No Es Un Sueño {Fanfic Manuel Turizo}

Capítulo 12

Les tengo envidia

Estaba muy cansada del viaje, llegué a mi casa solo a dormir ya que aún vagaban algunas cosas sobre mi cabeza que no Manuel ni mi abuela habían dejado claras.

A todo esto yo no había revisado exactamente el libro, pero habían más historias de las que yo no había escrito al menos hice solo unas dos o tres, pero más que todo lo hice para pedir el deseo, si lo sé, algo infantil pero valió la pena.

Me tome una ducha, mientras todas las aplicaciones les llegaban sus notificaciones.

Salí de la ducha y obviamente lo primero que abrí es el chat de Manuel, tenía 15 mensajes y 3 llamadas. Pero todo había sido en la tarde más que todo, ya que los últimos dos eran de las 18:30pm justo cuando iba a bañarme.

Mi lobo🐺💜
10:19am

Mi luna hermosa, cuidate yo estaré ensayando mañana tengo un concierto. Si regresas temprano podríamos ir por un helado. Te extraño por siempre tuyo.
Tu lobo😍🐺

Mi lobo🐺💜
14:30
Princesa, ¿por qué no contestas? Te he hecho dos llamadas y no son recibidas, ¿estas bien?

Tenía muchos mensajes como ese hasta que uno me llamó la atención.

Mi lobo🐺💜
16:09
Amor de mi vida, quizás te estoy dejando muchos mensajes, pero es que realmente estoy angustiado porque no me contestas, solo quería decirte que... Bueno creo que estas intentando hablar conmigo por nuestro link, ¿que como lo se? Bueno me duele mucho la cabeza, al parecer Julián y mamá dicen que es porque he esperado mucho por ti.

Mi lobo🐺💜
17:15
Me gustaría que nos viéramos en la tarde o noche, cuando regreses claro.
Te extraño demasiado mi dulce mate😍😔.

Y es que es toda una ternurita mi bebé, se imaginan amigas lo que pasó, ahahaha! Es impresionante.

Decidí ponerme mi pijama favorito y fui en busca de mi diario en mi mochila, claro luego de responderle a Manuel, preferí mandarle un audio, para que supiera que su mate sigue viva y para largo.

Tenía mi pequeño gran concierto en mi cuarto, mientras ordenaba de el, ya que no se donde había dejado mi mochila. Y es que venía tan cansada y despistada que no se donde la puse.

Estaba en lo mejor de cantar Una Vez Más...
Cuando mi cantante se salió de mi bocina y estaba cantandome en el oído...

–Lady ¿dónde estas? Yo te quiero aquí, no paro de pensar en ti...

Dios! Esto es un sueño del que no quiero despertar ¡JAMÁS!

Gire sobre mis pies y ahí estaba, tan bello, tan sonriente, cantadome de frente y acariciando suavemente mi mejía, la que ahora tenía un color carmesí.

–¿Que me haz hecho mi lady?–

siento mis pies como gelatina y mi cara parece un tomate y solo salen mis palabras como un susurro.

–¿Que me haz hecho tu a mi, lobito?–

Fue ahí donde nos acercamos más para...
Cuando mi papá tocó la puerta, que suerte que esta vez no abrió.

–Hija, bajale un poco a tu concierto. Tengo que levantarme temprano.

Manuel y yo nos quedamos congelados, yo solo puse mi mano sobre su boca, sus ojos se abrían como platos pero... Estoy viendo el color amarillo en sus ojos.

–Si papá, ahorita– le hice una seña de que guardará silencio y me dirigí a bajarle.

Cuando me asegure que no estuviera en el pasillo, un suspiro que estaba aguantando hace mucho salió más pesado de lo pensado.

–Estuvo a punto de descubrirnos – me senté en mi cama junto a él.

–Si, pero no pasó.Así que en lo que estábamos... – se acercó a mí, pero fue ahí donde me di cuenta de que no era él, sino su lobo.

–Debes controlarme lobito–

Al parecer le gusta que lo llame así porque gruñó.
Su voz se hizo más fuerte, pero tenía una pizca de... ¿Lujuria?. Si eso era.

–Mi luna, eres la mujer más bella que he visto. Quiero, quiero... –

En un dos por tres sus ojos se tornaron cafés como de costumbre y me tomó por sorpresa.

–Perdón princesa, no quise decir eso. No, yo no...– tenía en sus ojos un pizca de culpa.

–No hiciste nada del porque disculparte, te controlaste, aunque me tienes que explicar porque haces eso.–

–Es que... – sé tiro del pelo y se dirigió hacia el balcón donde la luna estaba en un punto muy bonito – les tengo envidia, a las personas que te rodean, a tu padre, al cartero, incluso a tus almohadas– las señaló y volteo a verme– me encantas demasiado.
Quiero pasar todos los días a tu lado y es que ese es el efecto de las mates en la vida de los hombres lobos, no puedo separarme de ti unas horas porque siento que puedo perderte y ese es mi mayor miedo. Ya vas a empezar a la universidad y vas a tener chicos detrás de ti y... No, no puedo estar así.

¡Mi vida!, ¡Cosita hermosa! Es tan lindo. Jamás me había sentido tan querida por alguien que no fuera mi padre, bueno solo por... No viene al caso recordar. Pero es increíble lo que estoy viviendo.

–No tienes porque sentir envidia de nada ni de nadie, que no ves – señaló toda la habitación– esta habitación es más tuya que mía, ¿no ves como tengo de póster y fotos que he hecho solo para ti?. Tú me encantas el doble y creeme que no te cambio por nada enserio. Dime ¿Crees que te cambiaría a ti por un chico cualquiera?.

Manuel me observa y se hace una curva en su boca, al parecer es una media sonrisa.

–Y si, si. Y si derrepente quieres a alguien que.. No sé que no vaya a giras y nos veamos cuando haya algún momento para respirar.

Me acerque un poco enojada por su comentario como se le ocurre decir eso. En qué cabeza cabe que mi cantante favorito, el amor de mi vida lo cambiaría por alguien más. Enserio Manuel dijiste eso, ¡enserio!.

Me acerque más a él y sin dejarlo decir más palabras lo besé.
Pero no tardó en corresponderme el beso.
Al principio fue lento y me preguntaba si le habría parecido un atrevimiento de mi parte pero tenía muchas ganas de hacerlo y no solo porque me encanta, sino porque quiero que este seguro de mi.
Profundizamos más el beso, fue ahí donde su boca fue abriéndose más para dar paso a su lengua. Era un vaivén increíble.
Fue bajando sus manos hasta mi cintura y me atrajo más hacia él.

Terminó con un beso corto y nuestras narices rozaron y me abrazo, estuvimos así por un momento hasta que su hermosa sonrisa apareció...

–Ahora entiendes porque les tengo envidia–