Roma

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Shoto debía pensar en cómo llegar a Roma sin ser descubierto y además en no ser tocado por el sol, una idea era hacer un portal con ayuda de unos demonios pero no sabía si Momo lo resistiría, era cierto que había sobrevivido al ataque de todos esos vampiros, pero los demonios eran totalmente distintos en todos los aspectos posibles. Tal vez es él el que no debe ir a Roma, quería acompañarla y protegerla pero no podía, no solo por las anteriores declaraciones, sino también por el resentimiento que ella había creado hacia él, pero sabía quién la podía llevarla y pasar desapercibida.

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-¿Pero tú vas a estar bien? - le preguntó preocupada, si se quedaba lo podían matar o torturar, es cierto que Momo era como su hija, pero Shoto siempre estuvo para ella

-Cateline, ella no confía nada más que en ti, voy a volver a la mansión para hablar con las chicas para que escapen, no quiero que se metan en este problema, yo soy su principal objetivo, llévala cuanto antes a la casa que tengo ahí, cuidala, sí? - la chica asintió preocupada por él, nunca se había alejado tanto de Shoto, pero tampoco iba a abandonar a Momo.

Momo al despertar seguía débil, pero aún así se levantó para ver dónde estaba Shoto, por lo que tenía entendido él también estaba en peligro, tampoco no lo iba a su suerte, sin embargo, no estaba en esa pequeña cabaña, ni siquiera en los lugares oscuros, pues ya era de día

-Momo- la pelinegra volteó a ver hacía donde la habían llamado, tenía la esperanza de ver al vampiro que rondaba en su cabeza, pero era Cateline... Cateline?

-Cat!!! Estás acá- sin pensarlo corrió a abrazarla, era raro que estuviera en ese lugar así que le preguntó, por lo que la chica le tocó explicar lo sucedido. Momo trataba de no demostrarlo pero falla, pero estaba muy preocupada por aquel vampiro, a pesar de ser dura con ella, estaba conciente de todas las veces que la salvó y que a escondidas de ella le daba pequeños detalles en su vida diaria, ella no era boba, se daba cuenta que en realidad la cuidaba, pero seguía sentida por cómo la trató, tal vez debía darle una oportunidad como un amigo pero aún seguía dudosa -Ojalá él esté bien... Si puedes mantenme al tanto de cómo esté, se qué él es fuerte- Cateline estaba sorprendida, Momo no solía preocuparse por el amo, o al menos no lo mencionaba, pero era algo bueno, si Shoto la escuchara se pondría muy feliz

-Ha vivido bastantes siglos, no dudes de él, querida- besó su frente con cariño, pues ella era más alta que la pelinegra - aprovechemos que es de día- y así, con el dinero que les dio Shoto, marcharon a aquel país, tuvieron que tomar un tren de vapor para luego tomar un navío que las llevaba a aquel caluroso país, su viaje duró tres días pero estaban lejos del peligro, o al menos hasta el momento.

Estando en la casa de Roma del bicolor Momo volvió a sorprenderse, era preciosa, no era tan grande como su hogar pero seguía siendo bastante grande, adentro todo estaba limpio y ordenado, se notaba los lujos que tenía por las pinturas y las decoraciones del lugar

-Es preciosa-

-Sí... Shoto la mandó a hacer para su ex esposa- talvez no debía decirlo pero pensó que era necesario

-Eso explica la decoración- no quería quedar callada, sería sospechoso e incómodo pero cuando nombró a su anterior amor le dio un nudo en la garganta, debía dejar de lado sus sentimientos o sufriría... Pero de eso se trata el amor, no?

-Momo, acá vas a estar segura, puedes salir a donde quieras y con quien quieras, pero por favor, no salgas de noche, ellos pueden tener aliados acá pero es poco probable, aún así, ten cuidado-

-Claro que sí... ¿Puedo dormir en cualquier habitación?- pero no recibió respuesta, su amiga se quedó muda, no sabía si podía usar la habitación que compartía la pareja o la habitación de la chica anterior nombrada, así que tardó unos segundos en contestar

-Mejor yo te indico- la llevó a una habitación en el segundo piso, era casi tan grande como la de Shoto, tenía un gran balcón y un baño, muy moderno para la época, bastante grande. Momo agradeció la habitación pero se quedó solo unos minutos, ella quería conocer, quería ser libre, como una chica normal.

La casa no estaba tan alejada del pueblo así que no tardó en llegar, ahí no había pobreza, era todo bello, veía personas felices y comercios que se notaba que prosperaban, ella estaba en las nubes, estaba encantada de aquel lugar pero eso llevó a que chocara con un chico, algo musculoso,  llevaba unas canastas de pan pero por fortuna no se cayeron

-Perdón! No veía por donde venía- él estaba de espaldas por lo que volteó a verla, era bastante atractivo, tenía una cara fuerte y una cabellera rubia

-No te preocupes... Disculpa, eres nueva? - Katsuki no la había visto antes, es cierto que él no es que sea tan viejo como todos los habitantes, pero como era pequeño el lugar todos se conocían. Al verla quedó fascinado por su belleza física, se veía tan delicada y dulce, ojalá pudiera tener una vida relajada para poder salir con chicas

-Sí llegué hace unas horas-

-Bueno, bienvenida... ¿Te gustaría que te dé un tour? No es muy grande pero puede ser de ayuda- Momo no estaba segura, no lo conocía pero se veía amable y además de no conocerlo a él, no conocía el lugar

-Bueno-




Volví, alv, demoro tres años en publicar pero actualizo jajaja perdón si hay alguna incongruencia histórica, soy muy quisquillosa con eso pero dije "es mi historia, es mi planeta" jajaja espero lo disfruten

Tu vampiro (Todomomo. Todoroki x Momo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora