hecho de que estaba terriblemente ansiosa, todo estaba muy calmado, y eso me ponía los nervios de punta, en realidad, todos a mi alrededor parecían zombies, con miradas perdidas al frente, y me pregunté cuánto tiempo llevarían aquí. Nos guiaban por una serie de pasillos, al igual que ayer, pero se empezaron a escuchar jaleos de la parte de atrás, temí que fuera otro preso resistiéndose, me asustaba el tener que volver a pisar sangre, ver otro cadáver. Súbitamente, alguien me empujó y caí al piso. De boca.

- ¡Uy, lo siento! - sentí unas manos en mi brazo que me ayudaron a pararme - ¿Estás bien? - miré a quien me había tacleado, un chico de unos 19 años, de cabello castaño claro y ojos negros.

-Supongo, dos piernas, dos brazos; al menos estoy completa. - el chico se me quedó viendo a los ojos, lo cual me incomodó, aunque, tengo que admitirlo, tiene unos ojos hermosos. - qué? - me atreví a preguntar después de un momento

-No eres robot - me contestó, aunque aquella respuesta me desconcertó, quería avanzar, pues notaba que la cantidad de presos detrás de mí iba disminuyendo considerablemente, y no quería quedarme hasta atrás junto a los guardias.

- ¿Perdón? - me iba a responder, pero la voz estridente de un guardia lo sobresaltó

- A la próxima, 294, te lincho... y si no quieres que lo haga ahora mismo, avancen. - empecé a caminar, sintiendo la mirada del guardia perforándome la espalda.

- No te alejes mucho de mi, ¿de acuerdo? Quiero hablar contigo - a pesar de haber conocido recién a éste chico, había algo en su voz que me instaba a confiar en él,  supe que decía esto por el guardia, y siendo sincera, no me moría de ganas de quedarme a solas con él (que por cierto seguía sin quitarme la mirada de encima) así que lo seguí.

Llegamos a una especie de patio. Si a esa plancha deprimente de cemento se le podía llamar patio, claro. Entonces todos los presos se dispersaron, algunos se sentaron en unos bultos irregulares que hacían la función de bancas, otros (todos los que parecían matones, de hecho) se pusieron a hacer "ejercicio" lagartijas, sentadillas, y cosas así, más que para hacer ejercicio, creo que era para presumir su esteroidesca musculatura. Los guardias, por su parte, se posicionaron 3 custodiando la puerta, y muchísimos otros en el perímetro del lugar, únicamente había un par de arbustos un tanto altos, lo demás era gris. Y pense, no sin faltar la ironia, que todos aqui eramos exactamente iguales: grises, despues de todo, eso era lo que querian ellos, y lo estaba permitiendo... lo siento papá...

------------------

holi :3 lamento la tardanza de verdad, aqui esta el capitulo un poco corto lo sé, pero me faltó inspiracion, trataré de seguir haciendolos largos, voten y comenten, me fascina :D y los adoro y los amo :3

-

Justicia InjustaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora