Prólogo

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Miro a mi alrededor y puedo ver a mi madre abrazando a un niño de nueve años el cual no entiende que ocurre, ni porque unos hombres los apuntan con sus armas, sólo es consciente del terror que siente al ver esos hombres con semblante sombrío que los miran sin mostrar piedad si en algún momento les indican que deben apretar el gatillo, ese niño soy yo y esos hombres no se imaginan que estoy gravado en mi mente cada uno de sus rostros para después tomar venganza contra cada uno de ellos y que ese mismo niño del cual se burlan por verlo llorar asustado, se convertirá en su peor pesadilla. Intento de llegar a ellos pero una muralla invisible me lo impide y solo puedo limitarme a observar como todo sucede.

- Por favor, háganme lo que quieran a mí pero dejen ir a mi hijo. Él no sabe nada, es inocente- Oh mamá si supieras en lo que me convertí desde ese día

- Cállate perra. Ese mocoso no nos sirve de nada, tú eres la que siempre hemos querido. A John no le importa para nada este crio en cambio tu siempre fuiste un tesoro para él ¿y como no? - ríe un tipo bien vestido que se pasea por la sala de mi casa- Eres la única estúpida que se podría haber fijado en alguien tan hijo de puta como él, Pero ese imbécil me las pagará por haberse metido en mi negocio. Debió haberse quedado como la rata que era, pero no, su ambición lo hizo querer siempre más y por el éxito siempre debemos sacrificar y tú serás ese sacrificio

- Dejen que mi hijo se vaya por favor – Ruega mi madre envuelta en llanto. Como hijo de un mafioso a esa simple edad ya sabía cómo disparar un arma, pero como niño de nueve años me daba terror matar a alguien y aún más estar en esa situación

- No. Él se quedará, a ver si así se hace hombre el mocoso, ya que en vez de estar llorando como un marica debería estar cuidando a su madre.

- Por favor, él no tiene nada que ver en esto. Él es inocente

- Ya me cansaste con tus palabras perra- dice el hombre cargando el arma mientras apunta a la cabeza de mi madre. Escondo mi cabeza en su pecho y escucho el disparo para luego sentir como el cuerpo de mi madre se desvanece mientras miraba mis manos cubiertas de sangre para luego levantar la cabeza y ver a mi madre con una bala incrustada en su frente.

Mientras todos se marchan yo lloraba arrodillado a un lado de su cuerpo. Desperté apoyado en el cuerpo de mi madre inerte y di un brinco al sentir unas manos en mis hombros.

- Ya todo terminó hijo. Ya estoy aquí- Es mi padre- no alcance a llegar pero te prometo hijo que pagaran por la muerte de tu madre

- Yo me quiero encargar de eso- Ahí fue cuando ese niño perdió toda su inocencia para transformarse en un demonio insaciable de sangre.

Pero de esa imagen salta a otra ahora estoy más grande con doce años y estoy en el sótano de la guarida de mi padre con un hombre encadenado a una silla. Era el último para completar mi venganza por la muerte de mi madre y el que sufriría más.

- ¿Qué tal? ¿Dónde quedó el marica que no fue capaz de defender a mi madre? Pues aquí esta y aunque no pude defenderla pues la vengare

- Por favor. Yo solo fui enviado

- Que patético. No ruegues porque no servirá de nada- digo cortando otro de sus dedos escuchando sus alaridos de dolor - Ese día le quitaste la inocencia a ese niño y ahora me convertiste en esto. En una persona llena de odio y sediento de venganza. Este será el regalo de navidad de tu hija- digo mostrándole el dedo que acababa de arrancar - de seguro le gustaría conservar un recuerdo de su padre

- Por favor. No le hagas nada a mi hija, ella no tiene la culpa de nada

- Mi madre te dijo exactamente lo mismo ¡¿y tú qué hiciste!? ¡¿Qué hiciste?! - grito- ¡La mataste! ¡Yo no tenía la culpa de lo que era mi padre y aun así me arrebataste a la única persona que me había enseñado lo que era el amor! - digo con rabia apuñalando su pierna - ¡era la única persona que podía evitar que me convirtiera en esto y tú! ¡Te encargaste de arrebatármela y más encima frente a mis ojos! - Esta vez entierro mi daga en su mano sin dedos- ¡pues ahora tu hija me vale! ¡Ella sentirá exactamente lo que yo sentí!

- Eres un hijo de pu... - no lo deje terminar ya que le di un puñetazo en su asqueroso rostro

- Si vuelves a nombrar a mi madre lo que le mandare a tu hija será la cabeza - digo con rabia

- Si tocas a mi hija me encargaré de que tu padre muera

- ¿Y crees que me importa? Tú mismo lo dijiste, yo no le importo a él y el menos a mi- digo con una sonrisa - soy intocable ¡Nada en este maldito mundo me importa! Y si me matan créeme que me estarán haciendo un puto favor. Pero mientras viva me encargaré de hacerle mierda la vida a todos los hijos de puta que se metieron con mi madre - Una sonrisa macabra se forma esta vez en mi rostro

- Estás totalmente loco- dice este mirándome horrorizado

- Deberías estar orgulloso. Tú me creaste y por cierto, tu hija es bastante perra y coge bastante bien- miento

- ¡Hijo de puta! - grita enojado por lo que lo apuñaló en la pierna

- ¡Te advertí que no volvieras a nombrar a mi madre y menos llamarla puta! - grito enterrando la daga en su cuello - nos veremos en el infierno imbécil – No puedo evitar sonreír al verlo desangrarse - no podré verte morir ya que debo ir a visitar a tu hija - digo haciendo un puchero - y por cierto ¿sabías que tu esposa te es infiel con tu hermano? Ni como esposo ni padre sirves- cierro la puerta a mis espaldas dejándolo desangrarse para luego ser tirado a nuestros perros como comida.

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Los sentimientos de un Mafioso(Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora