Capítulo 6

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Llevaba varios días hablando por WhatsApp con Baby. Era un chico increíble y poco a poco lo iba conociendo mejor. Era muy buen tío pero en verdad sentía que cada vez me estaba putopillando más y más. ¿Quién lo diría, que de un chico tan fenomenal me enamoraría? Lo hablé con Clara y Susi, mis capricornio y acuario de confianza. Yo soy escorpio, por eso nos llevamos tan bien. Ellas coincidían, hacíamos muy buena pareja y cada vez me estaba ilusionando más y más. Esta conversación también la tuve con mis amigos los mejores y más increíbles el Manu y la Aga, les quiero mucho son geniales es que bua un amor en fin, otro rollo que majos, la pareja del año. Estábamos comiendo en la facultad de ADE (donde casualmente "estudia" nuestro increíble amigo Enrique te queremos) porque no tenemos nada mejor que hacer y empezamos a hablar del tema. 

-Que bien me entraba ahora un buen truñaco en el baño.- Dijo Manuel.

-Jajasínya.- Contestó Aga.- Me meo me meo, grábame.

-Mi horóscopo de hoy dice que en el amor todo va a empezar a ir bien. Nunca falla. Recemos.

Aga y Manu confiaban en que acabase pasando algo. Todos shippeaban Zamuel. Incluso Aga, quien no pasaba del 2 en lengua castellana en bachillerato [datos verídicos], empezó a escribir un fanfic, el cual había sido muy bien recibido por parte de los fans de nuestra relación.

Había pensado quedar con él un día de estos, probablemente el sábado, pero no sabía como decírselo. Él era un hombre ocupado, tenía muchos juicios a los que acudir y estaba muy solicitado. ¿De dónde sacaría tiempo para verme? ¿Y de ser así por qué lo haría? Dudo que quisiera quedar, soy escorpio.

Un día estuvimos hasta las 3 de la noche hablando sobre la vida. Era un chico muy profundo y me encantaba conversar con él. Aprendía mucho. Me dijo que iba a tener pronto un partido de baloncesto y me preguntó si quería ir. En un primer momento dudé, pues que miedo ir sola, pero Clara, Susi y Aga al parecer también iban, entonces me animé y le dije que sí. Era el próximo fin de semana. ¡Qué nervios!

Hasta entonces él y yo seguimos hablando normal. Ya se hizo habitual estar hasta la madrugada charlando por WhatsApp cuando le venía bien (es un hombre ocupado). Aún no habíamos quedado en persona pero no pasaba nada, estar así de bien me hacía muy feliz (verás tú la hostia). Poco a poco pasaban los días hasta que por fin, sábado. El día del partido había llegado.


El AbogadoWhere stories live. Discover now