CAPITULO XLI

613 73 5
                                    

El suave sonido de las aves cantando fuera de la ventana molestaban el plácido sueño del alfa, una voz conocida lo llama haciendo que despertara perezosamente, removiendosé se lleva las sábanas hasta cubrir su cabeza completamente, la voz conocida vuelve a llamarlo tenía tanto sueño que estaba comenzando a molestarse ante la insistente voz, era Hana quien le había llevado el desayuno Eldric se incorpora aún con los ojos cerrados y el cabello totalmente alborotado, sientiendo un aroma extraño y una sensación tan diferente a la ya acostumbrada abre los ojos de poco a poco ante la deslumbrante luz del Sol los vuelve a cerrar casi al instante tallandosé un poco los vuelve abrir, no era su habitación reconocía el lugar y mirando un poco más reconoce habitación contigua a la suya, por alguna extraña razón sabe que hay algo diferente en el lugar, ¿Las sábanas? ¿Los muebles? ¿La alfombra? No, no era eso era algo más pero ¿Que era? Hana lo despierta totalmente llevándole el desayuno, pone en su mano una taza de algo muy oloroso no era desagradable era algo muy cítrico, su cabeza dolía y su cuerpo estába un poco débil nada inusual después de un resfriado lo bebe obediente mientras observa a la mujer recoger algunas cosas del suelo, se sienta frente a su desayuno y comienza a comer lentamente el sabor era insípido y nada bueno, mira hacia la ventana cuyas cortinas estaban levantadas dejando ver un cielo azul y en total calma, algo que no siempre pasaba por las mañanas en Luxember, por más que trato no pudo terminar su comida su estómago estaba un poco revuelto, y teniendo una sensación de extrema rareza se dirige a su habitación por la puerta que conectaban ambas, mirando el lugar siente el aroma dulce empalagoso llenando sus fosas nasales.

— ¡cariño! ¿Que haces aquí?

Una dulce y suave voz se hace presente dándose media vuelta mira a su esposa, delgada, alta, rubia embonando una sonrisa pequeña en sus labios carnosos y color rosa perfecta en todo sentido de la palabra.

— ¿Aurelia?

Por alguna extraña razón Eldric se precipita sobre ella tomándola entre sus brazos la aprieta contra su pecho, besando su suave y fragante cabello dorado no sabía porque pero el hacerlo le hacía sentir nostálgico, la mujer lo empuja levemente mientras arregla su cabello.

— uuaa..... ¡basta! Estás muy sudado además estás enfermó aún sabes que no me gusta que me toques así.

Deslizando su bata seduciendo al hombre frente a ella dejando ver su piel blanca porcelana levanta su pierna larga y delgada sobre el banquillo para subir su media con encajes de seda importada, ante está sugerencia Eldric la abraza por la cintura rodeándola totalmente besa su mejilla rosada, bajando sus manos hasta encontrar sus suaves piernas la mujer en una brusca acción las retirá mirándolo un poco molesta, da un fuerte suspiro tomando algunas cosas se dirige al cuarto de baño.

— lo siento no volverá a pasar es solo.....

— te he dicho cuánto odio enfermarme y te he pedido muchas veces que no me toques cuando estás enfermó, ¿acaso es tan difícil para ti respetarme?.

Eldric no dijo nada mirando un poco apenado a la mujer ahora recordaba la noche anterior había regresado de un viaje largo y debido al mal clima durante todo el viaje le había dado un resfriado, se echa el cabello hacía atrás da un fuerte suspiro saliendo de la habitación hacía casi tres semanas que no veía a su mujer y ella lo había evitado por su resfriado enviándolo a dormir a la habitación contigua, bajando por las escaleras mira el feo tapiz de la pared estaba casi seguro que algo faltaba sin prestarle más interés a ello llega hasta la sala donde habían puesto fruta fresca Aurelia ordenaba cambiarla a diario aunque ella no probaba ni una sola, Eldric toma algunas uvas y las come, cortando un racimo las lleva a la joven criada que limpiaba los barandales de las escaleras, abriendo los ojos de par en par y con la cara totalmente roja las recibe con mano temblorosa, Eldric se recarga en el barandal mientras termina de saborear las uvas en compañía de la joven quien había detenido sus labores para comer uvas junto a su amo, el gusto duro apenas la fruta se terminó Aurelia habia visto la escena bajando mira imponente a la chica con una expresión amenazante.

MÁS ALLÁ DEL TIEMPO             (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora