Capítulo 5

682 45 7
                                    

El ojo y un chico ebrio

Morgan

-Vamos Morgan, una vez más-Me animó.

Suspiré irritada.

Llevamos horas practicando y me siento terriblemente cansada, puedo mencionar incluso más que mis viajes constantes, lo cual, no tardé mucho en hacérselo saber a Cinco, tardé otro tiempo más en convencerlo de parar y que tuviera compasión de mí, cosa que no sucedió tan fácil, causando que mi tolerancia la lanzara por la borda, hasta que se me ocurrió proponerle que lo haría una última vez si lograba parar el tiempo como el lo quería.

Por supuesto, accedió.

Cerré mis ojos tratando de concentrarme hasta que logré relajarme y empezar a usar mi mente para fortalecer mi poder. Sentí un pequeño cosquilleo en las manos para después sentirlas pesadas, acción que denota que pararé el tiempo totalmente.

Y después de tanto, completé mi cometido, abrí los ojos y observé todo objeto y toda cosa compuesta por la naturaleza totalmente estática, paralizada, como si todo fuera acaparado por un hielo invisible, el sonido se apagó, era un silencio absoluto que fácilmente se puede percibir al aire.

Cinco rompió ese instante sepulcral, mirando lo que nos rodea realmente fascinado, tal como él niño que se ve, cosa que me provoca una gran satisfacción.

—Wow—Susurró viendo absolutamente todo, como si no quisiera perderse ni un minúsculo detalle, hasta posar sus ojos sobre los míos—Ha pasado mucho tiempo desde que no veía esto, es... increíble—Sonrió facinado para seguidamente poner atención a una abeja que estaba totalmente congelada gracias a mi efecto.

Lentamente volví a descongelar el tiempo con un suave movimiento de mis manos, viéndose como si yo no hubiera causado algún cambio en él.

—Lo es—Suspiré satisfecha—Ahora si, ¿Ya podemos irnos? Estoy exhausta—Me quejé.

A lo que éste rodó los ojos.

—De acuerdo, ya—Habló con pesadez.

Me tomó de la mano y finalmente nos transportamos.

Y siendo honesta, hace bastante que quería hacerlo.

(...)

—Tienes una oportunidad, una sola para decirme que carajos hacen en ese maldito laboratorio-Amenazó el pelinegro al vendedor con una navaja a punto de encajársela al cuello mientras lo tomaba fuertemente contra el asiento del auto.

Entramos al auto del vendedor de ojos con el que habíamos hablando/amenazado anteriormente y ahora lo estamos haciendo de nuevo, sólo con la diferencia de que estamos decididos de obtener respuestas claras de una vez por todas.

-Ustedes están locos ¿lo sabían?-Contestó tembloroso.

-¡Responde!-Alcé la voz agresiva mientras Cinco lo agarraba aún más fuerte y pegaba totalmente la navaja a su cuello.

-Fabricamos dispositivos protésicos para pacientes falsos, los vendemos en el mercado negro-Confesó casi en un chillido.

-¿Y los ojos?-Cuestioné.

-También, es lo que más se vende-Respondió rápidamente.

-Y el número de serie que le diste...-Me dirigí a Cinco pensativa.

El hombre al darse cuenta de mi comentario, sin pensarlo agregó-El ojo pudo haber sido comprado, hay una lista de unos veinte compradores.

-Necesito esa lista, nombres y números ¡Y la necesito ahora!-Espetó Cinco frustrado.

The Chronokid [Cinco Hargreeves]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora