Capítulo 2

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Tras la cena de la noche anterior, estábamos tan cansados que en seguida decidimos irnos a dormir.

De camino a mi habitación, pasé por la habitación de las chicas, cuya puerta estaba abierta. - La aviación alemana bombardeó Gran Bretaña la pasada noche... - me detuve al escuchar la radio.

Susan miró a Peter con desaprobación, pidiéndole con la mirada que apagase la radio, pues no quería que sus hermanos se preocupasen más.

- Puedes pasar. - dijo Lucy en cuanto me vio.

- Oh no. Yo ya me iba... - dije enseguida.

- ¡Por favor! Quédate un rato. - suplicó.

Susan intervino intentando convencerme. - Sí, venga. Solo un rato. - asentí sonriente.

Lucy se revolvió en la cama. - Estas sábanas raspan. - dijo triste. Era evidente que echaba de menos su casa.

- Pronto volveremos a casa, no te preocupes. - intentó tranquilizarla Susan. Una sensación de tristeza me invadió al escuchar su comentario. Ojalá yo tuviese un lugar al que volver. Volví a sentir la mirada del mayor de los Pevensie sobre mí.
Sacudí mi cabeza desechando esos pensamientos.

- Eso si queda algo de ella. - intervino Edmund.

- Ed...- Le advirtió Peter de nuevo.

Me acerqué hasta la cama de la pequeña y me senté a su lado. No podía evitar sentirme mal por ella. - Además, en este sitio hay montones de cosas que podemos hacer. Seguro que lo pasamos genial. - la animé.

Lucy sonrió agradecida, y seguidamente se le escapó un bostezo. - Será mejor que yo también vaya a dormir. - me levanté dirigiéndome de nuevo a mi habitación. - Buenas noches. -

- Buenas noches. - respondieron todos.

~.~.~.~.~.~.~

El sol brilló entre las cortinas haciéndome despertar. Al principio no recordaba si quiera donde estaba hasta que miré a mi alrededor.

Me estiré desperezándome y retiré las mantas de mi cuerpo para levantarme de la cama.

Abrí el armario echando un vistazo a mi ropa. No hacía frío, así que no necesitaba abrigarme demasiado.

Corrí las cortinas dejando que toda la luz iluminase la estancia, y acto seguido salí de la habitación dirigiéndome al baño. Me disponía a abrir la puerta de esta cuando de pronto Peter salió, asustándome.

Su pelo rubio estaba despeinado y aún seguía en pijama, sin embargo, incluso de esta manera, debía admitir que estaba guapo. - Buenos días. ¿Cómo has dormido? - sonrió al verme.

- Buenos días. Bien, ¿Y tú? - pregunté.

- Otras veces he dormido mejor, pero bueno. - dijo escogiéndose de hombros.

Un silencio algo incómodo inundó el ambiente. Peter se apartó entonces de la puerta del baño, permitiéndome pasar. - Gracias. - cerré la puerta, y a continuación me lavé la cara con agua fría.

~.~.~.~.~.~

El desayuno fue tranquilo, excepto cuando Macready apareció anunciando que el profesor quería conocernos, y que fuésemos puntuales en la comida.

- ¿Podemos salir a jugar fuera? - preguntó Lucy inocentemente a Peter.

- Claro, podemos echar un vistazo. - respondió este.

Pasamos un par de horas explorando los grandes jardines. Lucy corría de un lado a otro tirando de Peter, Susan admiraba todo a su alrededor, y Edmund se encontraba sentado a un lado de brazos cruzados.
No me gustaba ver como se quedaba ahí solo, así que me acerqué a él.

Who Am I | Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora