Lucifer - Al cielo y de regreso ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 15

Al día siguiente, Lucifer acudió al despacho de su padre tal y como se le había ordenado. Había pasado las últimas veinticuatro horas contemplando su acuerdo de asumir las funciones de su hermano. Más de una vez, había dudado de su decisión. Acababa de aceptar cumplir una vez más las órdenes de su padre, algo que había jurado no volver a hacer. Sí, se suponía que sólo era temporal, pero eso no venía al caso. El hecho de que estuviera de acuerdo era insondable. ¿En qué demonios estaba pensando?

Por supuesto, la respuesta a esa pregunta no había sido difícil de encontrar. La respuesta era Michael. El deseo de ver al pequeño bastardo puesto en su lugar era más que tentador. De hecho, en ese mismo momento, se regocijaba ante la perspectiva de decirle a Michael que él era el segundo de su padre, un lugar que el propio Michael había deseado. Sería maravilloso ver la cara del idiota cuando descubriera que su padre confiaba más en Lucifer que en él. Además, si no era Lucifer, lo más probable es que fuera Michael. Por muy enfadado que estuviera Lucifer con sus hermanos, no los vería sometidos a la tiranía de Michael. Él ya creía que tenía algún tipo de poder sobre todos. No, tendría que seguir con su decisión.

Lucifer llamó a la puerta del despacho de su padre.

"Entra, Sam."

Lucifer entró y cerró la puerta tras de sí.

"Hola, hijo. ¿Puedo confiar en que estás listo para comenzar tus deberes?" preguntó Dios.

"Sólo si listo significa ya arrepentirse de la decisión de hacer esto", dijo Lucifer en voz baja antes de caminar y sentarse frente al escritorio de su padre.

Dios sonrió. "No será tan terrible como pareces pensar, sin embargo, no te mentiré. Tendrás mucho trabajo. Serás responsable de todo lo que no requiera mi atención personal. Dicho esto, si crees que no puedes encargarte de algo, eres más que bienvenido a llamar mi atención. De hecho, insisto en ello. Tu hermano tenía la costumbre de intentar manejar cosas que eran demasiado avanzadas para él. No quiero que caigas en la misma trampa".

"Yo soy esencialmente la alta dirección", dijo Lucifer más que nada para sí mismo. Entonces se le ocurrió un pensamiento que le hizo sonreír. "Sabes, una de las responsabilidades de Amenadiel incluía gestionar los problemas de la Tierra. Para ello puede que tenga que visitarla de vez en cuando".

Dios se rió entre dientes. "Buen intento, hijo. Esta nueva asignación no cambia nada con respecto a tu castigo. Estás confinado en la Ciudad Plateada. Delegarás esa responsabilidad. Sugiero a Gabriel".

Lucifer frunció el ceño al ver que su escapatoria era derribada. "Bien."

"Además, sugiero delegar otras responsabilidades a medida que surjan. De nuevo, sería sabio aprender de los errores de tu hermano. Se exigió demasiado a sí mismo, lo que creo que contribuyó a sus malas decisiones", dijo Dios.

"Por supuesto, voy a delegar", dijo Lucifer. No le interesaba abrumarse con todos los problemas. Ya era bastante malo que hubiera aceptado hacer esto.