Los 13 Descendientes y Los 13 Reyes.

Capitulo I: El comienzo de nuestro viaje.

-¡¡¡Uta!!! Espérame, no me dejes atrás.-

-¡Oh, eres tú Selia!-

-¡Uhg!-

-¿Qué pasa? No me digas que ya te cansaste después de haber recorrido todas esas calles hasta llegar aquí.-

-¿Cómo puedes decir eso después haber visto todo lo que he recorrido?- Dijo la mucha ha que estaba en frente de Uta cansada.

-(No puedo creer que diga eso apenas me vea, en realidad ahora que lo pienso mejor... no sé por qué me sorprendo su reacción. Después de todo es Uta del que estoy hablando.)- Se le paso a Selia por su cabeza.

-Por cierto Selia, ¿Qué necesitas?- Preguntó mientras la observaba.

-¡Ah! Solo vine para darte ánimo y ver cómo te va a ir en el torneo de los “13 Descendientes y los 13 Reyes."- Explico Selia con mucho ánimo.

-Aah, ya veo... ¿Solo por eso viniste?- Le preguntó Uta.

-¡Así es, vine solo para eso!- Respondió Selia, mientras miraba enojada a Uta. -¿Tienes algún problema con ello?- Le preguntó ofendida por la reacción de su amigo.

-Para nada, me alegra verte aquí. Es más, no pensé que vinieras para darme ánimo.- Respondió Uta contento.

-¿Por qué no vendría a animarte, después de todo somos amigos no?- Mencionó Selia.

-Tienes razón, después de todo hemos crecido juntos desde que llegue a este sitio.- Al responder, Uta lleva ambas manos a su nuca para luego dirigir su mirada hacia el cielo recordando la primera vez que se encontró con su amiga.

Cuando Selia recuerda su primer encuentro con su amigo, rompe el silencio con unas suaves risas. -Nunca me olvidare de cuando nos conocimos en la casa de mi Abuela. ¡Ja, te veías muy confuso la primera vez que te vi!- Contaba Selia al mismo tiempo que se burlaba de Uta.

Al oír que su amiga se burla de él, este mismo decide mirarla con una expresión que demostraba su vergüenza. 

-Bueno ¿Qué esperabas? Que fuera alguna especie de aventurero que no se sorprendiera por que lo hayan teletransportado de su casa a una ubicación completamente al azar sin siquiera haberle preguntado primero.- Respondió Uta.

-ja, ja, ja, solo por esta vez.- Le respondió su amiga quién permanecía en el suelo riéndose.

Cuando Selia recupera la compostura, mira a su amigo. Cuando ambos cruzan miradas ella decide ser la primera en decirle algo.

-Bueno ¿Vamos para el coliseo? Ya que dentro de una hora empezará el torneo.- Mencionó mientras estaba sentada con una suave mirada y sonrisa.

Cuando oye a Selia, Uta no tarda en responder a su pregunta. -Me parece una buena idea.- Fue su respuesta.

Y así, Uta y Selia continuaron su camino directo al gran coliseo, el cual Uta nunca había visto, ya que es su primera vez fuera del pueblo en el que solía vivir hasta tan solo un par de meses atrás junto a la Abuela de Selia y su amiga.

Al llegar al coliseo se encontraron con una cantidad de gente reunida haciendo fila para obtener un lugar para el gran torneo que daría comienzo dentro de poco. En la espera de la larga fila que parecía no avanzar, de repente se escuchan unas trompetas más unos tambores los cuales hacían presentación a una persona realmente importante al parecer.

Al bajarse de su carro se contempló una figura esbelta de una persona que al parecer iba vestida con una prendas similares a las de una hermana, detrás de esa figura se veía que era acompañado por un niño un poco menor en cuanto a altura que Uta y Selia.

Nota, cuando dice ''Iba vestida con unas prendas similares a las de una hermana'' hace referencia a las monjas.

-¡¡¡Ahh!!! ¡¡¡Esa persona es Alessandro Auditore el quinto de los 13 Reyes y está acompañado de Cronos Auditore su descendiente!!!- Grito Selia con muchísima euforia.

Al escuchar el grito inesperado de su amiga Uta sin duda alguna se asústa, logrando que su pobre corazón se acelerara. -Así que...es así como se ve uno de los 13 Reyes. Por cierto Selia, ¿Su descendiente acaso no es un niño? - Pregunto Uta con cara de no comprender muy bien que es lo que sus ojos veían.

Cuando Selia escucha la pregunta de su amigo, esta responde con una cara de confusión. -Bueno, a decir verdad no me sorprende tanto que fuera así, al fin y al cabo incluso un anciano puede ser elegido para ser descendiente.-

-Ya veo... ¡Espera! ¿Qué?- Dijo sorprendido Uta.

Mientras tanto los pensamientos que inundaban su cabeza era los siguientes.

-(Aunque de donde yo vengo dudo que sea aceptado tan fácilmente como lo es acá...supongo.)- Respondió muy poco conforme, con lo que le acababa de contar Selia.

-Parece ser que el quinto, es de una Familia realmente prestigiosa.- Argumentó Uta sin ninguna duda.

-Te equivocas, no es hijo de una familia real.- Exclamo Selia sin siquiera titubear.

-¿Eh? Qué raro, para ser honesto me dio esa impresión a simple vista.-

-La verdad, es que, es hijo de una familia humilde, y aun así logro ser reconocido por la gente de sangre noble y por los plebeyos, logrando convertirse en una de las 13 personas más importantes este mundo.-

-Hmm, que interesante historia.-

-Oh, mira Uta la fila ya se está haciendo cada vez más corta, a este paso te podrás registrar pronto.- Dijo Selia, cuando señalaba con uno de sus dedos la fila en la que estaban haciendo cola.-

-Selia.-

-¿Si?-

-¿Por qué no vas buscando un lugar con buenas vistas para ver el torneo? Antes de que te quiten los mejores lugares.-Le pregunto mientras seguían esperando.

-Mmm, esa es una buena idea. ¿Por qué no se te ocurrió antes Uta?- Le pregunto de forma burlona.

-¿Eehh? Me dices eso pero ¿Acaso se te había ocurrido en algún momento esa idea, Selia?- Le pregunto con un tono serio.

-Ah... pero, ¿Qué será eso? Pregunto Selia, que poco a poco se alejaba de Uta pasando de una velocidad lenta, mediana a una extremadamente rápida, haciendo caso a la idea que había propuesto su buen amigo.

-Esa chica...- Dejó salir un suspiro mientras seguía esperando en la cola para registrarse.

Luego de haber conocido a unos de los Trece Reyes más su Descendiente, Uta pudo registrarse como uno de los posibles Candidatos a Descendientes y Selia consiguió un lugar con buena vista para ver el torneo y poder animar a su amigo.