Prólogo

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Una pequeña figura envuelta en varias mantas se encontraba entre el blanco manto que cubría el suelo. El fauno se acercó cautelosamente hasta divisar con claridad de qué se trataba. Soltó enseguida todo lo que llevaba entre sus brazos y recogió a la criatura sintiendo como el frío traspasaba las mantas. Su piel pálida como la nieve, y sus ojos cerrados le hacían temerse lo peor.

Este no supo que hacer, más que abrazar a la niña contra sí intentado darle calor.

De pronto, una sombra apareció tras el fauno. Con miedo, este se giró lentamente, soltado un gran suspiro al darse cuenta de que se trataba del gran león.
Aslan observó con ojos tristes a la criatura. - Me temo que ya es tarde. -

Sin embargo, los párpados de la niña comenzaron a aletear. Abrió los ojos lentamente provocando la sonrisa del fauno. En consecuencia, esta también rió y el hielo que los rodeaba comenzó a desaparecer, dejando ver el verde pasto que se encontraba bajo este. - ¿Es ella verdad? - preguntó el fauno tras ver lo que acababa de ocurrir. - Es la niña. Por eso ha conseguido sobrevivir. -

Aslan asintió acercando su hocico y acariciando la mejilla de la niña con cuidado. Esta volvió a reír debido al cosquilleo de la melena del león. - Conoces la profecía. - dijo él en tono solemne. - No podemos dejar que ella descubra que sigue viva. -

El fauno asintió de acuerdo. - Puedo encargarme de ella, si es lo que desea. -

Aslan asintió agradecido. - Tienes un noble corazón, señor Tumnus. Agradezco tu lealtad, pero de esto debo encargarme yo. -

El fauno besó con delicadeza la frente de la pequeña. - Buen viaje. - susurró mientras la pequeña lo observaba con sus ojos claros como el hielo.

Aslan sujetó las mantas con su boca y desapareció en el bosque junto con la niña.

El fauno recogió las cosas que había soltado anteriormente sabiendo que no volvería a ver al león hasta dentro de mucho tiempo. Miró a su alrededor con miedo, esperando que nadie lo hubiese visto. Sabía las consecuencias que tendría si ella se enteraba de lo que había hecho.

Who Am I | Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora