[CANCELADA] Killer Bean: De Camino a la Agencia

Capítulo 3. Hunter Bean

Killer Bean.
A medianoche, más o menos a las 4 de la mañana, me levanté pues me empezó a molestar un ruido extraño. Miré toda la habitación buscando algo sospechoso y, por si acaso, tomé mis... ¿dónde están mis armas? Tanteé con la mano en la mesa de noche, pues no veía muy bien. Al hacerlo, me di cuenta de que mis armas no estaban ahí.

-¿Dónde...? -murmuré.

-¿Buscas algo? -escuché a otra voz decir.

-¿Quién eres? -dije, al tiempo en que se encendían las luces.

-Puedes llamarme Hunter Bean.

Lo miré de pies a cabeza, Hunter Bean... por fin la Agencia había enviado a alguien a matarme, de nuevo. Este tipo estaba vestido con una camisa de cuadros y un pantalón de mezclilla, un "cazador" como él se hacia llamar. En sus manos tenía mis armas, y en su espalda, un hacha.

Él sonrió ante mi desconcierto.

-¿No vas a decir nada? -preguntó él.

-Dame mis armas.

Él rio.
-No -y en casi un segundo, sacó su hacha e intentó atacarme. Lo esquivé dando una voltereta- . ¿Es todo lo que tienes? -seguía con esa sonrisa.

Me lanzó varios de sus ataques, uno de ellos me hizo una raspón en la mejilla, yo lo miré enojado, en el suelo. Le dí una patada, él calló y logré quitarle el hacha. Aún tenia mis pistolas.

Se levantó y me apuntó con ellas, yo levanté el hacha en forma de amenaza, sin embargo él no se inmutó, seguía igual de seguro que al principio. Comenzó a disparar y yo bloqueé las balas usando el hacha como escudo.

Logré acercarme lo suficiente como para dar un ataque final. Él lanzó las pistolas hacia mí cuando se acabaron las balas, las esquivé.

Al intentar terminarlo, él alcanzó a sostener el hacha y empujarla hacia mí.

-¿Crees que se acabará tan fácilmente?

-Qué gracioso, justo eso iba a preguntarte.

Él se asombró.

-Estás demasiado seguro, ¿acaso no piensas que podrías morir?

-No en realidad.

Luego de decir eso, le di una patada entre las piernas, a lo que Hunter retrocedió. Pudé tomar su hacha completamente y destrozarlo hasta matarlo. Lo miré algo decepcionado.

-Pensé que durarías más. -después solté el hacha, me dí la vuelta, tomé mis armas y salí por la ventana del lugar. Ya eran 5 de la mañana, aún así, todavia salía la Luna.