Capítulo 28

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The Only I've been missing (1/2)

24 de Diciembre.

Luke

¿Qué es amor? Maldita sea, para muchos el amor es sentirse en las nubes sin embargo para mí el amor es dolor, por qué es lo único que he sentido en mis cortos años es esa fase, pero ¡Dios! Juro que el amor era verlo a él y sus hermosos ojos, verlo y sentir mariposas y quererlo golpear en su perfecto rostro. El amor para mí era sentir sus labios pegados a los míos, pero el amor también era llorar en las noches cuando él no estaba a mi lado, era sentir que cada pelea me arrastraba al infierno, era sentir que las llamas me quemaban hasta dejarme hecho cenizas. El amor era él, era su cabello, eran sus cejas, sus ojos y sus pestañas, eran mejillas sonrojadas y su nariz, eran sus labios y el sabor de estos, pero lo más importante el amor era su forma de abrazarme al dormir y como sus brazos estaban al despertar, rodeando mi cuerpo para mantenerme en calor, el amor era él con todo y sus perfectas imperfecciones. Lo amaba pero lo odiaba de una manera extraña que ni yo mismo lograba comprender y que tampoco quería entender.

[...]

—  Bueno ¿Y tú qué traes? Estas muy nervioso — preguntó la castaña viendo a Michael— Desde hace horas estás viendo la televisión.

—  Pues eso es lo que hago. — contestó obvio.

—  Pero ¿Apagada? — se sentó junto a él y le dio un poco de chocolate caliente— Estás nervioso ¿Por qué?

—  No es nada, es por la cena de hoy y por que aun no llega nadie de la familia.

—  Tranquilo ellos llegarán pronto solo tienes que esperar.

—  Bien, creo que iré a mi habitación con Luke.

— Llevale un poco de chocolate caliente.

Michael asintió y subió las escaleras con dos tazas de chocolate caliente, al llegar a la puerta de su habitación respiró profundamente y abrió la puerta para acto seguido soltar el aire retenido en sus pulmones.

—  Traje un poco de chocolate caliente que hizo Marye.

—  Gracias amor — sonrió y se levantó un poco de la cama para poder tomar la taza— ¿Ya han llegado nuestros padres?

—  No, ni siquiera han llamado. — el celular de Michael comenzó a sonar y la foto de la madre de Luke se hacía presente en la pantalla.— Es tu madre — Luke se encogió de hombros y tomó un poco del chocolate mientras el teñido contestaba la llamada— ¿Si?

Hola cariño ¿Donde estas?

—  En casa ¿Ya han llegado al aeropuerto?

Si, es por eso que te llamo ¿Vendrás por nosotros?

—  Bien, llego en menos de una hora.

Date prisa porque tú y yo tenemos muchas cosas de que hablar jovencito.

—  Claro — contestó con un poco de nerviosismo— Voy para allá.

Michael colgó la llamada y observo al rubio frente a él. Luke lo miraba con sus ojos brillosos y un bigote de chocolate en su boca.

—  ¿Ya están aquí? — preguntó el rubio tomando lo poco que quedaba del líquido— ¿Quieres que te acompañe?

—  Tienes chocolate en la boca — se acercó a la boca del rubio y comenzó a limpiar con su lengua y sus labios— Ya quedo.

—  ¡Mierda! — cerró sus ojos y trato de ocultar su erección— ¿Tienes que ir ahora?

—  Si, son nuestros padres y... Ooh — miró la entrepierna del rubio— Debo de ir — habló entre cortado— Pero regresaré para terminar lo que ni siquiera hemos empezado.

—  Entonces vete ya.

Pasaron dos horas y Michael había llegado junto a sus padres y los padres de Luke y sus hermanos. Mientras la madre de Luke y la madre de Michael hacían la cena para recibir la Navidad Michael y Luke terminaban de hacer lo que ni siquiera habían empezado.

—  Bien y Ahora ¿Qué hacemos? — preguntó el rubio acostado en el pecho del teñido.

—  Descansar lo que resta del año, me haz dejado sin nada — beso la nariz de su ¿novio?— Necesito reponer mis fuerzas.

—  ¡Michael, Luke! — gritaba Liz desde el inicio de las escaleras— ¿Podrían bajar a ayudarnos?

—  ¡Ya vamos, mamá!

La gran mesa estaba lista, cada uno de los integrantes se preparaba para la gran cena, el pavo estaba en el horno y el ponche de frutas se encontraba en la estufa calentándose. Michael fue el primero en bajar a la gran sala de estar, se miró en el espejo y sonrió para si mismo.

—  Pareces idiota sonriendo al espejo — Calum interrumpió con una sonrisa— Te ves bien ¿Cuánto tiempo tenía que no te bañabas? — cuestionó en cuanto llegó al lado de su mejor amigo.

—  Muy gracioso Hood — el nombrado soltó una risa — De igual manera te ves bien.

—  ¿Nervioso? — preguntó al ver como su mejor amigo movía sus dedos— Todo saldrá bien, no tienes nada de qué preocuparte — lo abrazó tratando de calmar sus nervios.

—  Eso espero es solo que... — no termino su frase cuando volteó a la escaleras y su rubio bajaba por ellas con un traje negro — ¡Mierda! — se soltó de su amigo— Te ves jodidamente hermoso ¿Cómo mierda es posible que te veas así? — sus ojos se iluminaron.

—  ¡Ay no! — Calum suspiro— Michael comenzará a llorar.

—  Y tenías que arruinar el momento — el teñido le soltó un golpe en la cabeza— Y si, efectivamente voy a llorar, solo míralo es hermoso — Calum rodó los ojos.

—  Mejor ire a ver si Marye y los demás ya están listos.

Sus ojos verdes recorrieron el cuerpo de Luke, admirando cada parte de él, desde la punta de sus botas recorriendo su cuerpo vestido con aquel traje negro, hasta la última hebra de su cabello rubio perfectamente peinado, sus uñas estaban perfectamente pintadas de negro, sus dedos adornados por unos cuantos anillos.

—  Luke Hemmings, eres hermoso.

—  Oh cállate idiota — se sonrojo— Deja de verme así.

Todos estaban reunidos esperando a que las madres de cado uno de los chicos agradecieran por otro año más juntos en navidad y próximamente en año nuevo. Los nervios de Michael crecían conforme la cena avanzaba, sus manos sudaban demasiado y se comenzaba a mover incómodo en su asiento.

— Amor ¿Te encuentras bien? — preguntó el rubio en el oído de su novio— ¿Quieres que vayamos a dormir?

—  No, estoy bien. — sonrió para tranquilizar al rubio y discretamente dejo un beso en sus labios.

—  Miren — Marye atrajo de atención de todos— Faltan dos minutos para que sea navidad.

—  ¿Qué les parece si vamos a abrir los regalos? — preguntó Joy levantándose de su silla, todos asintieron y corrieron a la sala donde estaba el gran árbol con los más de 50 regalos — Bien ¿Quien quiere empezar?

—  Yo.

Su hijo levantó la mano y se acercó al árbol para tomar los regalos para sus padres, su hermana y su novia. Así fueron pasando cada uno de ellos hasta que el último en pasar fue Michael entregando los regalos a todos y cada uno de lo presentes.

Secret love -Muke Clemmings-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora