Cap. 2 - Distancia -

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Me acerque a el para abrazarlo pero cuando iba a hacerlo se alejo de mi, volteé a verlo pero el simplemente desvío su mirada, eso me dolió.

— ¿Adrien? — pregunté otra vez, me acerque paaa abrazarlo pero el se alejo nuevamente.

— Yo... Necesito tiempo — fue lo único que dijo y salió de la casa, caí de rodillas mientras las lágrimas escurrian por mis mejillas, me sentí mucho peor que antes, ahora mi esposo también me odia.

Una semana había pasado y nada mejoraba era lo contrario, iba de mal a peor, ahora ni la miraba me dirigia, era distante y cortante conmigo cada vez que intentaba hablar con él, Alya y nino intentaron hablar con el pero tampoco funciono, igual Gabriel y mis padres pero al parecer nada funciona. Ahora estoy en la casa sola.

— Ya no se que hacer — grito frustrada, ¡maldición!, primero no puedo ser madre y ahora mi esposo me odia, Adrien era lo único que me quedaba, mi único soporte para seguir adelante.

Subo las escaleras y entro al cuarto que compartía con Adrien, abro uno de los cajones y tomó una navaja, entró al bajo y cierro la puerta, deslizó la navaja por mi brazo izquierdo y veo como la sangre comienza a salir, minutos después caigo de rodillas al piso, comienzo a ponerme débil cada vez más, todo a mi alrededor se torna borroso hasta que cierro mis ojos.

Adrien

Desde que Marinette me dijo que no podremos ser padres me distancie de ella, también me he comportado cortante cada vez que ella intenta hablarme, me siento fatal por haberla tratado así todo este tiempo, he sido un idiota, Marinette no tiene la culpa de lo que está pasando, le prometí no dejarla sola y siempre apoyarla el día en que nos casamos pero le falle.

Estoy en mi oficina, tomo mis cosas y salgo, un día antes hice una reservacion en el restaurante favorito de Mari, quiero pedirle perdón todo lo que hice este tiempo, cuando llego a mi casa entro y comienzo a buscarla pero no la veo en la sala o en la cocina, dejo mis cosas en el sofá y subo al segundo piso, entro al cuarto que compartía con ella pero no la veo, abro la puerta del baño. Mis ojos se cristalizan al ver tal escena, Marinette esta en el piso inconsciente y en su brazo izquierdo hay sangre.

Me acerco a ella y la cargo, sacó mi celular y llamó a emergencias.

En el hospital.

Cuando llegamos al hospital se llevaron a Marinette en una camilla, yo no pude entrar con ella por más que lo intente, mi padre, Sabine, Tom, Alya y Nino están conmigo en la sala de espera, ellos al recibir la noticia vinieron lo más rápido que pudieron al hospital, una mujer de bata blanca se acercó a nosotros.

— ¿Como esta ella? — me apresure a preguntar.

— Su estado es grave, perdió mucha sangre, pero estará bien, ella es fuerte, eso es todo por ahora, cualquier noticia les informare

— ¿Podemos pasar a verla? — pregunto Alya.

— En una hora podrán pasar

— Gracias — esta vez habló Sabine.

— De nada — habló la mujer y sin decir más se retiro.

Nuevamente me senté y comencé a llorar.

— Ella está así por mi culpa... — fue lo único que me limite a decir.

— Ella estará bien, ya oíste a la doctora ella es fuerte — habló mi mejor amigo mientras ponía su mano sobre mi hombro.

— Adrien tranquilo, nuestra hija estará bien, ella es muy fuerte — Era Tom.

— Pero le falle cuando ella no tiene la culpa de lo que pasó...

— Todos cometemos errores hijo, ella se recuperará — mi padre me abrazo.

— Ella siempre estuvo ahí para mí... Y yo no...

— Tienes razón, mi amiga no se merece esto — habló Alya con un semblante serio.

— Alya...

— No nino... Marinette no debería de estar aquí... Ella ahora está grave, y ¿sabes por qué tomo esa decisión?, por qué no tenía tu apoyo, la dejaste sola, sabes ¿cuantas veces me marcó en las noches llorando? Diciendo que tu eras su único soporte después de la noticia pero que ahora ya estaba sola y que tu no la amabas ¿no lo sabes verdad?

— Alya, yo... No lo sabia...

— Desde que te alejaste de ella, sus ojos perdieron su brillo y esa sonrisa que siempre tuvo se desvaneció y todo por ti

— Alya tranquila, mari estará bien ella es fuerte... Lo sé... — Sabine abrazo a Alya quien correspondió el abrazo.

— E-esta bien — lo que dijo Alya era verdad, yo le falle y la abandone cuando ella más me necesitaba... Alya estaba llorando, todos estábamos preocupados... Paso una hora y salió la doctora, nos dijo que marinette ya está bien, y que solo uno de nosotros podía pasar a verla, así que pase decidi pasar yo.

Entre a la habitación y la vi en la camilla, estaba despierta al notar mi presencia volteo a verme por lo que me acerque a ella, esa sonrisa que siempre tuvo ya no estaba. Alya tenía razón sus ojos perdieron su brillo, y todo por mi, si yo hubiera estado con ella, ahora estaríamos en casa viendo nuestra película favorita mientras comemos palomitas y golosinas, estando lo suficientemente cerca de ella tomo sus manos.

— Perdoname mari... — la abrace pero Ell no correspondió, me separe de ella y la mire a los ojos ella hizo lo mismo.

— Adrien...

— ¿E-estas bien? — pregunté.

— ¿Que haces aquí? Y... ¿Que me paso?

— Te cortaste las venas, cuando llegue a casa no te vi así que subí al cuarto y cuando entre al baño estabas tirada en el suelo, yo fui el que te trajo, me preocupaste mucho princesa, no se que hubiera hecho si algo te pasaba...

— Pensé que ya no te importaba — habló con su voz entrecortada y sus ojos cristalizados.

— Claro que me importas, perdón princesa, perdón por haberte tratado así

Otra vez la abrace mientras lloraba, ella correspondió el abrazo.

— No te preocupes, te entiendo quien va a querer estar con alguien que no puede tener hijos...

— No digas eso

— Es la verdad, por eso tu te alejaste de mi, por eso ya no me amas

Me separe de ella.

— Por supuesto que te amo marinette, y fui un idiota al no estar a tu lado para apoyarte cuando mas me necesitabas

— No tienes por qué mentir, entiendo si ya no me amas

— Marinette no te estoy mintiendo yo si te amo — ella me miró a los ojos.

— ¿En serio?

— Si... Perdón por fallarte — una linda sonrisa apareció en su rostro.

— Te amo marinette y eso nunca lo dudes sin importar que...

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𝙉𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙃𝙞𝙟𝙖 (Adrien X Marinette) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora