7. ¿Empezamos de cero?

45 9 0
                                    

La luz se encendió y vi a una torre humana frente a mi, sin duda pasaba con creces el metro ochenta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La luz se encendió y vi a una torre humana frente a mi, sin duda pasaba con creces el metro ochenta. 

-Lo siento, soy nueva, el señor Hart me contra...- Entonces levante la mirada. Yo conocía a este chico, no sabía de donde, pero lo conocía. Esos ojos cafés me observaron de pies a cabeza, entonces sonrió.

-¿Tú?- Pregunta con cierta diversión en su rostro.

Antes de que pudiera decir algo respecto a eso, escuche la voz de Jess acercándose por el pasillo. Supe que era mi fin antes de que entrase en la habitación.

-¿Mare?- Se para al lado de su hermano y me observa confundido. El hecho de que Jess ya era de por si alto, pero al lado de su hermano parecía más pequeño, hizo que me sintiera como un pequeño elfo a pesar de que realmente no lo era, mi altura era promedio.

-Hola Jess- Doy un paso atrás alejándome un poco de tanta novedad.

-¿Qué haces en mi casa?- Pregunta al ver que no digo nada más, su hermano arquea su ceja aún sin apartar su mirada de mi.

-Soy la nueva niñera de tus hermanos- Respondo dándole una mala mirada a la torre frente a mi.

-Suerte con eso- Dice la torre antes de pasar por mi lado para ir a su armario- No es que me moleste pero ¿qué hacías en nuestra habitación?- Me giré hacia Jess.

-Estoy buscando la habitación de Mason, esta casa tiene muchas puertas y pocos carteles- Repongo cruzándome de brazos.

-Tián acompáñala que yo tengo que bajar ahora, están esperándome abajo- Jess me mira una última vez- Lo siento Mare, si es un idiota díselo.

-Lo haré- Respondo enseguida, haciendo que ría antes de irse.

Me giro hacia Tián que sonríe, agarra algo de ropa y caminar hacia mi.

-Ven, yo te llevo- No dije nada, solo lo seguí por el pasillo, doblamos hacia otro lugar llenos de puertas pero a diferencia del pasillo anterior estas si tenían distintivos.

La primera puerta a la derecha estaba llena de stickers y en el medio había tenía una M pintada de negro. La puerta de al lado era rosa, tenía escrito Sky con una letra hermosa y arriba del nombre había una corona de juguete pegada a la madera. El hecho de que sean tantos hermanos y todos tengan una habitación propia, me recordó que el dinero no era ni de cerca un problema para ellos. 

-Creo que no empezamos muy bien que digamos- Tián se giró hacia mi- Si vas a trabajar aquí será mejor que nos llevemos bien- Fija sus ojos en mi y me tiende su mano- ¿Empezamos de cero?- Miré dubitativa hacia su mano extendida.

No podía decir que no a eso, de ahora en más lo vería todos los días, no puedo hacer como que no existe.

-Claro- Le doy la mano y sonríe.

-Por cierto, siento lo que dije de tu novia- Parecía decirlo en serio.

-Ex- Le recuerdo- No pasa nada, solo ella se puede hacer cargo de las historias que cuenta- Repongo encogiéndome de hombros- Iré a buscar a Mason- Agrego caminando hacia su puerta, él sonríe y vuelve a su camino.

Toco la puerta llena de stickers, Mason abre enseguida y se cruza de brazos.

-¿Dónde está mi viejo móvil?- Reclama.

-Carmen lo guardó cuando estábamos, tenemos un trato- Le recuerdo.

-Pero...

-Si quieres la figura aguanta- Sonrío- Y ven conmigo, que hay que ordenar y ayudar a Carmen en la cocina- Me hago a un lado y el sale de la habitación.

-No cocino con Carmen desde que tengo como tres años- Suelta mientras bajamos las escaleras.

-Con más razón necesita nuestra ayuda, hace mucho que tiene que hacer todo sola- Él se encoje de hombros y asiente caminando hacia la cocina.

Yo desvío mi camino hacia la sala, donde ya está todo ordenado. Shawn está sentado en el sofá mirando su móvil fijamente, se me hizo raro, él, a diferencia de su hermano menor, no había agarrado su móvil en todo el día más que para poner música.

-Hicieron un gran trabajo- Digo sentándome a su lado, él levanta la mirada y me da una media sonrisa.

-Nunca pensé que iba ver a Sky ordenando algo que no sean sus muñecas- Río y ahora sí sonríe conmigo, y guarda su móvil en el bolsillo.

-¿Va todo bien?- No contesta- No me conoces de nada pero puedes contarme, me vas a ver seguido de ahora en más- Lo codeo.

-No es nada- Lo miro sabiendo que es mentira- De verdad, no es importante.

-Esta bien, si no quieres hablar lo entiendo- Me levanto y estiro las manos hacia él- Pero no voy a dejarte aquí solo y aburrido, vas a venir conmigo a ayudar a Carmen- Shawn toma mi mano sonriendo y se levanta- Así me gusta- Digo llevándolo a la cocina.

Mason, Sky y Zack ya están ahí, aunque más que ayudando están comiendo todo lo que encuentran, mientras que Carmen va de olla en olla preparando la comida. Ruedo los ojos y me acerco a la mesada.

-¿Qué clase de ayuda es esta?- Carmen se gira y sonríe.

-La ayuda de todas las noches, arrasan con todo lo que encuentran antes de la comida- Me acerco a ella, esta revolviendo dos cosas a la vez que mira el reloj para sacar lo que sea que tenga en el horno.

-Que ayuda de mierda- Digo poniéndome a su lado, ella lanza una carcajada y vuelve a mirar el reloj- Ve a ver el horno, yo revuelvo esto.

-Oh gracias linda- Dice antes de correr hacia allí.

-Bien, Shawn ven conmigo a revolver la otra olla- Él se pone a mi lado y revuelve la salsa en la olla que está más alejada- Mason tú ve agarrando los platos, intenta no romper ninguno, seguramente valgan más que mi casa- Miro hacia los pequeños- Zack, Sky, ustedes vayan llevando las servilletas a la mesa ¿si?- Ambos asienten- ¿Necesitas ayuda en algo más Carmen?

-No, gracias América.

-Mare- Sonrío.

-Mare- Sonríe ella, a continuación saca del horno el pollo más grande que vi en mi vida, mierda.

Hace siete años que no como carne, ahora, ya por el paso del tiempo, cada vez que paso frente a una carnicería se me revuelve el estómago, olvidé decirle a Carmen que era vegetariana. Mierda.

-¿Te encuentras bien?- Shawn me analiza con la mirada intentando entender porque ahora estoy pálida.

Odio ser quejosa, mi madre me educó con el pensamiento de: si te invitan a comer a la casa de alguien te comes lo que te den, no importa si es arroz o caviar. Nunca solía tener problema con eso, pero ahora estamos hablando de que tengo que comer carne, eso es otro nivel, no es capricho, pero aún así odiaba la idea de tener que decírselo a Carmen, había trabajado tan duro...

-¿Mare?- Vuelvo en mi, Shawn sigue observándome, ahora más preocupado que antes- ¿Que pasó?

-Nada, solo...- Volví a mirar el pollo, no se podía estar más muerto que eso, incluso estaba rostizado.

-Ya está todo, ¡a comer!- Dice Carmen apagando nuestras ollas.

Va a ser una larga cena.

CrushDonde viven las historias. Descúbrelo ahora