En la víspera de navidad, toda la familia de los Sanders se reunía en la casa de los abuelos junto con todos los tíos y primos, lejanos y cercanos, para esperar la llegada de los regalos.
La hija menor de la familia, Lelah, estaba emocionada por la llegada de los regalos y a cada rato le preguntaba a su madre: ¡Mamá, mamá! ¿Cuando llegan los regalos?. La madre siempre le contestaba que llegaban al día siguiente y que tuviese paciencia que Santa Claus se tomaba su tiempo. La pequeña estaba ansiosa por saber si Santa Claus le traía la muñeca que tanto le gustaba, se hacia ilusiones de que apenas llegara la iba sacar de su caja y jugaría con ella, la peinaría y harían fiestas del té juntas.
La noche se hacia larga y a Lelah le ganaba el cansancio, su madre la llevó a la cama pero ella insistía en quedarse despierta hasta que los regalos llegasen, pero al final terminó durmiéndose. Mientras soñaba con sus regalos un sonido extraño la sacó de ellos, ella se levantó y miró a su alrededor pero solo había sido una revista que el viento tumbó.
Mas tarde, otro sonido despertó a la niña pero este ya no era el viento sino que provenía del baño. En el lugar donde estaban los adultos tampoco se escuchaban sonidos, al parecer todos habían salido a tomar cerveza o a comer algo y seguramente volverían pronto. Lelah, se paró de la cama restregándose un ojo para poder despertar y se dirigió al baño para ver que sucedía, encendió la luz del baño y recogió la crema dental que estaba en el suelo, la guardó en su lugar y se miró en el espejo con un gran susto. Alguien había entrado al baño y había escrito con la crema dental "Feliz Visera de Navidad, pequeña" pero se veía un poco extraño el color de la crema ya que no era del todo blanca... Se veía rosada, como si alguien tuviese los dedos manchados de rojo y, con la crema dental, se hubiera mezclado.
Y otro sonido extraño se escuchó en la habitación, la niña volteó su cabeza lentamente diciendo en voz baja "¿Mami?" pero no era ella, solo era la puerta abriéndose sola. Pero tenia tanto miedo de salir sola que se escondió en la cama y se cubrió de pies a cabeza.
Cuando solo faltaba cerrar los ojos completamente para volverse a quedar dormida... Sonaron unas pisadas fuera del cuarto "Pequeña, ya llegaron los regalos ¿Quieres verlos?" decía la voz que estaba del otro lado de la puerta, Lelah se destapó y observó cuidadosamente. Había un hombre, con un sombrero estilo fedora y una chaqueta beige larga, al que no se le veía la cara, solo estaba de pie mirando a la niña mientras repetía y repetía "¿No quieres ver los regalos?". Lelah desconfiaba del hombre pero la ansiedad por ver sus regalos era mas fuerte. Así que se paró rápidamente y fue directo a los regalos ¡Estaban ahí!
La niña buscaba el regalo tenia su nombre pero no lo hallaba hasta que se escuchó detrás de ella "Acaso estas buscando este regalo?", ella lo miró y le asintió al hombre, "Pero para obtenerlo tienes que verme a la cara y desearme el Feliz víspera de navidad, ¿entendido?". Todo era confuso para Lelah pero si con eso obtenía su regalo, aceptaba. Ella se acercó, y se acercó a una distancia prudente pero el hombre le insistía "Mas cerca" y ella lo hacia. Justo cuando casi se tocaban las narices una luz se encendió sobre ellos y dio a conocer la horrible y espantosa cara del hombre. Era tan horrible que se podían ver colmillos detrás de sus dientes, los ojos que le sobre salían de las cuencas casi rojos, las cicatrices y heridas abiertas por toda la cara. El grito de Lelah resonó por todo el barrio, lo que hizo despertar a todos los vecinos. Algunos preocupados entraron.
Y al entrar a la casa de lo Sanders, lo primero que se veía era a una niña de 6 años, tirada en el suelo, botando espuma por la boca y con los ojos volteados, con un regalo en su mano.
¡Felices Navidades!
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Respira profundo
ParanormalEn medio de la oscuridad, donde tus miedos se apoderan de tu mente y los latidos de tu corazón incrementan, es cuando la presencia que acecha en tu habitación aprovecha para acercarse. Lo desconocido se vuelve aterrador y sabes que ya no puedes esta...