Capitulo 2 parte 3🖤

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Si quieres pasar por delante de mí, pagas. - Puso las palmas sobre el mostrador, donde una tabla de precios había sido pegada con celo, mostrando que debía quince dólares.
Solo efectivo.
No tenía efectivo. E incluso si tuviera, no lo habría gastado para pasar unos pocos minutos interrogando a Patch sobre su vida personal. Sentí cómo me enfadaba al pensar en la asignación de asientos y por tener que estar aquí, en primer lugar. Solo tenía que
encontrar a Patch, después podríamos mantener la entrevista fuera. No había conducido hasta aquí para volver con las manos vacías.
- Si no estoy de vuelta en dos minutos, pagaré los quince dolares. - Dije.
Antes de poder ejercitar un mejor juicio o reunir un poco más de paciencia, hice algo totalmente fuera de sitio y me colé entre las cuerdas. No me detuve ahí. Me apresuré a
través del arcade, manteniendo los ojos bien abiertos en busca de Patch. Me dije a mí mismo que no me podía creer que estuviera haciendo esto, pero era como una bola de nieve, ganando velocidad y fuerza. Llegados a este punto sólo quería encontrar a Patch y salir de allí.
El cajero me siguió, gritando:
- !Eh!
Seguro de que Patch no estaba en el piso principal, corrí abajo, siguiendo señales para la Sala de Billar de Ozz. Al final de las escaleras, una luz tenue iluminaba varias mesas de
poker, todas en uso. Humo de puro casi tan espeso como la niebla envolviendo mi casa nublaba el techo bajo. Situadas entre las mesas de poker y el bar había una fila de mesas
de billar. Patch estaba estirado a través de la que estaba más lejos de mí, intentando un tiro complicado.
- !Patch! - Grité. Justo cuando hablé, disparó hacia delante su palo de billar clavándolo en el tapete. Su cabeza se levantó de repente. Se me quedó mirando con una mezcla de sorpresa y curiosidad. El cajero bajó ruidosamente por las escaleras, detrás de mí, atrapando mi hombro en su mano.
- Arriba. Ahora.
La boca de Patch se movió formando otra sonrisa que apenas estaba ahí. Difícil decir si era burlona o amistosa.
- El está conmigo.
Esto pareció tener algún poder con el cajero, que aflojó su agarre. Antes de que pudiera cambiar de idea, me sacudí su mano y zigzagueé entre las mesas hacia Patch. Di los primeros pasos amplios y seguros, pero encontré que mi confianza desaparecía a medida
que me acercaba a él.
Fui consciente de inmediato de que había algo diferente en él. No podía captar exactamente qué, pero podía sentirlo como electricidad. ¿Más animosidad?, Más confianza.
Más libertad para ser él mismo. Y esos ojos negros me estaban llegando. Eran como imanes aferrándose a cada movimiento mío. Tragué saliva discretamente e intenté
ignorar la danza nerviosa de mi estómago. No podía captar exactamente qué, pero algo
en Patch no estaba bien. Algo en él no era normal. Algo no era... seguro.
- Perdón por colgar. - Dijo Patch viniendo a mi lado - La cobertura no es genial aquí abajo.
Sí, claro. Con un giro de cabeza, Patch les indicó a los demás que se fueran. Hubo un silencio incómodo antes de que nadie se moviera. El primer tío en marcharse me golpeó el hombro al pasar. Retrocedí un paso para recuperar el equilibrio y alcé la vista justo a tiempo para recibir las frías miradas de los otros dos jugadores mientras se iban.
Genial. No era culpa mía el que Patch fuera mi compañero.
- ¿Bola ocho? - Le pregunté alzando las cejas e intentando sonar completamente seguro de mí mismo, de mi entorno. Tal vez él tuviera razón y el Arcade de Bo no fuera mi tipo de sitio. Eso no quería decir que fuera a salir disparado hacia la puerta - ¿Cómo están de altas las apuestas?
Su sonrisa se amplió. Esta vez estaba bastante seguro de que se estaba burlando de mí.
- No jugamos por dinero.
Dejé mi bolso en el borde de la mesa.
- Qué mal. Iba a apostar todo lo que tengo en tu contra.
- Unas pocas preguntas rápidas y me voy.
- ¿Cretino? - Patch leyó en voz alta, apoyándose en su palo de billar - ¿Cáncer de
pulmón? ¿Se supone que eso es profético?
Abaniqué el trabajo en el aire.
- Asumo que contribuyes a la atmósfera. ¿Cuántos puros por noche? ¿Uno? ¿Dos?
- No fumo. - Sonaba sincero, pero no me lo tragué.
- Mm-hmm. - Dije colocando el papel entre la bola ocho y la morada lisa.
Empujé accidentalmente la morada lisa al escribir Definitivamente puros en la línea tres.
- Estás estropeando el juego. - Dijo Patch, todavía sonriendo.
Lo miré a los ojos y no pude evitar igualar su sonrisa ―brevemente.
- Espero que no en tu favor. ¿Tu mayor sueño?
Estaba orgullosa de ésa porque sabía que le bajaría los humos requería reflexionar.
- Besarte.
- Eso no es gracioso. - Dije, sosteniéndole la mirada, agradecido por no haber tartamudeado.
- No, pero te hizo ruborizar.
Me impulsé sobre el lateral de la mesa, tratando de parecer
imperturbable mientras lo hacía. Crucé las piernas, usando la rodilla como tablero de escritura.
- ¿Trabajas?
- Limpio mesas en el Borderline el mejor mexicano en la ciudad.
- ¿Religión?
No pareció sorprendido por la pregunta, pero tampoco pareció entusiasmado por ella.
- Creí que habías dicho unas pocas preguntas rápidas; Ya estás en la número cuatro.

🖤🥀Tu Angel Caido🖤🥀》♡Sasunaru♡《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora