Capítulo 4 " Salida con los amigos" ✔

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"¿Te quedó claro que me gustas?, ¿O nos tiramos mil indirectas más?"
 
*
Alexandra
 
Mi prima Paula tiene tres mejores amigas, algunos pensarán que es demasiado, pero hay que conocerlas para saber que cada una aporta a la vida de mi prima un color diferente, y entre todas se complementan. Son ellas contra el mundo.

Todas son de la misma edad y vienen juntas desde pequeñas en la escuela, y aunque actualmente están cursando carreras distintas, se siguen viendo y llevando como si todavía se vieran a diario y eso, ¡Es amistad!
 
Está María, que ahora mismo se encuentra estudiando Ingeniería Industrial. Es la chica más alegre que conozco, sobre todo justo ahora que está enamorada. Desgraciadamente antes se veía triste la mayoría del tiempo. Vive con sus abuelos y sus padres y tiene problemas familiares fuertes por los cuales ningún ser humano querría pasar.

Es alta, de pelo castaño y cuerpo bien formado. Es una chica muy bonita, pero es el vivo ejemplo de que la belleza no lo es todo y menos cuando no eres feliz. Por lo cual estamos contentas y agradecidas porque le estén pasando cosas buenas en su vida. Adrien era la luz que le hacía falta, en toda la oscuridad que estaba viviendo.
 
Otra de ellas es Carla, estudia Diseño, es una persona bien hermosa de rostro, aunque tiene algunos complejos con su peso, pues es algo gordita, pero es realmente linda físicamente y me alegro que entre sus amigas la ayuden un poco para hacérselo ver, y subirle poco a poco la autoestima. Vive con su mamá y es un desastre en las relaciones amorosas. Simplemente, quizás tiene que empezar por estar bien ella, antes que pensar en estar con alguien más. O por lo menos yo lo pienso así.
 
Y la otra es Stefania, que actualmente está estudiando Medicina, ella es como si fuera mi otra hermanita. Stefania es de piel india, con el pelo negro, lacio, largo y con ojos cafés. Es una chica muy ocurrente y lo mejor que tiene es el sentido del humor. Es gordita, pero está muy segura de lo que tiene y lo que puede dar. Así que su autoestima la tiene bien alta. Yo simplemente la adoro.
 
*
Quedamos en comer en un restaurante de comida rápida llamado Súper Burger. Por supuesto somos las primeras en llegar al lugar, es un sitio que a pesar de que lo abrieron hace poco, ha tomado bastante auge entre los jóvenes. Desde que lo inauguraron he querido venir, pero mi carrera no me lo ha permitido, y por lo tanto está será otra de mis tantas excepciones en las vacaciones. De hecho, la que propuso el lugar fui yo, y ninguno se opuso a venir ya que todos han oído hablar de él.

Esta bastante espacioso, con dos apartados, uno al aire libre en el que cuelga un toldo de rayas, blanco y rojo. Y otro adentro, que es climatizado. Por esta vez, escogemos estar adentro, sólo por esta vez, ya que soy una chica muy friolenta, pero es cierto que el lugar en sí mismo, es más bonito adentro.
 
Paula y yo habíamos estado hablando de cosas triviales desde que llegamos, y a los diez minutos, llegan juntas Carla y Stefania. Me alegro mucho de verlas, ya que hace rato no lo hacía, por estar todo el tiempo con funciones o ensayos.
 
Luego de los saludos, mi prima nos dice que María le mandó un mensaje, que decía que estaría llegando quince minutos más tarde. Volvimos a sentarnos, para esperar y luego hacer el pedido para comer todos juntos. Carla se sienta al lado de mi prima, porque al parecer debe contarle otro de sus infortunios amorosos, la verdad se ve bastante triste y me da un poco de pena.
 
Por lo tanto, Stefania se sienta junto a mí, y comienza a conversar conmigo, al parecer ya ella está al día con el problema de Carla.
 
—¿Cómo estas Al? Hace rato no te veía, deberías salir un poco más, a veces siento que te encierras mucho en tu carrera —me dice Stefi con un aire melancólico.
 
—Pues estoy bien —le digo suspirando—. Ya me hacían falta estas vacaciones. Y te doy la razón en todo lo que me dices, pero, aunque quiera e intente hacerlo, de verdad no es fácil —le respondo.
 
—Ya lo sé mi vida, y no te lo digo por nada malo, pero es que a veces, estamos tanto tiempo estudiando que no nos damos cuenta, que es demasiado. Y la vida pasa... —me dice con una media sonrisa bastante triste.
 
Creo que le recordó a algo un poco más de su vida que de la mía.
 
—¡Dímelo justo a mí que la medicina me tiene loca! ¡Tengo tantas cosas que contarte! —me dice ahora alegre.
 
¿Quién entiende los cambios de humor de Stefi?
 
—Es que se te extraña mucho Alexa, y te das unas perdidas de esas... de si te vi, ni te conozco.
 
—Yo también te extraño mucho mi vida, aunque no lo creas. De verdad no sabes cuánto valoro la amistad de ustedes, no sólo son muy buenas amigas de mi prima, sino mías también.
 
Justo terminando de decir esto Stefania me da un abrazo que casi me deja sin aire. Comienzo a reír, a pesar de que es una chica bastante loca, y algo impulsiva, adoro su personalidad, es tan ella y tan única que a veces me gustaría ser así.
 
—Entonces... comienza a contar tus cosas —me dice ella— Ya sé que te gusta alguien, y sé también que es el primo de Adrien y el hermano del insoportable de Ivan, de ese luego tengo que hacerte algunos cuentos —dice en una seguidilla que casi hace que se quede sin aire.
 
—Ah, porque ya lo sabes —estallo en una carcajada.
 
Por supuesto que lo veía venir, es una de las mejores amigas de mi prima, y ellas, se lo cuentan absolutamente todo. Tanto así, que posiblemente Stefania también sepa el número de ropa interior que uso, sin exagerar.
A pesar de que son cosas bastante personales, no me avergüenza nada con ella, ya que existe la confianza, es como si fuera mi hermanita.
 
—Bueno supongo entonces que no debo contarte mucho, por no decir nada, más bien, sólo debo confirmarlo —le digo divertida porque sé que Paula le debe haber contado todo con lujo de detalles.
 
Ahora es ella la que se encuentra riendo.
 
—Pues sí, me dijo que quisiste disfrazar y esconder que te gustaba el chico, pero me lo contó de una forma bastante dramática, ya sabes como es. Me estuve riendo por horas.
 
—Pues me imagino... Pero cuéntame, como es eso de que conoces a Iván, alias el insoportable según tú, por lo que supongo no tienes muy buenas referencias de él.
 
—Ay Ale, es un chico in-so-por-ta-ble. Fuimos a un bar hace unos meses porque María y Adrien querían salir entre amigos al igual que ahora. Venía Paula también, pero se le presento un problema y no pudo llegar.

La única que no ha conocido a Adrien es Carla, porque yo lo hago desde hace un tiempo.

—Entonces... como te iba contando, el chico no paro de coquetearme en toda la noche y aunque yo le puse un stop en varias ocasiones, él era bastante insistente. Pero la gota que derramó el vaso fue, que el me ofreció su abrigo alegando, que me había visto tiritar de frío, por lo que ya estaba tan molesta que tomé mi bebida y se la tiré encima. Luego le dije que tomara su abrigo que de seguro ya lo iba a necesitar. Yo sé que me pasé, pero estaba en mis días, y él logró molestarme como nadie nunca lo ha hecho. Pero bueno, no lo he visto más gracias a Dios.
 
—Mi madre Stefi, no te lo puedo creer, creo que no sólo te pasaste... sino que hasta le debes una disculpa —le digo entre risas.
 
—¿Si verdad...?, ¡Rayos! —me dice ella.
 
Stefania a pesar de ser tan segura con toda ella, le tiene pavor a las relaciones. Es como si huyera de los hombres. Es bastante complicado, ya que su familia es religiosa y no le permiten tener pareja, sólo puede hacerlo con ciertos requisitos y uno de ellos es el matrimonio. Es algo absurdo en pleno siglo XXI.
 
Por lo tanto, ella, por ejemplo, que lleva cuatro años enamorada perdidamente de su mejor amigo, no se lo ha dicho, porque muy en el fondo sabe que es algo que no puede ser.
 
