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<Un día mi padre me dijo "no dejes que esto se te olvide".
Él me tomó en sus brazos y le escuché decir "cuando seas mayor, tu vida loca vivirá días de juventud", "piensa en mí si alguna vez estás asustado".
Él dijo dejarás este mundo así que vive una vida que recuerdes".
Mi padre dijo cuando era solo un niño "estas son las noches que nunca morirán".
Un día mi padre me dijo "no dejes que esto se te olvide" él me tomó en sus brazos y le escuché decir "cuando seas mayor, tu vida loca vivirá días de juventud", " piensa en mí si alguna vez estás asustado".
Él dijo "un día dejarás este mundo, así que vive una vida que recuerdes">

마녀.

Sunhee.

Apenas bajé del avión respiré profundamente cerrando mis ojos. Aprovecharía estos años para poder desconectar y mejorar en mis proyectos con las pinturas y mis libros. También me familiarizaría con la fotografía que se estaba volviendo mi nuevo hobby.

Una vez entro al aeropuerto escucho un grito proveniente de mi madre a unos metros de distancia.

_Sunhee —pronuncia mostrando su reluciente sonrisa— dame alguna de las maletas, tu padre nos espera en el estacionamiento

Asentí.

_¿Por cuanto tiempo piensas quedarte?, no sabes lo feliz que nos hace tenerte aquí, a pesar de las circunstancias

Le conté lo que sucedió con Yoongi cuando me encontraba en Pyeongtaek, le dije que después de todo sí volvería a Jeju.

_No estoy segura, tal vez sean un año o dos, cuando haya mejorado lo suficiente con mi escritura y con mis pinturas volveré, además tengo planeado ahorrar mucho dinero.

_Cuando regreses, ¿seguirás quedándote en Pyeongtaek o te irás a otra parte?

_No puedo volver a Pyeongtaek, todo ahí me recuerda a... él, mis opciones son Seúl o Busan; podría tener suerte trabajando allí, quien sabe.

_Bien, espero que también uses este tiempo para poder despejarte y olvidarte de él, amor —acaricia mis hombros como forma de apoyo—


Asiento con una sonrisa y caminamos en silencio hacia el auto de papá. Una vez que llegamos me recibe con un abrazo, recalcando lo mucho que nos extrañaba.
Hacía tiempo que no me sentía como en casa, tanto estres y problemas me estaban consumiendo por dentro y necesitaba un stop, un tiempo para descansar y pensar.

_Tenemos una sorpresa en casa, lo trajo tu madre antes de venir hacia el aeropuerto —comenta mi papá desviándose por una de las curvas de la carretera—

_¿Qué es? —sonrío incorporándome hacia adelante—

_Lo verás cuando llegues amor.

Y así pasamos casi dos horas entre risas y comentarios absurdos hasta llegar a casa.

_Tu regalo te espera en tu antiguo cuarto, pero primero baja las maletas —dice mi madre cuando nota mis intenciones de ir directamente hacia mi habitación—

Agarro las maletas con ayuda de ambos y me adentro en la sala de estar por medio de una puerta corrediza.
El holor a contaminación, los ruidos de los vecinos, los automóviles y el regadero de personas en las calles los siete días de la semana serían, sin duda, algo que no extrañaría.

Dejamos las cuatro maletas en un rincón y mis padres me hacen una seña para que suba a mi habitación; rápidamente asiento y sin que vuelvan a repetírmelo subo las escaleras.

_Bien Sunhee, veamos que se traen entre mano tus viejos —susurro abriendo la puerta del cuarto y soltando un chillido al ver a un gatito de tan solo meses acostado sobre una sábana color carmesí en mi cama— es hermoso —susurro acariciándolo. Tenía un pelaje color negro, con una manchita apenas visible en el medio de la frente, haciéndome recordar a la gatita de Sailor Moon y unos ojos de un gris muy penetrante—

Bajo las escaleras con el gatito en las manos y le sonrío a mis padres.

_Negro —pronuncio mostrando una sonrisa divertida—

_Lo del color no fue al propósito —se defiende mi madre— las brujas no solo tienen gatos con el pelaje negro, sólo es un estereotipo.

_Lo se sólo bromeaba, gracias en serio —les doy un pequeño abrazo a ambos junto con un beso en la mejilla— no podría ser más perfecto.

[...]

_el PULPO SE MUEVE PAPÁ —grito lanzando la cuchara en algún lado de la cocina—

Hoy al mediodía había llegado el pedido del supermercado y entre ello se encontraban varios envaces con pulpo. Mi papá busca un cucharón de madera y pone el fuego aún más fuerte.

_Puedes terminar de poner los cubiertos en la mesa.

_Aún falta para que la comida esté lista y no pienso comerme eso.

_Bueno, sobró ramen de ayer así que cuando termine con esto, agarra y ponte a recalentar los fideos y acomoda los platos de todas formas, así cuando esto esté cocinado ya está todo listo.

_Bien —pronuncio corriendo al gatito de una de las sillas—

Llevo un mes y medio en Jeju, mis padres me estuvieron apoyando muchísimo en este corto período de tiempo con mis proyectos y con mis recaídas emocionales con respecto a Yoongi.
A la semana de haber llegado a la isla comencé un curso de pintura y escritura que duraría un año y medio, y al terminar el curso de arte podría llevarme un título a casa. Para ayudar con mis padres en gastos y para poder satisfacer mis necesidades empecé a trabajar en un bar en la ciudad, en donde me pagaban muy bien.

Mi cuarto se encontraba hecho un desastre, con pinceles, acrílicos, cuadernillos, libros y mis lienzos en cada rincón de la habitación. Así que una vez acomodada la mesa subo las escaleras y comienzo a acomodar el desorden de mi pieza.
Coloco los pinceles y lápices en unos frascos, los acrílicos en una caja de metal, los lienzos sin utilizar debajo de mi escritorio y los que ya tienen alguna pintura sobre un rincón de la habitación, los cuadernillos los dejo sobre el escritorio y a los libros en una repisa. Paso un trapo en los muebles, aspiro el suelo y como un regalo para Shiru, coloco una casita para gatos con un estampado a rayas gris.

Y como si lo hubiese llamado con mi mente, Shiru se acerca ronroneándole a la pequeña camita, la olfatea y con cuidado se acuesta sobre ella. Como aún tenía agua y comida lo acaricio un momento para después seguir con mi trabajo.
Elegí su nombre por el significado, era simple, pero todo lo contrario a la realidad, Shiru significa Blanco, me pareció bonito llamarlo así puesto que era un gato negro con unos hermosos ojos grises.

Al ratito de haber terminado de ordenar mi dormitorio papá me llama y vuelvo a la cocina para recalentar los fideos de la noche anterior. Unos cinco minutos después aparece mamá y nos sentamos en la mesa para comer y comentar cómo fue nuestro día.















Faltan pocos capítulos 🌚

ᴡɪᴛᴄʜ / myg  [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora