Al día siguiente, _____ tenía entrenamiento, se levantó temprano, cepilló sus dientes, se duchó, vistió, desayunó y caminó hacia el pequeño coliseo en el que sería su entrenamiento de hoy.
Se sentía muy feliz, la cita que tuvo con Pit el día anterior la había hecho sentirse diferente, especial, amada, y así era, luego de que el castaño le enseñara el atardecer en aquel observatorio, intentó varias veces acercarse lo suficiente a la joven Diosa como para besarla, pero ella siempre se daba cuenta y él, apenado y sonrojado se alejaba del rostro de la chica con alguna excusa.
Llegó al coliseo y saludó a Palutena, Viridi no se veía por ninguna parte asique aún no podían iniciar el entrenamiento, hablaron por varios minutos, y entre risas y bromas que hacía la peliverde sobre la cita del día anterior, Viridi se dignó en aparecer, se le veía irritada.
—Buenos días, maestra Viridi ¿Como se encuen-.– La joven Diosa fue interrumpida por una fuerte cachetada que la Diosa rubia le había plantado en su cara, haciéndola caer al suelo.
Palutena se apresuró a ayudarla a levantarse del suelo y procurar que no se hubiera lastimado al caer.
—¿¡Cómo demonios te atreves!?– Gritó con furia la Diosa rubia.
—¿De qué hablas, Viridi?– le preguntó la peliverde mientras revisaba el golpe en el rostro de la Diosa de cabello azabache.
—Y ahora hasta tú, Palutena, te haces la tonta como si tú tampoco lo supieras. Si ya desde antes eras una decepcionante alumna, ______, para colmo rompes una ley ancestral de Diosas.
—Viridi, hablo enserio ¿De que estás hablando?– Persistió en preguntar Palutena.
—De que ella, este intento de Diosa, rompe la ley de que un ángel y una Diosa no pueden tener una relación romántica, ayer la vi tomada de la mano de Pit saliendo de su habitación hacía quién sabe dónde, y sé que tú estabas involucrada, Palutena.
—Viridi, fue suficiente, esa ley fue anulada hace milenios y solo tú sigues siendo tan arcaica como para seguirla tomando en cuenta, además de que no puedes limitar el corazón de _____ y llamarla intento de Diosa.– Dijo con clara molestia la peliverde con un tono firme.
_____ estaba el borde del llanto, no, no otra vez, un ataque de pánico se empezaba a formar en la Diosa de cabello azabache, sus ojos se cristalizaron. Palutena notó esto y la abrazó intentando calmarla, como una madre. En ese preciso instante, el dúo de ángeles llegaba al coliseo con los planes de observar el entrenamiento, pero cuando vieron la escena, Pit no dudó en correr hasta dónde se encontraba _____ y Palutena, Dark Pit corrió tras él.
—¿Qué pasa, Lady Palutena?– Preguntó el castaño con preocupación.
—Viridi está molesta e hizo sentir mal a _____, creo que tiene un ataque de pánico.
—Traeré a Snow.– Dijo el ángel de cabello azabache mientras corría fuera del Coliseo.
—¿Hacerla sentir mal? Por favor, se está haciendo la víctima, no puede ser que sea tan débil como para no poder enfrentar la realidad.– Dijo con una burlona sonrisa la Diosa rubia.
______ soltó a Palutena y se arrodilló en el suelo, lloraba y sostenía su cabeza con fuerza, algo sucedía dentro de ella, algo.... Malo.
Los cielos se nublaron y el estruendo de los relámpagos sonaba por todo el lugar, una tormenta eléctrica se alzó sobre todo el coliseo, Palutena sintió que eso venía de los sentimientos de _____, por lo que ya sabía que tenía que hacer.
—¡Pit! Esto lo está haciendo _____, debe ser un reflejo de sus emociones ¡Tienes que calmarla!–Gritó la Diosa de la luz mirando al ángel de cabello castaño.
—¿¡Yo!? ¿Que se supone que pueda hacer?– Preguntó el castaño, alarmado.
—¡Abrázala o algo!
El castaño miró a la jóven Diosa, quien lloraba desconsoladamente arrodillada en el suelo, él se arrodilló también y con su mano tomó el mentón de _____ para que esta lo mirase.
—______, tranquila ¿Si? Estoy aquí, contigo, y sabes que yo no dejaría que te pasara nada.– Le dijo con dulzura y una apacible sonrisa.
La joven Diosa no respondió, solo se lanzó a abrazar al castaño, quién la abrazó de vuelta y le acarició su largo y oscuro cabello, buscando calmarla.
En ese momento, el ángel de ojos carmesí llegó al coliseo otra vez, traía a la mascota de la joven Diosa, quién salto de los brazos del ángel y corrió desesperadamente hacía su dueña, saltó a los brazos de esta y se acomodó.
Los estruendos se detuvieron, pero aún caía un diluvio en todo el coliseo, _______ aún no estaba completamente calmada, al castaño se le ocurrió una idea, pero le daba pena llevarla a cabo.
— _____, mírame.– Le dijo suavemente el castaño.
La jóven Diosa lo miró, aún caían saladas lágrimas de sus ojos esmeralda.
—Por favor, no te enojes luego por lo que voy a hacer ahora.–Dijo con vergüenza el castaño para luego besar a la joven Diosa en los labios.
_____ estaba impactada, no sabía como reaccionar, pero poco a poco ella fue correspondiendo al beso, calmandose por completo.
La lluvia cesó y todo volvía a estar tranquilo, la luz del sol volvió a cubrir con su luz el Coliseo.
La joven pareja se separó y se miraron, ambos con un fuerte sonrojo, solamente se abrazaron con pena, mientras la Diosa de la luz los observaba con ternura.
—¿Por qué lo hiciste?–Preguntó la joven Diosa a su contrario.
—No lo sé, tenía que calmarte, no soportaba verte así, tan destruida por dentro.– Respondió el castaño.– Además... Quería hacerlo.
La joven Diosa soltó un pesado suspiro, como si soltara todo el peso de las palabras y reproches de Viridi unos momentos atrás.
Viridi, indignada al ver la tranquilidad de Palutena ante la escena, se negó a entrenar a _____ otra vez y se retiró del Coliseo, ahora, Palutena asumiría el entrenamiento de _____ ella sola, pero no le preocupaba, sabía que eso evitaría poner en peligro el bienestar emocional de ______.
—Bien ¿Que te parece si nos saltamos el entrenamiento de hoy y te lo tomas como día libre _____?–Preguntó la peliverde con una cálida sonrisa.
—Estaría bien, gracias.– Respondió la joven Diosa.
—Pit, te ordeno que permanezcas con _____ lo que resta del día.– Dijo con firmeza la peliverde evitando reírse.
—A sus órdenes, Lady Palutena.– Respondió el castaño con una eufórica sonrisa.
Unos minutos después, el castaño y la joven Diosa se encontraban en la habitación de esta última, esa descarga de emociones había agotado a ______, por lo que ella quería dormir toda la tarde.
Claramente, el castaño se quedó con ella todo ese tiempo, verla dormir era algo bastante placentero, observar la paz que el bello rostro de _____ emanaba.
El castaño tocó sus labios, mientras recordaba la sensación de besar a su amada, un sonrojo se apoderó de su rostro mientras recordaba ese beso calmante que le había dado a _______.
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La Diosa de los lamentos (Pit x Lectora)
FanficEsta es mi primera historia en wattpad, he escrito historias antes pero esta es la primera que quiero publicar, disfruten! ¡TERMINADA!