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Aún continuaba algo aturdido después de escuchar esas palabras, Ahora si creo que me va a dar diarrea del delirio. Pero como ya es de costumbre el gorila evadió el tema, creando una conversación con la máquina destructora, seguido a eso ellos comenzaron a caminar con dirección al vehículo, y como siempre yo los seguí, sin saber a dónde iríamos ahora.

Nos subimos en la vehículo, y este comenzó a avanzar, mientras eso sucedía yo me quedé mirando por la ventana con un expresión perdida de la realidad. En todo el trayecto los únicos que iban manteniendo una conversación eras los mafiosos. De repente el auto se detuvo, pero no estábamos en la oficina del gorila, por lo que me desconcertó un poco esa acción.

El primero en bajar fue nada más y nada menos que el señor gorila, seguido a el se bajó la máquina destructora, yo al mirar que ellos estaban afuera iba hacer lo mismo, pero el gorila me detuvo y dijo:

- Tu que quedas pequeño Zorrito, ya regresamos.

Antes de irse pude notar que el gorila desaprovechó su reloj y lo envolvió en su mano izquierda, seguido a eso la metió en el bolsillo de su chaqueta, instantes posteriores solo observaba como la silueta de los dos mafiosos se iba desapareciendo poco a poco hasta quedar invisibles en mi campo visual.

Pasaron alrededor de unos 10 minutos y los mafiosos llegaron al auto, se subieron, y note que el reloj que anteriormente se envolvió el gorila en su mano ahora estaba bien puesto en su muñeca, solo que con un ligero rastro de liquido rojo. Por mi mente rodaron varias teorías, pero siendo sincero no creo que sea lo más prudente que les pregunte. Esos mafiosos son unos pinches locos, no quiero ni imaginar lo que hicieron, pero si me pica la curiosidad, ya saben lo que dice la curiosidad mató al gato, jaja quien soy yo para criticar al pobre animal.

Nuevamente el auto comenzó a avanzar, y ahora si estábamos tomando el rumbo correcto hacia la dirección de la oficina del gorila, por lo que sin pasar más de unos 15 minutos llegamos, al igual que en la parada anterior los mafiosos se bajaron en el mismo orden, solo que ahora con la diferencia de que yo si me bajé. Como siempre subimos por el ascensor, entramos en la oficina, la máquina destructora tomó asiento en un mueble, el gorila caminó en dirección a su escritorio.

El estaba de espaldas y mi mirada fue bajando de su espalda a su trasero, solo para corroborar lonque dije anteriormente, y oh Dios mío, su trasero no es para nada plano, se podría decir que es bueno, pero no más que el mío.

El gorila se encontraba ya sentado, con su mirada fija en mi, para luego decir:

- Zorrito, tráeme un té, y otro para Nam.

Al escuchar eso, solo rodé mis ojos y realicé lo que el gorila me pidió, lleve una taza de té al escritorio del gorila, y el otro lo deje frente a la máquina destructora, seguido a eso saque mi celular y mire que eran las 18:20 pm, por eso después de cumplir con mi encargo aliste mis cosas para poder irme a mi otro empleo.

Los mafiosos comenzaron con una discusión normal, pero yo la interrumpi diciendo:

- Bueno, como que ya esta muy noche ¿no? por eso mejor me voy, yo ya cumplí con mi trabajo así que adiós jefe y adiós señor máquina destructora, que tengan una muy linda noche.

- Ha... como ya te vas? No te quedarás con tu novio a hacerle compañía? - Dijo Namjoon con una sonrisa.

- Mm ¿yo? Ahora que lo pienso usted creo que se es... - No termine de hablar, gracias a que el gorila me aventó una libreta en la cara.

Dejémonos Llevar Hasta El FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora