°SIGLOS° Undertaker ||Kuroshitsuji||

CAPÍTULO DIECISIETE: LLEGADA Y CONFUSIÓN

Capítulo 17: Llegada y confusión

•Hospital Privado de Lisboa•
2019

Todo, absolutamente todo le daba vueltas, sentía que la cabeza le explotaría en cualquier momento. Por alguna extraña razón la joven de cabellos dorados tenía la sensación de haber sentido esto anteriormente pero no sabía exactamente de donde provenía.

Se incorporó en la cama lentamente mientras trataba de acomodar su mente, pero por más de que hacía el esfuerzo era en vano. Nada, es como si tuviera una laguna mental o algo por el estilo. El repentino contacto con la luz solar hizo que cerrará los ojos abruptamente.

- ¿Dónde estoy? - Se llevo las manos a la cabeza mientras abría lentamente los ojos encontrándose con la distorsionada imagen de un hombre que yacía sentado frente a ella.

- Siara... - Aquel misterioso hombre la llamaba. ¿Siara? ¿Era ese su nombre? No lograba recordar nada. - Tranquila, no hagas nada - Ella miro al frente tratando de enfocar la vista para poder identificar al sujeto misterioso.

- ¿Quién eres? - Su voz salía rasposa y algo cansada.

- ~Hi hi hi~ Soy yo, Undertaker - Con mucho cuidado y delicadeza, aquel misterioso hombre depósito un beso en la coronilla de la joven que lo miraba algo aturdida.

- Yo... No sé quién eres - Con algo de brusquedad Siara aparta al sepulturero de ella.

- Siara - Su voz ahora sonaba seria y con un toque de preocupación. - ¿Qué te sucede? ¿Por qué no me recuerdas? -.

- No lo sé - La joven se llevó las manos a la cabeza y se acurrucó entre sus piernas - Todo es tan borroso y confuso - Las lágrimas amenazaban con salir.

- Muñeca - Undertaker la llamó e intentó acercarse.

- ¡No lo hagas! - Siara demandó firme sin mirarlo - No te acerques... -.

Undertaker mudo ante el repentino comportamiento de la contraria sentía una impotencia inmensa por no poder comprender la situación.

- Mi nana - Susurró en un hilo de voz - Mi nana, ¿Dónde está? -.

- Rosa... La llamaré, está afuera esperando - Undertaker salió del cuarto - Quiere ver a Rosa - Su mirada era fría y dura tanto como su semblante.

- ¿Por qué quiere ver a la criada antes que a su familia? - Preguntó una Amy totalmente destruida, había sido una noche difícil para la familia Onetto.

- Es su decisión - Dijo la cabeza de la familia con un tono triste - Rosa, ve a ver a Siara. Encargarte de que no le falte nada -.

- Por supuesto - La mujer hizo una reverencia y siguió en silencio a Undertaker.

El mismo abrió la puerta y dejo pasar a Rosa, la joven de cabellos claros al verla simplemente se puso a llorar mientras está corría a abrazarla.

- Mi niña - Rosa lloraba también - Creí haberte perdido. -.

- Nana - Sollozaba sin parar - No recuerdo nada, siento mucho dolor y todo me da vueltas - Las lágrimas caían sin parar por las pálidas mejillas de la joven.

Undertaker presenciaba todo en absoluto silencio. Le dolía, claro que sí, ella no recordaba nada, apenas y sabía su nombre y algunos que otros datos. Todo era un misterio para él, como ella había logrado escapar si la casa se caía a pedazos. El doctor había dicho que sufrió un importante golpe en la cabeza, logrando una hemorragia interna que se pudo controlar.

Pero la memoria a corto plazo había sido dañada, y estos podían ser irreversibles. Aunque las palabras del doctor no eran tan alentadoras, Undertaker no perdía la esperanza de que eso se pueda contrarrestar y ella recuerde todo lo pasado recientemente.

•••

Pero la realidad era otra, el tiempo pasaba y Siara sólo mostraba pequeños avances, casi insignificantes. Undertaker sentía morir cada vez que ella lo rechazaba.

- Sólo esta confundida, el golpe fue muy fuerte - Eran las palabras de consuelo que le brindaba la experimentada ama de llaves. - Ella volverá Señor Undertaker, lo hará-.

- Eso esperó Rosa - Desvío la mirada a la ventana, que daba justo al jardín, el cual era el lugar favorito de Siara. Amaba la naturaleza, por lo tanto tenía muchos jardines en todo el ancho de la propiedad.

La joven seguía en estado de vigilancia en el hospital, por lo tanto la casa se había quedado a cargo de la ama de llaves, tal como fue la voluntad de la joven antes de partir. Los "huéspedes" como ella los llamaba, seguían haciendo sus actividades diarias, asistían a sus clases y luego eran libres de poder conocer todo a su alcance.

O eso era al menos para todos menos para el shinigami de cabellos plateados, que al salir de sus clases iba directo al hospital y no se movía de allí hasta el amanecer. Ignorando por completo los consejos de los especialistas que hablaban que si seguía omitiendo sus horas de sueño tendría una gran impacto en su salud. Si ellos tan solo supieran que estaba condenado a la vida eterna, condenado a ver pasar el tiempo, ver como todo inicia y acaba al final.

Había estado tantas veces parado frente a una camilla de hospital visualizando a simple mortal yacer en su lecho de muerte, esperando en la dulce agonía su desenlace. Pero nunca había sentido tanto pánico, no, corrección... Si lo había hecho, pero fue hace mucho tiempo y el juraba creer que no volvería a estar en esa misma situación.

Pero ahí se encontraba, temblando de miedo ante la idea de poder perder algo tan valioso para él, tratando de aferrar algo tan frágil y débil como la vida de un ser humano, el mejor que nadie entendía que era tan difícil cuidar y cultivar un alma de algo tan débil como un humano.

- En estos momentos, admiro a la escoria del demonio - Dijo quejándose por lo bajo mientras se sentaba en una silla que se encontraba a un lado de la camilla - El cuida de la vida del joven conde como su más grande tesoro. Y no es nada fácil - Recostó su mentón en la cama, justo al lado de la mano de Siara que dormía profundamente con un respirador en la nariz porque últimamente le costaba respirar por su cuenta.

- Te extraño mucho mi amor - Susurro mientras la observaba dormir - Le acarició con su uña la pálida mano de la joven - Necesito que vuelvas, que vuelvas a mí. Te necesito más de lo que puedas imaginar... - Cerro sus ojos y sin poder retener más las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

+++

Continuará...

Siara se a ido a un viaje que puede no tenga retorno. ¿Que hará Undertaker al respecto?

¡Disculpen tanto la tardanza, pero eh  vuelto!

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Nos vemos en el próximo capítulo

•Gebhsama•