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Tal vez Jimin sí sea una persona solitaria como dijo Jin. Vive solo con Jin en este enorme castillo. No confía en nadie. Nadie confía en él. No sé por qué habrá perdido sus poderes, pero... seguro fue muy duro para él...

No sé por qué habrá perdido sus poderes, pero... seguro fue muy duro para él...

-¡Hey! -Me llama y yo levanto el rostro automáticamente. En ese momento, aprovecha para besarme. Tiene atrapados mi mente y mi cuerpo, no puedo moverme ni un poco. En realidad, puedo mover mis piernas, pero por más que lo intente no logro nada. Con eso, termina dejándome sentado en su regazo.

-¡Mmm! ¡Ah! ¿Q-qué está...! -Cuando abro la boca, Jimin aprovecha de ingresar a ella su lengua. De inmediato intenta empujarla fuera con la mía. Desafortunadamente, Jimin lo interpreta como que intento acariciar su lengua con la mía y me besa con más fervor...

-Mmm... ¿Tú también... me deseas...? Eres un buen chico. -Sigue jugando con mi lengua con movimientos expertos. Lame las paredes de mi boca, toca suavemente la punta de mi lengua con la suya. Me voy exaltando poco a poco. ¡Por más bien que se sienta, esto está mal! Si dejo que siga, estaré perdido. Ente más intento resistirme, más se enredan nuestras lenguas. Oigo el ruido de nuestra saliva mezclándose y me dan ganas de llorar de vergüenza... Aunque en el fondo sea agradable. Pero está más, no puedo permitirlo.

-Eres bastante... atrevido, ¿sabes...?

-No es... De-Deténgase.

-Es tu culpa... por andar desprevenido... -En un momento abro los ojos y me encuentro con los azules de Jimin. Al mirarlos me aprieta el corazón. Son unos ojos realmente tristes. Son unos ojos que creo haber visto en algún lugar...

-¿Ya no vas a resistirte? -Doy un respingo ante esa sonrisa de satisfacción. He dejado de resistirme sin darme cuenta. -Ah, claro, ninguna persona puede resistirse a mis besos.

-N-no es eso... sólo me distraje un poco.

-¿Quedaste encantado conmigo?

-¡Que no es eso!

-Vamos, no seas tímido.

-¡No se trata de ser tímido! -¿Eh, qué es esto? Al bajar la mirada, veo las manos de Jimin acariciando mi entrepierna sin respeto alguno.

¡¡PAF!!

-¡Noo! -Como acto reflejo, le doy una cachetada a Jimin, me aparto de él y huyo hacia una esquina de la habitación. Le advertí muchas veces y nunca quiso hacerme caso. -¡No aproveche cuando estoy distraído para tocarme!

-Qué, no vas a perder un pedazo porque te toque un poquito.

-¿¡Qué tal si yo siento que pierdo algo!?

-No importa. Si también ganas algo, al final no pierdes nada.

-¿Com...-

-La gente dice que crece si lo acaricias. Yo lo hice pensando en ti, deberías agradecerme.

-¡Pues no necesito que lo haga por mí! -Agarro un cojín y se lo lanzo a Jimin, acertando justo en su cara. Antes de que Jimin empiece a gritarme, salgo de prisa del lugar.

-¡Oye, tú! ¿¡Así es como se comporta un sirviente!? ¡¡Deberías respetar más a tu amo, arrodíllate ante mí!! -Oigo los bramidos de Jimin desde el otro lado de la puerta. Cómo lo odio. Detesto a las personas así de atrevidas. Le saco la lengua a la puerta y echo a correr por el pasillo. Las ganas de reír que siento justo después de eso quedan en secreto, sólo para mí.

***

-Amo Jimin, ¿tampoco le gustan los pimientos?

-Los odio. ¿Algún problema? -Me rindo ante la actitud desafiante de Jimin y simplemente retiro el plato en el cual sólo quedan los pimientos. -Oye.

Lágrimas de mariposa blanca /JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora