Capítulo 5.

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Hola mis lectores bonitos!Me da vergüenza subir tan seguido, de hecho no iba a actualizar hasta el viernes, pero este es el capítulo con el que inicio el fic, esta fue la idea que lo dio a luz, así que lo quería escribir mucho, y parece que soy mala autoregulandome.Bueno, este capítulo lo narra Uenoyama.Espero que es guste <3

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Gustar, ¿No era un sentimiento curioso? Casi adictivo y desquiciado. Mi mente divagaba entre las memorias del castaño; sobre sus delicados y bonitos ojos, sobre lo largas que parecían sus pestañas cerradas, y lo seductora que su silueta se había tornado ante mí; casi como una revelación. Entre el tacto que nuestros cuerpos pudieron compartir pero no lo hicieron, entre ansiedad, lujuria y desesperación. Mafuyu me enfermaba con insomnio y una insoportable ansiedad. Quería tenerlo, pero temía apartarlo, ambicionaba poseerlo pero la cobardía era mayor. Y yo era un maldito desastre sin experiencias.

¿Cómo competiría con un alfa? Si ellos tenían instinto y erotismo. El fantasma en las fotografías era robusto y galante, sus facciones eran masculinas y su seguridad petulante. Yo era inseguro, torpe y estúpido; mi amor se me había caído tantas veces de las manos al temblar, que ahora no parecía ser más que un manojo de vendas y buenas intenciones. Ni siquiera aceptado por pena ni compasión. Suspiré, intentando no pensar en eso, tratando de escuchar la música de fondo del comedor de la universidad en vano. ¡Todo lo que hacía era pensar en él! Me tiré el cabello frustrado, deseando encontrarme con Mafuyu ¡Idiota!

"Te ves un poco distraído" La cara de Ueki esbozaba preocupación y cariño "Mira, Itaya ya se tragó toda la caja de pollo en tu descuido" Miré desinteresado las sobras sobre la mesa; los estudiantes de fondo reían y el aroma a frituras era potente en el ambiente. Pestilente y desagradable; vida universitaria.

"Perdón" Fue su respuesta mientras el pollo aún era devorado "Pensé que no tenías hambre" El más alto lo golpeó sobre el hombro "¿Qué?" Con las cejas tensas y el ceño arrugado.

"Lo compramos para animarlo" Lo regaño "Estuvimos planeándolo toda la semana, y tú vienes y te tragas su porción" Como si yo hubiese dejado de existir entre esos dos. Hubo tensión.

"¿Es mi culpa que tú fueras tan tacaño como para comprar una sola caja?" No pude evitar reír ante esos dos y sentirme afortunado "Somos tres hombres en construcción, era obvio que no iba a ser suficiente" Eran buenos amigos. Unos simples y comunes betas. No era tan malo.

"Más tarde me lo pueden compensar con una pizza" Con el pecho inflado y victorioso, Itaya terminó de comerse las sobras de la caja. Ni siquiera quedaron los restos de grasa.

"Lo mimas demasiado, por eso no puede conseguir una novia" Farfulló el de cabello oscuro "Por el karma le tocó trabajar con dos alfas" No pude ocultar mi molestia al recordar a aquellos idiotas.

La primera vez que Mafuyu se rompió entre mis brazos por injusticias que se supone que estaban erradicadas, lágrimas que mis palabras tontas e insensibles habían empeorado. Él lucía pequeño y frágil, temblando entre mis manos, su orgullo se había devastado, y aquella imagen me rompió el corazón. La impotencia, la rabia y los deseos de protección me debieron haber dado alguna pista acerca de mis sentimientos. Pero no lo hicieron. Era ciego y no vería. Había una palpitante marca en un amor que no debía ser.

"Que cara más fea es esa" Con un golpe sobre mi nariz, Ueki recuperó mi atención "Entiendo que te desagraden los géneros especiales, pero si andas mirando así a los alfas te darán una paliza" Acomodé mi rostro sobre mi mano, chasqueando la lengua.

"No es eso" Farfullé, el aroma a fritura se tornó intenso e insoportable "Solo" Sus ojos expectantes fueron inseguridad "Ellos no me gustan" El de tonos claros suspiró, estirando ambos brazos sobre la mesa.

Invierno sin nieve.Where stories live. Discover now