V - Caída del Astro

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Si hablamos en términos teóricos nadie puede entrar al Hades y salir como si nada, ni siquiera sus mismos habitantes divinos. El único capaz de hacerlo es Baekhyun y el señor que gobierna ahí. Para empeorar la materia es él, dios de la medicina y luz solar, quien quiere entrar ahí. Es posiblemente lo más estúpido que puede hacer, pero venga que es necesario.

Una vez en la entrada con miles de almas lamentándose por lo que dejaron de hacer en vida o por otro lado, lo que hicieron, lo recibieron. Es espeluznante y su presencia crea una ilusión de que el Hades no es tan oscuro y frío. Menudo error. No tardó mucho en aparecer quien habita el Hades, quizá curioso o interesado de su presencia. Si le toca juzgar por sí mismo, diría que lo esperaba.

—Tengo que entrar y ayudar a alguien. —ir sin rodeos con su tío lo cura en salud. No es alguien muy hablador.

— Aquí nadie de afuera ayuda a nadie de dentro. Quien cae aquí ha perdido el derecho de recibir apoyo, mucho menos un dios.

—No es un alma mortal, se trata de Yoongi.

—Misma regla. Nadie, ayuda, a nadie...

— ¿Pretendes que permanezca así? Tengo como sanarlo y que despierte.

—Tengo que pasar. Es lo único que te pido Jungkook.

Jungkook -Hades-, es por definición un dios tímido, pero severo como solo él. No es de extrañar, a final del día es quien apenas descansa juzgando almas que llegan sin parar ni un instante. Verlo es raro y hablar con él mucho más extraño. Parece meditarlo un poco hasta finalmente hacer un gesto de golpear su lengua con el interior de su mejilla.

—Está bien, pasa a ayudarlo, pero nadie te va a decir dónde está—había recibido una indicación muy vaga de Baekhyun con respecto a Woozi y era su Única opción. Sin embargo, con este aviso mejor no tentar a su suerte con Jungkook—. Tienes una hora.

— ¿Me vas a echar?

—No. Es lo que vas a durar en óptimas condiciones. Una hora para que lo halles, lo sanes y salgas de aqui. Por el contrario... He oído que las estrellas también se apagan.

Su expresión de temor fue muy clara.

—Es una sola oportunidad. Una vez salgas de aqui no te permitiré volver a entrar y si miras atrás sin haberlo alcanzado estarás fuera automáticamente—advierte—. ¿Aun quieres entrar?

Lo meditó un instante. No creyó que Jungkook iba a hacerlo tan complicado. Aun cuando no hay una relación percé tuvo la ilusión de un mínimo apoyo en lugar de una amenaza. Esto peligra su persona por completo, incluso al resto porque realmente ¿Qué harán sin la luz solar? Su muerte significaba la llegada de puro calor abrasador con luz siempre cegadora. Nadie quiere que un titán tome su posición*.

No habrá arte, medicina...

—Debo entrar. —Jungkook dio una risa sin gracia.

—Entonces hazlo. Apenas pongas un pie dentro empieza tu tiempo y un pie fuera significa tu destierro. Ve rápido y conciso.

Lo vio ponerse un casco de cresta negra y larga. No supo si fue por la bruma, pero dejo de verlo, como si no fuese perceptible para su visión. Cruzó la entrada y prácticamente echó a correr evitando las almas que andan al interior y camino al palacio de justicia.

Vio a los jueces haciendo su labor: Hoonjoong -Radamanthys-, Yeongang -Aiacos-, y Seonghwa -Minos-. Ninguno de ellos les dijo nada, como si fuesen conscientes del condicionamiento que Jungkook le dio para estar ahí. El Hades es un sitio muy frío, muy profundo y oscuro. Su presencia crea una luz que atrae a muchas almas que van pérdidas incluso tras el río Lete.

Dreaming Light | YoonSeok/Sope || Book 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora