El Nuevo Dios De La Muerte

Capítulo 7

Mis ojos vieron de forma inquisitiva a mi hermano mientras una leve confusión recorría mi cuerpo.

Hel:-Juraría que no he hecho nada mal-Le comenté a Thor que veía cómo el nervio recorría el cuerpo de sus amigos. Yo no entendía nada, tengo mis poderes mentales calmados, mis atributos elementales mágicos están inactivos y mi magia está reprimida...

Thor:-... Am, Es qué... Am... Fenrir...-murmuró el Asgardiano mientras señalaba a mis espaldas con un rostro con una mescla de nervios y miedo, probablemente por la paliza que le di hace un rato... Aunque es demasiado dramático... Incluso me molesté en utilizar mi magia para curar sus heridas. Tienen que admitir que soy un Dios Generoso.

Giré mi cuerpo y lo primero que me encontré fue a un lobo tan grande que me obstruía la vista al gigantesco cielo azul, y curiosamente este lobo le gruñía a los humanos en forma de advertencia...

Rodé mis ojos con cansancio, aunque supongo que es obvio el comportamiento de él, después de todo, hace ciento cincuenta años que no nos divertimos destruyendo cosas, eso sin mencionar que hace un rato le prometí comida viva.

Hel:-No son la comida que te prometí pequeño. ¿Porqué no te sientas y te relajas?-pregunté de forma amigable mientras veía con un rostro de disculpa al lobo.

Él dejó de gruñirles a los humanos para prestarme atención, y cuando terminé de hablar él me dedicó una mirada berrinchuda antes de caminar como un perro de una semana de nacido en dirección a una parte de la azotea que estaba sola y se sentó ahí... Enojado...

Yo rodé los ojos.

Demasiado mimado.

Giré mi cuerpo en dirección a Thor y sus... Amigos. Para posteriormente ver a Thor de forma inquisitiva.

Thor:-Ah, lo siento; Vamos, te enseñaremos donde está la Gema, tenemos un 95% De seguridad de su posición-comentó de forma animada mientras le hacía una seña a sus amigos para que empiecen a caminar.

Vi que el que traía armadura intentó hablar, pero rápidamente el debilucho con... Creo que son dos consciencias en su cuerpo; Y el que venía vestido de colores le cerraron la boca al unísono.

-Una Hora Después-

Vi con... Diría que algo parecido a nostalgia, un gran bosque nevado, la humedad en el aire y el cielo azul de fondo me hacían sentir que había estado en un lugar similar antes... Supongo que algún planeta donde disfruté mucho... Sólo que no recuerdo.

Rodé mis ojos a mi izquierda donde venían tres carrozas midgardianas, vi que en la sima de estas habían personas controlando los cañones giratorios que ellos utilizaban. Suspiré cansado mientras señalaba a las carrozas con mi mano abierta, haciendo que de forma instantánea estas se detengan.

Las personas que venían conduciendo las carrozas salieron por el vidrio, y los que venía conduciendo las armas empezaron a disparar, pero las balas simplemente quedaban en el aire flotando a centímetros de la palma de mi mano.

Hel:-Que decepción - murmuré mientras cerraba mi mano en un puño y hacía que las carrozas se compriman hasta estallar - Supongo que terminaré esto rápido, quiero probar las costumbres Midgardianas ya - Comenté mientras hacía crujir mi cuello para cerrar mis ojos y empezar a levitar sobre la blanca nieve.

Extendí mis brazos y abrí las palmas de mis manos haciendo que en ruidosos y destellantes rayos verdes aparezcan mis hachas.

Abrí mis ojos ahora más salvajes y empecé a volar sobre la zona. Recorrí unos cincuenta metros antes de empezar a ver un convoy de soldados enemigos, y dirigiendo energía a mis hachas y haciendo que un fuego verde las cubra.