—Está bien amena la conversación ¿no es verdad? —interrumpe mi prima—. Si siguen riendo así, me voy a poner celosa de no participar.
 
—No seas pesada —le digo bromeando—. Además, tú también estabas hablando con Carla así que nosotras debíamos actualizarnos mientras.
 
Justo cuando Paula piensa responderme, suenan las campanitas de la entrada anunciando que llegaron clientes y nos damos cuenta que son María, Adrien y Sebastián.

Menos mal, ya tengo un hambre, que en cualquier momento me podía dar algo. Sé que soy una exagerada, pero con la comida no se juega. ¡Eso es ley!
 
—Lo siento mucho —es lo primero que dice María cuando llega a nuestro lado y comienza a saludarnos a todos—. Es que ya deben saber que Villa Sur no es un lugar nada cerca, y estábamos allá.
 
—¿Parece que ya le has agarrado el gusto no? —le dice Paula divertida.
 
—¡Boba! —dice María con una sonrisa, y le da tal abrazo a mi prima que parece como si no se hubieran visto en años.
 
—Carla este es mi novio Adrien, Adrien esta es Carla —los presenta.
 
—Por fin conozco al famoso y afortunado —dice Carla con bastante alegría por María.
 
—Y este es Sebastián, el hermano de Adrien, y a la vez mi cuñado, más bien conocido como Mindundi, por la serie, ya saben —entre ellas se comienzan a reír, de algo que sólo ellas entendieron al parecer.
 
Todas menos Carla, que, aunque estoy segura debe haber sabido el significado del chiste, se ha quedado embobada mirando a Sebastián, y Sebastián a ella. Es algo mutuo, así que creo que aquí hubo conexión.
 
Seguidamente pedimos de comer, ya era hora, la suerte es que el lugar ofrece un servicio bastante rápido. Pido varias cosas para así saciar la enorme hambre que tengo.
 
—Dios, y luego se piensa que los bailarines no comen, vas a rodar —me dice Adrien riéndose.
 
—Así mismo —dice entre carcajadas Sebastián — ¡Comes más que yo!
 
—Oye ni tanto —me quejo.
 
Aunque cuando miro mis platos, tengo Nuggets, una hamburguesa, un batido de helado y una pizza. Se podría decir que sólo por las Nuggets, estoy comiendo más que Sebastián, pero aun así no lo aceptaré en público.
 
—Oye Alexandra, cuando piensas pasar por la casa de Villa Sur, hacemos algunas que otras fiestas familiares, las cuales a la vez generalmente comienzan con una comida, deberías ir —dice Adrien con interés.
 
—Y Carla también —dice Sebastián de forma rápida, estos dos están bien raros, se han pasado la noche lanzándose indirectas y miraditas furtivas.
 
De igual forma todos nos quedamos sorprendidos por lo espontáneo que ha sido el cuñado de María.
 
—Y Stefania también por supuesto —dice Mindundi intentado arreglar su metedura de pata.
 
—Si claro —comenta Adrien riéndose, por supuesto burlándose de su hermano.
 
—No hay problema, claro que irán las dos —intenta arreglarlo María dándole una mirada de reproche a Adrien y regalándole otra cargada de ternura a Sebastián.
 
—Pero bueno dijimos Alexa por algo en específico —habla Adrien.
 
—Ah sí..., ¿y por qué sería a ver? —le digo con vergüenza y odiando a mi prima en estos momentos.
 
—Sí, tú sabes, y nosotros tenemos conocimiento, no hace falta recalcarlo— comenta él con gracia.
 
A pesar de que todos sabemos de qué se habla, agradezco que Sebastián se vea algo perdido, ya que él es muy unido a Alan según me dijeron.
 
—Okay —le respondo resignándome.
 
Luego de un rato de charlas, risas, más indirectas y bromas pagamos la cuenta de cada uno y nos encaminamos a casa, quedando en vernos pronto.
 
Adoré está salida, es lo que me refiero cuando digo, ambiente familiar y sencillo. Aunque creo que en el fondo hubo algo de tensión, por lo que creo que habrá alguna que otra pareja pronto, y no será la mía, aunque así lo desee.

Infinite Kisses #1 (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora