VI - Luz de Ensueño

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Estuvo unos instantes viendo a Hoseok y fue... Curioso. Desde un principio había deseado que fuese como el resto de dioses o por el contrario, más semejante con los que habitan el Hades: Oscuro, frío, de presencia monótona y que no lo dejara ciego a cada parpadeo. Ese deseo ya de por sí olvidado ahora se ha esfumado por completo porque... es lo que tiene en brazos. Hoseok moribundo, frío...

Ya aprendió a amar su brillo. Uno que no es el corporal, sino el que viene directamente de su personalidad inquieta y compulsiva. Se enamoró de la manera en que hace pucheros, como sonríe, la forma en que le escribe poemas... Hoseok es un sol demasiado bello que se esfuma entre sus manos. Su cabello normalmente naranjo ahora esta negro carbón.

Con prisa fue a buscar a su padre, quien no lo vio con buenos ojos a pesar del alivio y alegría que significaba verlo despierto y sin ceguera—Es el culpable de lo que te pasó. No deberías de ayudarlo—. La ofensa quedó claramente marcada en sus facciones ante aquella mínima insinuación de dejar a Hoseok morir en venganza a lo que hizo.

—Fue él quien me salvo.

—Era su deber.

— ¡Eso no es cierto!

—Yoongi, ven aquí, esto no tiene senti-

—No tengo tiempo para seguir discutiendo esto.

Aunque Woozi gritó para que se detuviera, Yoongi no hizo caso alguno. Tomó uno de los carros de Woozi, colocó a Hoseok en el suelo y estando este con caballos amarrados inició la veloz marcha. Está hasta el fondo del averno, Hoseok debió tener muy complicado el encontrarlo tomando debería cuenta que hasta Woozi olvida el lugar.

A diferencia de la marcha en pie, fueron apenas minutos los que tardó Yoongi en llegar a la salida del averno. Creyó que con eso bastaría, estaba convencido de ello... Y fue un total error. El día parece noche y el sol como si estuviese eclipsado por la luna.

—Mi hermano es tan descuidado— Moonbyul, con apariencia tan descubierta y desinteresada como siempre—. Debe cumplir con sus deberes o todo el orden se romperá.

—¿Estará bien?

—No lo sé, nunca estuvimos tanto tiempo en el Averno y salimos por ende. Me asombra que Jungkook lo haya permitido pasar... tú que has ido al Olimpo ve allí, en su habitación hay todo lo que pueda necesitar.

Subir al Olimpo y que esta tenga apenas un pálido brillo solar le dio cierta esperanza. El templo de Hoseok resalta por ser decorado con brillante y abundante oro con tallados musicales y algunos poemas que considera dignos de ser eternos.

El problema de esto es que no tiene ni idea de medicina o de como aliviar a alguien que estuvo en un ambiente nocivo para todo ser vivo que no haya nacido ahí. Dicho de otro modo: Nacido de la oscuridad, Hoseok es lo más opuesto que puede haber. Estuvo a poco de irse a toda velocidad a buscar a Namjoon, él siempre sabe qué hacer.

—Es raro verte tan enérgico despierto. —Dio un largo suspiro de alivio por Hoseok hablando desde la cama. Tiene expresión adormilada y apariencia aun lúgubre.

—Estuve preocupado de que no despertaras.

—Yo también. Tanta penumbra es abrumadora—se levanta un poco—. Aún tengo mucho frío.

— ¿Por qué lo hiciste? —la pregunta se le hizo tonta por un instante, sin embargo, considerando el estado en el que está asume que Yoongi no comprende porqué arriesgar su vida de modo tan imprudente.

—Ya he tenido demasiadas tragedias... No quería una más... No después de tantas... Y por quererlo debía arriesgarme... Por una vez pelear más por mi romance. —rió muy bajo. Yoongi se acercó y le acarició la frente.

Dreaming Light | YoonSeok/Sope || Book 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora