Donde MinSeok es un lindo chico con problemas de sobrepeso, pero eso no es problema para su enamorado.
✨Chenmin.
✨amor.
✨Fluff.
✨capítulos cortos.
✨Te amo, me amas y eso es mas que suficiente.
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⚠️No se aceptan...
Las cosas habían vuelto a la normalidad, MinSeok regreso al instituto junto con sus amigos y ahora, novio.
Después de que Luhan y JongDae hubiesen hablado una semana antes sin las presencia del rubio, estuvieron de acuerdo en regresar a Seúl y está vez, ambos cuidar bien del menor.
Sabían que MinSeok era una persona fuerte, pero que tampoco significaba que no por ello, no le afectaran los malos comentarios y de mas.
Incluso, en el peor de los lugares, como en el comedor de la escuela.
—Entonces es verdad que ha vuelto la bola de grasa.
El rubio se tenso al reconocer esa voz.
—Minho, por favor.—No quería que su novio le encontrara en esa humillante situación.
—¿Me estas..llamando por mi nombre, cerdo?—y justo cuando sentía un impacto en su mejilla, un golpe en secó se escucho.
Cuando abrió sus ojos, se topo con la espalda de su novio.
—¿A quien llamas cerdo? Imbécil—el castaño tenia la muñeca del contrario, sujeta y apretando con fuerza, casi asfixiándolo.
—Jo-JongDae, amig-go, yo solo...—el chico se torno pálido.
—¿Amigo? ¿Desde cuando tu y yo somos amigos?.
La fría mirada y esa sonrisa con sorna, no mostraban mas que el enojo y furia que cargaba el castaño al escuchar insultos hacia su chico.
—Bu-bueno, es que el m-me estaba mol-lestando y...
Interrumpiendo su excusa, halo con mas fuerza su muñeca.
—No te le acerques de nuevo o sabrás lo que es ser el cerdo de alguien mas—dijo amenazante y serio. Soltó al chico el cual asintió frenético y salió corriendo.
El restó de alumnos solo esta atento a lo siguiente.
—Hy-Hyung...y-yo...—y un besó frente a casi toda la escuela fue la escena que mostró el castaño, dando a entender lo obvio.
—Este hermoso chico es mi novio, y quien tenga el valor de hacerle daño, se las vera conmigo y mas—dicho esto, no espero respuesta, sonrió orgulloso cuando nadie dijo nada y todos comenzaron a felicitarlo.
Cuando se dio media vuelta, noto dos adorables tomates en su mesa.
—Cariño ¿Que te sucede? ¿Tienes fiebre?—pregunto a un MinSeok sonrojado a mas no poder y un Luhan igual de rojizo, pero gracias a la risa causada por el bochorno del rubio.
—E-estoy bien, Hyung.—dijo desviando su mirada. JongDae sonrió, verdaderamente feliz.
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