𝐑𝐎𝐘𝐋 ღ𝐓𝐊ღ |Pausada|

CAPITULO 3

Hola a todas las bolitas de miel, que me apoyan leyendo mi ff. Me disculpo por haber tardado en actualizar, les confieso que me da penita que lean lo que escribo porque pienso que no lo hago bien. Y también con la uni se me hacía difícil.

De igual forma, disfruten la lectura.

Kim Taehyung no se lo podía creer.

Ahí estaba él, a unos metros se encontraba el chico hermoso de la cafetería.

Vaya, la vida es una cajita de sorpresas. Así que pudo encontrar al chico lindo en la misma escuela donde estaría dando clases y además sería uno de sus alumnos - el más bonito, por cierto - lo estaba observando desde su escritorio, fallando en disimular un poco su asombro, pero mierda, no podía. Estaba seguro que nunca en sus veintiséis años había puesto sus ojos en alguien tan precioso, y bendito sus ojos que estaban apreciando tal hermosura. Quería hablarle desde que lo vio en la cafetería y sabía muy bien que el chico trabaja allí, porque cuando lo vio estaba con el unirme, y agradece a las personas que usaron una tela que va perfecta en el cuerpo de aquel chico.

Cabello castaño y ondulado, ojos grandes y con miles de estrellas alrededor de su iris haciéndolo aún más hermoso, sus mejillas regordetas y ligeramente pintadas de rosado y aquella piel perfectamente tostada y brillante, acompañados por una nariz grande pero en perfecta armonía con su rostro y labios pequeños, rosados y esponjosos. 

Quien diga que Jeon Jungkook no es perfecto, tiene un problema en la cabeza.

Como era el primer día de clases, solo explicó un poco de lo que se haría en el transcurso con la materia, y para la siguiente clase pidió material para un trabajo y con eso terminó la hora,  y como era de esperarse Taehyung estaba viendo como sus nuevos alumnos recogían todo velozmente para salir del aula. Miradas y sonrisas atrevidas le eran regaladas por sus estudiantes, pero él solo quería la de aquel chico que salió casi corriendo.

Luego de haberse despedido de algunos colegas en la institución, el pelinegro se subió a su auto para poder ir a casa y descansar como se lo merecía. Una vez ya en su asiento pudo ver al castaño con otro chico un poco más pequeño que él, por lo que pudo alcanzar a ver estaban conversando.

Ya en la soledad de su apartamento, Taehyung pudo soltar el peso que tenía sobre sus hombros para comenzar a quitar su ropa y darse una ducha. Cuando llegó a la ducha quitó su ultima prenda y giró la llave, sintió el agua fría recorrer cada centímetro de su cuerpo, y relajando cada musculo, un suspiro salió de sus labios a causa de la tranquilidad que sintió.

La tranquilidad no le duró mucho a recibir un mensaje de Seulgi, en donde expresa que estaba enojada porque no le respondía a sus llamadas, de igual forma ignoraría su mensaje, no quería berrinches ahora que se encontraba un poco relajado. Seulgi era una amiga de la infancia, era linda y refinada pero muy intensa para su gusto, Taehyung sabía que ella gustaba de él, se lo demostraba cada que tenía una oportunidad, él no estaba para relaciones en estos momentos. 

Miró con detenimiento su apartamento y no estaba nada mal, ya que era uno de los mejores en el hotel de lujo en el que se encontraba, gracias a su fiel amigo Namjoon, que era gerente de esta cadena de hoteles. De igual forma estaba agradecido con Yoongi que desde Daegu logró obtener el trabajo como profesor en aquella escuelo, tenía tres meses aquí en Busan y estaba maravillado con todo lo que había visto.

Esperaba lograr un buen trabajo como maestro y como persona.

Decidió hacer algo de comer porque tenía mucha hambre. Era algo sencillo, y después de comer recibió una llamada de Namjoon alegrando la noche, duraron un tiempo hablando de cosas triviales para luego terminar de hablar con un salud de amigos. 

Ya estaba en su cama a punto de ir a dormir, cuando un chico lindo de cabello castaño apareció en su mente. Inconscientemente sonrió y al rato quedó profundamente dormido.

Jungkook al salir del instituto y despedirse de Jimin, va camino a su casa como ya es costumbre en su día a día, su manera relajada de caminar se ve interrumpida cuando puede sentir la presencia de alguien que va siguiéndolo, no se permite asustarse pero apresura un poco sus pasos para que - quien sea la persona - no pueda alcanzarlo. Su corazón comienza a latir de manera acelerada cuando las pisadas se vuelven más rápidas y firmes.

Quiere voltear y enfrentar a la persona que lo está siguiendo, pero el miedo y la desesperación e ganan y cuando puede ver que la residencia donde vive está a unos pasos más, decide correr y al legar saca las llaves con manos temblorosas. Después de una tarea difícil cuando todo ocurre tan rápido logra abrir la puerta para entrar tan rápido como puede y se permite respirar, leva sus manos a su rostro y se da de cuenta que estuvo llorando todo este tiempo.

Cuando seca sus lagrimas camina hacia su apartamento y con el miedo d que alguien pueda entrar, cierra la puerta con llave y arrima uno de los muebles de la sala para bloquear la puerta y así estar más tranquilo.