MÁS ALLÁ DEL TIEMPO (Omegaverse)

CAPITULO XLII

Aedan había bajado a la cocina donde hana estaba tan apurada preparando una sopa de verdura totalmente verde incluso Aedan al verla puso una expresión de angustia al pensar que tendría que comer eso a lo cual Hana aseguro que era una "sopa especial" para su joven amo, Aedan pudo ver una expresión de satisfacción en el rostro de la mujer, El castaño tenía un gran antojo de pan recién horneado así que le había pedido a unas de las jóvenes servidumbres le ayudará reconociendo a las chicas que estaba dentro de la habitación del alfa a su regreso, tal parecía que las jóvenes estaba aún avergonzada, después de estar preparando algunos panes las chicas rompen el silencio "le pedimos nos perdone mi señor, por favor no nos despida".  Aedan nunca pensó en despedirlas incluso no recordaba aquello pero ya una vez tocado el tema y vuelto a su memoria "les aclararé algo..... No las despediré está vez, pero no tolerare este tipo de acciones no habrá más advertencias". Aunque Aedan no parecía enojado ni exaltado la forma de hablar de alguna manera hacía temblar a las mujeres, Hana entraba apresurada a la cocina mirando la escena un poco confundida preguntando si sucedía algo, Aedan le pide ayuda para subir todo el desayuno a la habitación de Eldric asegurando que todo estaba bien.
El Omega se sentía diferente en todos los aspectos aunque en el pasado hubo temporadas dónde podía disfrutar de la tranquilidad y una gran armonía con su esposo está vez habia otro tipo de sentimiento era más "real" y por ello se sentía más avergonzado, Eldric había tomado una actitud completamente diferente siendo bastante atento en cuanto a las necesidades de su esposo el aún dormir separados les hacía sentir como si algo faltará, sin embargo ni Aedan ni Eldric dirían "duerme conmigo" no por orgullo o vergüenza si no por el echo de darse espacio mutuamente al sentir que las decisiones tomas siempre habían Sido apresuradas ambos estaban de acuerdo en ir paso a paso.

— ¡buenas tardes Aedan!

Gilbert saludaba con una amplia sonrisa muy propia de él, sentándose junto al Omega quien leía un grueso libro lo deja sobre sus piernas para mirar al rubio Alfa quien había llegado para revisar la salud de Eldric y el avance en la mejoría de su pierna.

— Gilbert.... Bienvenido

— realmente pensé que te irías.

Aedan desvía la mirada un poco avergonzado.

— ..... Yo..... Yo también lo pensé.

— eso explica la gran mejoría de Eldric, siempre que estás cerca el tiene buen semblante.

Aedan lo mira curioso sonriendo como si hubiera recibido un gran elogio.

— ¿De verdad? Y ¿cómo va su pierna?

— bastante bien, no sanará como se debe es un maldito terco que no se queda quieto, pero estará bien, sus pulmones se escuchan bastante bien.

— oye.... Oye... Debes decir que he Sido un buen paciente.

Eldric llega hasta ellos sentándose frente a Aedan sonriéndole, quien un poco ruborizado mira la portada del libro en sus piernas, faltaban algunos días para que Stella, Marcus y Liam llegarán de su viaje las actividades en la mansión para Aedan habian aumentando evitando por supuesto aquellas que le hicieran hacer esfuerzos, Eldric se iba después del desayuno y siempre llegaba para la cena, en cierto día el alfa le anuncio un viaje al principado que le tomaría un par de días aún sin Marcus debía atender los asuntos fuera de Luxember, un poco preocupado Aedan se quedaba en casa a la espera del regreso del alfa, quizás por el simple echo de saber que estaba lejos y tardaría en volver una especie de ansiedad se apoderó de su cuerpo mirando cada vez por la ventana hacia la entrada principal, incluso aunque no dormían en la misma habitación el saber que no estaba le provocaba insomnio eran tan solo dos días pero Aedan lo sentía como si fueran los tres años en los que no lo había visto, una nota había llegado en el segundo día cerca de la cena dónde Eldric avisaba que no podría llegar y se disculpaba dando un gran suspiro Aedan subía a su habitación un poco desanimado y decaído, no era la primera vez que Eldric salía de viaje o que tardará más en regresar, pero si en anunciar su tardío retorno demostrado su consideración para con Aedan.
Poco podía hacer Eldric por safarse de la muy aburrida junta de reporte de los magisterios todos eran unos viejos oportunistas que querían quedar bien con los consejales solo un tercio del tiempo con los viejos eran sobre el reporte el resto eran alagos y sandeces que sacaban de quicio a Eldric, aunque a el principal le divertían, los magisteriales habían organizado una fiesta para celebrar el triunfo del principado sobre la oposición a la cual Eldric no pudo negarse ir y en su desesperación por regresar a casa decidió irse a mitad de la fiesta a fin de cuentas los ancianos no lo notaría al estar ebrios en ese momento, despidiéndose de Daniell, parte hacia Luxember el clima nocturno era bueno la brillante Luna le hacía sentir nostálgia recorriendo el camino, no dejaba de pensar lo afortunado que era, por primera vez sentía que alguien lo esperaba en casa.
Había llegado un poco más de media noche las luces de la habitación de Aedan ya estaban apagadas y la mayoría de los sirvientes estaban en sus habitaciones, solo Hana, Nailen y otros aún estaban dando las últimas vueltas por la mansión verificando todo, un poco sorprendida Hana recibe a su joven amo.