MARIANA. Ombres de la dépression...

PARTE 2-2

Pasan los días, y estos cambios se hacen muy evidentes, compra ropa de acuerdo a su nueva figura, un poco más moderna, ingresa al gimnasio para mejorar su fisco, el cual con mucha dedicación y esfuerzo logra en unos meses.

Aunque no tiene pareja; busca nuevos retos, su vida empieza trabajando en un pequeño centro comercial, administrándolo; pero con el tiempo llega a tomar posesión de un gran capital, gracias a sus negocios, pero sobre todo a sus "planes", las inversiones que consigue al otorgar "favores" a algunos de sus inversionistas. En aquella pequeña ciudad (San Felipe) donde está viviendo; pasa de ser una persona poco conocida, a ser una gran inversionista.

Ha pasado ya un año desde que llego a San Felipe y tiene todo lo que se ha propuesto; Ricardo y ella hablan a menudo, pero cada vez que Ricardo quiere saber en qué sitio se encuentra para irla a visitar ella se niega o cambia la conversación; por otra parte, Ricardo ya se encuentra recuperado, la enfermedad que padecía ya quedo en el pasado y esto producto de la ayuda de Mariana, la cual pago la mayoría de su tratamiento como un préstamo que le hizo a su amigo.

Un día cualquiera, mientras Mariana está en su oficina, llega uno de los inversionistas a hacerle una propuesta; la invita a pasar un fin de semana en una finca cerca a la playa, ella al principio se niega, pero tras la insistencia de Arturo, el inversionista, acepta.

Arturo, es un joven de 28 (veintiocho) años, mide 1,80 centímetros de estatura; trigueño; ojos verdes; cabello negro; contextura física atlética y muy marcada. Un joven de padres económicamente pobres, pero que, gracias a su físico y a su intelecto, lo ha llevado a tener dinero y mujeres por montón. Pero solo una mujer le llama la atención, Mariana.