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Era joven, era inexperto en el amor, era increíblemente ignorante ante el enamoramiento... Pero eso no le impedía darse cuenta que el picor en su boca pedía a gritos otro beso de Peter.

Del chico que salió corriendo hace una semana después de aquel toque de labios. Del chico que le hizo recordar claramente como había disfrutado la lujuria durante su adolescencia... Pero era pecado, eso era un terrible pecado.

-En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo.

Tony le dió la bendición a la última mujer a la salida de la iglesia antes de entrar y cerrar la puerta. Se giró sobre sus pies y allí lo vió, Peter estaba comenzando a ordenar junto al resto de los monaguillos.

- Peter, tu hora de lectura. - Habló el padre, aquellos ojos cafés se elevaron para verlo.
El muchacho asintió, caminando hacia adentro de la casa cural; siendo seguido por Tony. El mismo que ahora comprendía el por qué había escuchado de Steve aquellas palabras.

- Me gusta leer - La voz de inocente llenó los oídos de Tony.

- ¿Por qué te gusta tanto, Peter?

- En las lecturas todo tiene su recompensa, todo tiene su final feliz.

- La vida real también lo tiene, hijo.

Peter se giró por unos momentos, ambos pares de ojos chocaron y el joven chocó su espalda con la puerta. El cuerpo de Tony quedó frente al contrario y las manos de Peter se elevaron temblando.

Tony cerró los ojos al sentir aquellos dedos sobre sus mejillas, podía sentir la cercanía de Peter tanto que sus labios comenzaron a picar, su piel llamar a la contraria e incluso una leve imagen de las ropas del joven cayendo al suelo se hizo presente en su cabeza.

- Hora de la lectura padre- Murmuró el joven antes de abrir la puerta y entrar.

✝️✝️✝️

En el reloj marcaban las siete para cuando Tony tomó la mochila azul que Peter había llevado esa mañana.

Escuchar al joven leerle había sido lo mejor de ese día.

El padre Anthony caminó hasta el baño con la mochila en su mano antes de entrar cuarto que Peter había adoptado como propio aquellos días

Pero su error fue no golpear, digno había sido aquello que Steve solía decirle de "mala costumbre el no tocar".

El ruido del agua de la ducha golpeando el suelo rompía el silencio de la habitación. Para Tony era normal, aunque no estaba de acuerdo en donde iría después, pero era realmente normal.

Aún así... La ducha no hizo que se detuviera en los pies de la cama, no había logrado que caminara suavemente, sin emitir ruido hacia la puerta levemente abierta. La ducha no logró que las pupilas de Tony se dilaten.

La imagen de Peter mojado, con una mano sobre su boca y la otra sobre su miembro masajeandolo sí lo logró.

Los ojos del joven estaban cerrados duramente, la mano subía y bajaba por su erección, pequeños jadeos eran amortiguados por su mano.

El cuerpo del padre experimentó un escalofrío, su garganta se secó y sus ojos no pudieron despegarse de aquel cuerpo. Aquel cuerpo delgado que era acariciado por las gotas de agua y que cuyas caderas se movían contra su mano.

- Tony... ¿Por qué?... Mmh...

Aquella voz mezclada por ruidos sucios hizo que la mirada de Tony subiera tan rápido como su corazón latía en ese momento... Pero no... No lo estaba viendo, no sabía que estaba parado en la puerta del baño observándolo.

Al contrario, Tony era el objeto de aquel deseo. De aquel acto morboso y sucio.

El padre salió de allí lo más rápido y silencioso posible. Había blasfemado, había pecado por el tan solo hecho de haberse quedado.

-Dios... Dios... - Su voz susurraba una y otra y otra vez.

Prácticamente entró casi cayendo al suelo de su habitación. Se colocó de rodillas sobre la cruz que tenía frente a él y tomó su rosario antes de comenzar a rezar, pudiendo perdón por lo que había hecho.

¿Por qué él? ¿Por qué ahora que suplicaba perdón aparecían aquellas imágenes, aquella voz, aquel cuerpo?

Tal vez era el inicio de su locura.

✝️✝️✝️

Estaba por la cuenta número veinte para cuando la puerta de su habitación sonó antes de abrirse.

-Padre... Me iré ya, ¿puede darme su bendición?

La voz de Peter sonó ligera y baja, Tony abrió sus ojos. Sentía su pulso muy rápido, su cuerpo a flor de piel... Desde que había ofrecido su vida para hacer la voluntad de Dios jamás fué tan consiente de su cuerpo, del cuerpo de otra persona.

Tony se levantó de sus rodillas, se giró y vió la cara de Peter, aquel rostro que había tenido una máscara de placer tan corrompida... Tan atrayente... Pero a su vez tan inocente... Tan herida.

- No vayas esta noche Peter - Susurró, su voz haciendo eco en el cuarto.

Peter entró en la habitación, deteniéndose frente a él.

- Por favor padre, mi bendición.

- Quédate Peter, duerme aquí, solo una noche.

- No puedo, necesito ir, necesito el dinero.

- No lo necesitas hijo - Tony estaba al borde de jugar con el viejo joven que creía extinto hacia muchos años atrás.

- Sí lo hago, no me conoce, no puede decirme qué necesito y qué no.

Tony sabía que Peter estaba al filo de la ira, era como si la noche llevase consigo al joven que necesitaba sobrevivir a los demás.

- Los demás te harán daño.

- ¿Y usted no me lo haría padre? - Peter tocó su sotana, sus manos pegándose a su pecho y bajando, sus manos llegando a su cintura y juntando ambos cuerpos. - ¿Tu no me harías daño, Anthony? - Murmuró en su oído.

La respiración de Tony era trabajosa cuando las caderas de Peter se ondulaban contra las suyas.

Debía resistirse... Debía ser consciente que Peter no sabía otra forma de vivir...

- No sabe cuanto me gustaría que pagase por mí - Murmuró Peter antes de jugar con su lóbulo - Por una noche... Que rompa esa inocencia que aún está conmigo... Que me llame su pequeña perra.

La garganta de Tony estaba cerrada, no podía abandonarse, no podía pecar... No podía...

-Largate Peter...- Susurró, su voz cortada.

Una risa amarga se liberó de aquellos labios.

- Qué caballero, por lo general siempre me dicen "ábrete más".

Y Tony liberó un quejido, porque su equilibrio falló y pisó sobre el viejo Stark. En cuestión de segundos, la mano del padre sujetaba el rostro de Peter y una sonrisa ladina apareció.

Sus ojos eran oscuros... El pecado estaba a punto de consumirlo.

- Si yo te tomara - Susurró Tony entre dientes - Gritarías por más, como una perra en celo.

- Oh padre nuestro... - Jadeó Peter, llevando una mano a la entrepierna contraria, despertando nuevamente al padre Anthony, el cuál lo empujó logrando separarlos.

El arrepentimiento buscando sus ojos castaños.

✞JUDAS✞ STARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora