XLI

2.9K 189 52
                                    

(Bungou Stray Dogs le pertenece a Kafka Asagiri)

Nota: este fanfic es la segunda parte de "¿Por qué dejaste a la Port Mafia, Dazai-san?", el cual te recomiendo leas antes de comenzar esta continuación. Gracias!!

—Después de todo, nunca te has preguntado... ¿Por qué Chuuya-san dejaría a la Port Mafia? —le dije a Atsushi, mientras comenzábamos a andar por el malecón, tomados de la mano.

—Pues... No sé si alguien podría dejar así como así a la Port Mafia, no al menos sin un motivo de peso... Pero, tampoco conozco tanto a Chuuya-san, así que... —me respondió, pensativo.

—Cierto. Pero, no pienso rendirme en esto. Gracias por ayudarme.

—Tú te uniste a la locura de buscar sobre el pasado de Dazai-san. Este motivo tuyo es diferente porque quieres ayudarlo; te agradezco que confíes en mí para ello, Ryunosuke.

—Pues ¿por qué no tendría que confiar en ti, tontito? —contesté, y él se rió, con esa calidez que quitaba el frío de mi corazón.

Seguimos caminando, con el aire tibio en la piel, en el primer día de mi vida donde me sentí libre, y dueño de mis decisiones. Y caminar de la mano de Atsushi era un plus invaluable, que me hacía sonreír.

Después de todo, lo malo había ya quedado atrás, ¿no?.

Nuestro camino nos llevó a cenar a un simple local de hamburguesas. Él echó una gran cantidad de salsa barbeque a su carne y yo me limité a verlo comer como loco, pero era gracioso, así que no lo detuve. Aunque era más gracioso, o más bien, irónico, porque cuando niño muchas veces soñé con entrad a ese sitio y ahora, comía por primera vez en uno... Si, jamás me había metido a comer hamburguesas ahí a pesar de tener dinero para hacerlo.

—Deberías de probarlo así —me dijo, con su boca llena.

—Prefiero comenzar por el sabor clásico —repuse y bebí de mi malteada.

—¿Sabes? Hasta antes de llegar a Yokohama nunca había entrado a comer a está cadena de hamburguesas. No entiendo cómo viví tanto tiempo sin comerlas je, je —y bebió su malteada sorbiendo sonoramente—. Ya sé que debes de pensar que no son tan buenas porque es una cadena de comida rápida pero... ¿Ryunosuke?

Me había quedado ensimismado pensando.

—Es la primera vez que como aquí.

—¿Eh? Pero... Ay, lo siento...

—Descuida. A diferencia tuya, toda mi vida he estado en Yokohama, pero nunca había venido aquí. Gracias por traerme.

—Agradécemelo cuando pruebes la salsa barbeque —agregó y metió su hamburguesa en mi boca, con lo que probé la salsa, ante la espera de él.

—Está buena.

—¡Listo!

Salimos del lugar y llegamos a su apartamento. Al comenzar a subir, me sentí nervioso porque, técnicamente iba a quedarme a solas con él. ¡Claro, no es que pensara en hacer "algo"! Pero...

—Siento lo de las hamburguesas —comentó, mientras íbamos escaleras arriba.

—No es tu culpa. Ya te lo dije antes, tengo un pasado a cuestas que me negó muchas cosas, pero no significa que no pueda tenerlas ahora.

—En eso tienes razón. E intentaré darte esas cosas y más Ya lo verás —agregó, y me sonrojé.

—En serio que eres odioso.

¿Por qué dejarías a la Port Mafia, Chuuya-san? Shinsoukoku SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora