El rey del anillo ⨾ Emiliaco

d i e c i n u e v e

A eso de las ocho de la noche empezó a llover, lo cual no habría sido gran problema para él de no ser porque luego de eso, se fue la luz.

Estaba en casa de Emilio, habían estado buscaban algo que jugar en el ps4 mientras pasaba la tormenta, fue justo cuando el mayor se levantó para preparar su maruchan que la luz se cortó de golpe, con el sonido de la consola quedándose a medias y Joaquín lanzó el chillido más fuerte de la historia abrazándose automáticamente a sí mismo.

—¿María?— la voz de Emilio lo trajó a la realidad, dándose cuenta de que no estaba solo pero sin que eso pudiera calmarlo. —¿Estás bien?

Quiso responderle que sí, que no se preocupara pero no pudo porque sonó un trueno y eso sólo hizo que volviera a chillar. Emilio no regresó rápidamente con él, de hecho se quedó otro rato en la cocina, seguramente terminando de hacer su maruchan porque el gas no se había ido como la luz. A Joaquín no le gustaba la oscuridad, de hecho creía que a nadie le gustaba la oscuridad, pero él ni siquiera podía dormir con la luz apagada porque tenía nictofobia.

De hecho su mamá le había comprado una lámpara de noche para que no gastara tanta luz, cuando era niño solía andar por la vida con una lámpara pequeña colgada del cuello y aún ahora llevaba una lámpara en el llavero de sus llaves, pero ahora no tenía pilas y Joaquín estaba prácticamente entrando en pánico, aunque le daba pánico entrar en pánico.

Su miedo a la oscuridad se hacía más grande ahora que no tenía idea de donde estaba cada cosa, porque no era su casa y sabía que estaba con Emilio pero estando con él o sin él cualquier cosa podía pasarle. Un perro comenzó a ladrar demasiado cerca, con la mente clara seguramente habría pensado que era Samai, lo más lógico, sin embargo a oscuras pensó que se trataba de un perro callejo que había entrado al patio de alguna forma y que iba a lastimarlos.

Escuchó una puerta cerrarse y volvió a chillar, porque un ladrón podría aprovechar para entrar a robar. Luego escuchó pasos hacia él y pensó que no era sólo un ladrón, sino que era un asesino serial que había entrado para matarlos, abrió los ojos para mínimo intentar enfocarse y vio dos ojos frente a él así que gritó y tuvo dos manos sobre sus hombros que le quitaron el aire.

—María, María, cálmate— era sólo Emilio, pero aún así no podía decifrar de quien eran los ojos que tenía enfrente, así que siguió mirando hacia allá y respirando rápido. —soy yo, ¿Qué pasa? ¿Te asusté?

—No, no— pasó saliva—. Yo sólo-

—Estás respirando muy rápido— Emilio se sentó a su lado, le pasó una mano por la frente, acomodándole el cabello y haciendo que Joaquín se sintiera levemente avergonzado porque estaba asustadísimo—. Y estás sudando, ¿Tienes calor? Pero hace frío...

Oh no, Joaquín miró para otro lado e intentó respirar de forma lenta pero no pudo, estaba teniendo un ataque de ansiedad. Intentó pensar que no era así, cerró los ojos, se pasó la mano por el cabello y miró de nuevo hacia los ojos desconocidos, intentando pensar que tal vez era algo que estaba o hasta Samai.

Cuando comenzó a sentir que le faltaba el aire le puso una mano a Emilio en la pierna y la apretó, quizás con demasiada fuerza pero lo suficiente como para llamar su atención.

—No puedo respirar— le dijo a Emilio de manera entrecortada, mientras se ponía una mano sobre el pecho para intentar respirar. El de cabello rizado le echó aire en la cara y después le acarició la mejilla.

—Tranquila, tranquila— Emilio lo abrazó, comenzando a acariciarle el cabello de manera lenta—. Vamos a mi cuarto, ven.

—¿Por q-qué?— cuando se pusieron de pie, Joaquín por fin pudo darse cuenta de que los ojos que veía eran los de una alcancía decorativa con forma de iguana.

—Ahí tengo un foco que funciona sin electricidad— comentó Emilio mientras lo tomaba de la mano y lo dirigía hacia allá—. Mi mamá dijo que no servía para nada pero mira, hoy es el día de usarla.

Emilio prendió la luz cuando llegaron ahí, permitiendo que Joaquín pudiera ver su cuarto por primera vez. La vez anterior había estado más al pendiente de él y lo borracho que estaba, que a su cuarto.

Se sentó en la cama, Samai inmediatamente se subió con él a la cama y Emilio se sentó a su lado, tomando su mano después para asegurarse de que ya no estuviera temblando. Afortunadamente el ataque de pánico apenas estaba empezando, no había llegado a mayores y Emilio sabía cómo tratar con ellos, Joaquín supuso que porque él también sufría de esos a veces, aunque no le agradó el pensamiento.

Joaquín recargó su cabeza del hombro de Emilio y suspiró, sintiéndose muchísimo más tranquilo ahora que ya podía ver a su alrededor. Todavía no iba a terapias, apenas estaba hablando con su madre al respecto, porque la cosa estaba haciéndose cada vez más grave y había que frenarlo, pero a su madre no le gustaría saber que le había dado un ataque de pánico.

—¿Estás bien?— preguntó Emilio en un susurro, acariciándole suavemente el cabello y sintiendo su respiración en el cuello, Joaquín asintió, abrazándose más a él y sin querer romper la atmósfera. —¿Segura? ¿Te traigo algo de tomar?

—¡No!— Joaquín se aferró más a él casi hasta asfixiarlo, Emilio lo abrazó por la cintura a pesar de ello y no se quejó—. No, no, quédate conmigo, por favor.

—De acuerdo— por un rato solamente se escucharon sus respiraciones tranquilas y el sonido de la lluvia golpeando en las ventanas—. Le tienes miedo a la oscuridad, ¿Verdad?

—Sí— el menor suspiró, escondiendo su cara en el hueco del cuello de Emilio, sintiéndose repentinamente muy protegido ahí—. Se llama nictofobia, tengo que tomar terapia para superarlo.

—Está bien— Emilio le acarició la espalda suavemente, esperando a que eso pudiera calmarlo, aunque ya estaba bastante tranquilo ahora que ya tenía iluminación—. ¿Te cuento algo divertido?

—¿Hum?

—En el starbucks siempre pido que me pongan "Ramiro".

—¿Por qué?

—No lo sé— Emilio le dejó un pequeño beso en la frente—. Me gusta.

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Lamento no haber actualizado antes :c yo sé que también es raro actualizar en martes pero este sería oficialmente el último capítulo del año y no quise quedarme sin actualizar uwu

Han pasado tantas cosas en mi casa, aún ahora estoy muy preocupada 😓 pero voy a intentar escribir a pesar de todo 😊 en fin, espero que les gustara el capítulo, nos vemos el próximo viernes 💕
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