6. El juego perdido y los espíritus de Carmen.

73 6 1
                                    

Ya había entrado a esta casa cuando el señor Hart me entrevistó, pero aún así no dejaba de sorprenderme su tamaño y decoración, todo era minimalista y pulcro, no parecía que vivían niños aquí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya había entrado a esta casa cuando el señor Hart me entrevistó, pero aún así no dejaba de sorprenderme su tamaño y decoración, todo era minimalista y pulcro, no parecía que vivían niños aquí. Mi casa aún no se recuperaba de los rayones que hacíamos Chad y yo cuando eramos pequeños.

-¿Niños?- Se oyó una voz femenina que venía desde, lo que suponía, era la cocina.

-¡Carmen!- Chillaron los más pequeños y corrieron hacia allí.

-Venimos con una sorpresa- Dice Ester mientras entramos- Carmen, ella es América- Carmen era una mujer de alrededor de sesenta años, bajita, de cabello castaño teñido por algunas canas blancas.

-Hola, un gusto- Digo dándole la mano, ella me sonríe en respuesta.

-Por fin algo de ayuda en esta casa- Dice divertida pero con cierto alivio real.

-¡Oye!- Suelta Ester en broma.

-Además de nosotras dos- Agrega Carmen sonriendo.

Mi móvil suena en mi bolsillo trasero, dejo a las dos señoras hablando y me aparto un poco para ver quien es. Grandioso, el hater de los Beatles, ¿es que no entiende las indirectas? no le he contestado ninguno de sus mensajes, ni siquiera sabía porque aún tenía la app descargada en mi móvil. Si no entendía las indirectas sería mejor que fuera directa y concisa con él. Iba a contestarle cuando la aplicación se cerró y comenzó a actualizarse.

Genial, ahora ocupaba más espacio en mi móvil. Tengo que recordarme borrarla apenas llegue a casa.

Guardé mi móvil nuevamente y volví a la cocina, Shawn había desaparecido, Mason volvía a ver su móvil, Sky le hacía trenzas en el cabello a Ester y Zack dibujaba al lado de Carmen. Me acerqué a Mason y me senté a su lado.

-Pensé que había logrado quitarte el móvil por hoy- Él levanta la mirada solo un segundo antes de volver a bajarla.

-Todos nos equivocamos a veces- Río sin poder evitarlo.

-Mira, si puedes estar veinticuatro horas sin el móvil te doy mi figura de acción de Serah- Él ahora si deja lo que está haciendo en el móvil y me mira interesado.

-¿Y si pierdo?- Arquea su ceja.

-Entonces cada vez que estés conmigo no podrás usar el móvil- Respondo cruzándome de brazos.

-¿Por cuanto tiempo?

-Tres semanas.

-Hecho- Me da la mano cual mini empresario y sonríe- Estas acabada.

-De cualquier manera no tendrás el móvil- Sonrío- Ahora dámelo, cuando me vaya tendré testigos para saber si cumpliste- Agrego señalando a sus hermanos y a Carmen.

-Bien, ten- Me lo da de mala gana, pero me lo da, que es lo que importa.

-Ahora, ¿qué quieres hacer? tengo que quedarme hasta medianoche y no quiero aburrirme- Le digo guardando su móvil en mi bolsillo.

CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora