El Nuevo Dios De La Muerte

Prólogo

Soy Helearn Velancobba, Ahora les contaré mi historia...  Bueno, parte de mi historia, el resto se los contará mi futuro yo.

Nací en el 1993, Siendo un niño recién nacido mis padres rápidamente me abandonaron en la puerta de mis tíos antes de desaparecer de la existencia.

No dejaron notas, cartas o algún accesorio con el cuál identificarme o reconocer que yo era hijo de ellos.

Principalmente ellos son los causantes de todo el sufrimiento que ahora viene. Pero detallaré él porqué luego.

Comenzaré con mi infancia, una muy linda infancia donde aprendí a aceptar ser menos que los demás.

Mis tío por una razón que nunca logré entender me odiaba. Parece que mi padre le hacía bullying y otras cosas con respecto a su obesidad cuando eran niños.

Eso último lo motivó a odiar a mi padre, y casualmente yo pagué eso.

Cuándo cumplí mis cinco años, todo niño... Creo que incluso yo; Esperaría obtener regalos y un pastel, aunque en lugar de eso aprendí a lavar trastes... Cortesía de la adorada esposa de mi tío.

A los siete años el abuso verbal, los castigos injustificados, las humillaciones y las obligaciones fueron suspendidas cuándo no aguanté más y le propine un golpe a el hijo de mi tío.

¿Que puedo decir? Él era el segundo que más disfrutaba el abuso a mi persona. La que tiene el primer puesto es mi tía, básicamente porque hago todo lo que ella debería de hacer.

Cuando curaron a mi primo mi tío decidió llevarme a un orfanato, aunque las quejas de su esposa lo detuvieron un segundo, supuse que era mejor vivir en un orfanato que en esa maldita casa.

Así que dispuesto a recibir más libertad, me acerqué a mi tía, levanté su falda y le propine un golpe en su vagina... En mi defensa, recientemente había leído un libro donde especificaban que en la entrepierna de los hombres duele más, así que supuse que en la entrepierna de las mujeres también... ¡¡Y tenía seis años!!

Mi tía calló con algo similar a gemidos mientras un raro líquido salía de su entrepierna. Mi tío me golpeó y me arrojó al suelo para seguir golpeándome. Afortunadamente, el alboroto fue fuera de la casa, y dos vecinos detuvieron a mi tío de dejarme de por vida comiendo por una pajilla.

Estuve un mes en el hospital, si mal no recuerdo fueron quince costillas rotas y un par de órganos malogrados, nariz rota, un par de dientes volados y finalmente una cicatriz de por vida que iba desde abajo de mi ojo a la parte inferior de mi barbilla.

El primer golpe casi logra dejar inservible mi ojo izquierdo.

Esa fue la primera fase, la más difícil y la segunda más dolorosa.

La segunda fase... Fue en un orfanato.

Como creía, fue mucho más rentable que vivir en esa maldita casa.

Los niños me hacían bullying por mi apariencia y mis muchas cicatrices, las mujeres a cargo de cuidarnos por otro lado eran muy buenas y se apiadaban de mí. Esto último me dio mucha comida, buenos tratos, una enseñanza muy detallada y especial, y mi virginidad perdida... Am, y Señorita Rouse, si ve esto, la amo ❤

*Aclara Su Garganta*

Regresando al tema. Salí del orfanato a los trece años. Encontré a una familia de ricos que buscaban un hijo perfecto. Considerando mis Buenas notas, mi actitud refinada, mi inteligencia y mi disciplina, ellos me eligieron.

Primero fue muy genial, una gigantesca casa, una gran habitación, una muy buena cena todos los días... Literalmente con eso último me conformaba.