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Lágrimas de dolor y de impotencia resbalan por mi rostro. Es un horrible sentimiento lo que siento ahora. No puedo hacer nada; ni siquiera puedo moverme con facilidad.

El se aprovechó de mí, hizo con mi cuerpo lo que quiso.

-Nena!- Laura. - Por Dios Mírate, ven te ayudaré, vamos al baño- me sostuvo como pudo y me ayudó a caminar.

- Con cuidado!!- me ayudó a sentarme en la bañera - Iré a buscarte ropa mientras se llena la regadera- asiento. Antes de salir por la puerta me miró y unas lágrimas se deslizaron por sus mejillas rosadas.

Recuerdos de mi madre se hacen presente en mi memoria. Recuerdo que me decía que me entregara a un hombre al cual yo amara y me sintiera segura. Que la primera vez es algo mágico que nunca es olvidada.

Pues esto nunca lo olvidaré.

- Ya regresé- mi corazón empezó a latir fuerte al ver el hombre detrás de Laura. Me mira con su cara sin expresión alguna.

- Tienes media hora, me tengo que ir - es lo único que dice.

- Claro jefe- dice Laura nerviosa, todos le temen es como el diablo en persona. Sus expresiones cuando abusada de mí no eran lindas. Él parecía molesto, me penetraba con violencia... Era, era muy extraño, como si fuera otra persona.

-Alice, Alice!- salí de mis pensamientos y mire a Laura.

-Lo siento que decías- no podía pensar con claridad.

- Estás bien? - pregunta.

- No. No quiero irme con él, no quiero dormir con él en la misma cama. - digo desesperada.

-Te entiendo pero él... Él es el dueño de nosotras y tenemos que hacer lo que el dice - niego no debería de ser así.

- Él es bueno sólo ha pasado por mucho.

- No lo creo. A ver Laura él me tiene aquí en contra de mi voluntad, me tiene como pago de una maldita deuda que tiene con mi padre. Soy un objeto para él, no le importó que soy una niñ... Que era una niña... El sabe mi historia, sabe por todo lo que he pasado en esta puta vida y Simplemente no le importó - más lágrimas resbalan por mi mejillas.

- Lo siento - me abraza consolandome.

(...)

- Nos vamos. - Declan aparece luego de unos minutos. Estoy sola en la habitación sentada en la cama. Al pararme quejidos salieron de mis labios por el dolor que sentí entre mi entrepiernas.

- No voy a decir lo siento. Tu te lo buscaste- me dice el muy cínico. - si hubieras puesto de tu parte no estuvieras tan adolorida.

- Eres la persona mas horrible que conozco- mis palabras salen con odio y el se ríe.

- Segura? Que me dices de tu mamá? te abandonó hace años. Y tu padre? un infeliz que te ha dejado sobrevivir sola.

No tuve respuestas a eso. El tiene razón que madre abandona a su hija y que padre deja a su hija vivir sola, sin apoyo, sin amor. Volví a sentarme en la cama, me siento débil, no tengo fuerzas ni para llorar.

- Esperaba más de ti alice.

Llegamos a su casa, me ayudó a bajar del auto y a subir las escaleras. Éstas se me hicieron eternas. Cada paso era sentir dolor.

- Hoy dormirás en éste cuarto. Para que descanses. - juro que se lo agradezco. Iba a entrar a éste pero una mano tatuada me lo impidió. Alze la mirada encontrándome la de él.

- Que tengas buenas noches. Mi amor- depositó un beso en mis labios y por unos segundos se quedó ahí. Se separó de mí y entré dejando salir todo el aire que tenía acumulado en mis pulmones.

(...)

Desperté por una horrible pesadilla en donde veo el rostro del tatuado. Con pereza me levanto de la cama y aseo mi cuerpo. Salgo de la habitación y voy hacia la cocina por un vaso de agua.

- Oh ya despertó la bella durmiente. - Declan está detrás mí, al girarme veo su cuerpo esbelto desnudo.

- Son las 3 de la tarde- mis ojos se abren como platos. Cómo dormí tanto? - Te encuentras bien? - su tono y expresión me dan a sospechar que está preocupado por mí.

- S-si eso creo - respondo sincera.

- Hoy no irás al club, te quedarás para que descanses todo lo que quieras. - se acercó a mí tomando mi cara en sus manos - Llama a una de las sirvientas para que te sirvan de comer. Me iré a duchar - dejó un beso en mis labios.

Eso se le está cogiendo de costumbre.

Yo misma preparé mi comida, no hay necesidad de pedir que me hagan lo que me puedo hacer con facilidad. Empecé a lavar los platos y dejé caer uno al escuchar de repente una voz gruesa.

-Que haces?

- Dios, piensas matarme- llevé una mano a mi pecho tratando de regular mi respiración. Me agache para recoger los pedazos del plato roto.

- Que cres que haces- Declan me hizo levantar del suelo. - No tienes que hacer el trabajo de las sirvientas, eres mi mujer no una empleada. - su rostro tiene esa expresión expresión de enojado que lo caracteriza.

- Yo estoy r...- un apretón de mano me hizo silenciar.

- Deja eso como está y sube al cuarto... A mí cuarto... No te quiero ver haciendo esto a menos que yo te lo pida. Ok? - asiento, pero no entiendo cual es su problema con que lave unos platos.

-La próxima vez que te vea te haré limpiarlos con la lengua Alice - lo miré asustada.

- Entendí. Ya sueltame- me miró unos según dos más y soltó mi mano de forma brusca.

- Descansa lo más que pueda, cuando llegue te voy a necesitar despierta. - sin más salió de la cocina dejándome aturdida con lo que acaba de decir.

Me aterra.

Este hombre me aterra.

Besos y abrazos de colores.

La historia está disponible en dreame
https://m.dreame.com/novel/2376147968.html 





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