Tú sabes lo que es bueno para ti, tú tienes ciertos valores inculcados pero no esperes llenar a tu círculo con aquellos mismos valores. Imponer tus creencias como verdades absolutas no es justo. Si fuésemos capaces de amarnos y aceptarnos los unos a los otros sin importar las diferencias en cualquier ámbito les aseguro que cambiaríamos el mundo. No se trata de tolerar pensamientos ajenos sino de comprender que todos tenemos un diferente punto de vista ante la realidad.