Recuerdos (Las crónicas de Narnia y el viajero del Alba) #3

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-Es oficial ¡Has perdido la cabeza! - le reclamé a Caspian mientras iba de un lado al otro por el salón del trono

-Kayssa, si solo lo pensaras- me pidió mientras se acomodaba en su trono. Llevaba alrededor de un año pidiéndome hacer una excursión en barco a las Islas Solitarias, para buscar a los allegados de su padre, y con esta sería la décima discusión que tendríamos al respecto

-Por favor, Kay, te viene pidiendo esto desde hace un año- dijo Sur acercándose a mi para detener mi andar -Además, eres su Protectora, debes apoyarlo- agregó

-Pero Narnia...- empezaba a decir cuando el rey me calló

- ¡Por Aslan! Todos sabemos que no es Narnia lo que te detiene- dijo volteando a ver mi collar, el collar que compartía con Edmund, el collar que había visto cambiar cientos de veces. Habían pasado ya tres años desde la partida de los reyes de antaño y había esperado todo ese tiempo a que volvieran, pero cada vez iba perdiendo más las esperanzas.

-Y también sabemos que cada vez hay menos posibilidades de que regresen, ya que Narnia está mejor que nunca- agregó

Yo solo me quede de pie, viéndolo sin dar crédito a lo que había escuchado, en los últimos dos años habíamos evitado hablar de ellos, principalmente de Edmund o Susan

-Kay, debemos avanzar- dijo Cas acercándose a mí para darme un abrazo el cual esquive -Kay- susurró

-No, ve tú, yo me quedaré aquí- le dije antes de salir de la sala y dirigirme al patio.

Era una noche bastante fría como para ser mediados de primavera, me senté en una de las bancas que había al rededor la fuente central desde donde podías observar el castillo de mejor forma, por las ventanas podía alcanzar a distinguir las pequeñas siluetas del rey y los demás guardianes; sabía que Caspian tenía razón y una parte de mí también quería ir en busca de aventuras, pero me asustaba, me asustaba el hecho de que pudieran volver y no estar aquí, pero... Han pasado tres años, tres y por más que lo intento ya no tengo el recuerdo de su voz. Me hace tanta falta.

Me quede un buen rato admirando las estrellas entre lágrimas y recuerdos hasta que Einar, Norte había insistido meses en un nombre y este era el que habíamos escogido para él, se sentó a mi lado

-Es tarde- fue lo único que dijo, pero no contesté -Hace frío para ser primavera ¿No crees? - preguntó, pero yo continué callada, no quería hablar, no estaba de ánimos

-Si se hará el viaje- soltó y fue ahí cuando lo voltee a ver

- ¿Qué? - pregunté

-Me ofrecí a ir de guardián de Caspian, así tú te podrás quedar a esperar a los chicos, bueno a tu esposo y a Lucy- dijo eso último con tono de tristeza, seguíamos sin superar el hecho de que los hermanos mayores ya no podrían regresar

-Qué Aslan nos ayudé- exclamé y solo vi como Einar rodó los ojos

-No puedes seguir enojada con los demás por su partida, esto les hará bien a todos, zarpamos pasado mañana al amanecer- concluyó y se levantó para irse. No me moví, era una idea absurda el organizar una expedición en solo cuarenta y ocho horas y ellos lo sabían, pero no pensaba decir nada, había tomado una decisión y me mantenía firme ante ella.

Después de un par de horas más decidí irme a mi cuarto, entre y me cambié, tomé de mi buró la linterna que Ed había olvidado y me recosté en mi cama. Me quede mirando el techo con vigas de madera, pensando en cuanto tiempo vendría y por cuanto se quedaría, pero lo que más me asustaba era pensar si después podría volver; tomé mi collar con el dije y lo observé, estaba amarillo y eso significaba que era feliz, él era feliz, sin Narnia y sin mi

-Kay- Entró Este interrumpiendo mis pensamientos

- ¿Qué no sabes tocar? - pregunté sentándome -Ahora vienes tú también a sermonearme- agregué

-No, solo quiero saber ¿Por qué? - preguntó y yo lo miré confundida

- ¿Por qué no quieres ir? En realidad, te preocupa lo que pueda pasar en Narnia o sigues esperando a que regresen- explico sentándose a mis pies en la cama

-Yo... Tengo miedo, tengo miedo de que regresen y no esté aquí para ellos, para él, además sabemos que es muy probable que sea su última visita-

El solo me miraba, compasivo

-Tienes que ir- fue lo que dijo después de varios minutos en silencio -Te ayudará a avanzar, y hará más ligera la espera, además, ¿crees que Norte, perdón, Einar, va a frenar a Caspian en alguna de sus estupideces? - Lo último me hizo soltar una leve risa, Caspian solía ser impulsivo al igual que Einar así que ninguno de los dos frenaría al otro. Este tenía razón, habían pasado tres años desde que se fueron y la vez pasada les tomó mil ochocientos años en regresar, podían tardar hasta más años esta vez y no podía sentarme a esperarlos toda una vida

- ¿Dónde están? - pregunté saltando de la cama

-En la biblioteca de Cair Paravel- dijo mientras yo me ponía mis botas, una bata y mi capa; salimos de mi habitación hasta los establos.

Después de que los hermanos se fueron, Caspian se encargó de construir un pequeño castillo en las ruinas de Cair Paravel, ya que reconstruirlo hubiera sido casi imposible, en el cual sólo había un pequeño comedor, cocina, algunos cuartos, pero contaba con una gran biblioteca y estudio por lo que su profesor vivía ahí junto a Buscatrufas y Trumpkin.

Cabalgué durante varias horas para llegar, el sol comenzaba a salir y me sentía cansada, no había dormido ni un poco.

Una vez llegue fui inmediatamente a la biblioteca en donde encontré al profesor junto al rey y a mi hermano

-Si creen que pueden organizar una expedición a las Islas Solitarias en cuarenta y ocho horas, están locos- dije captando su atención -Si vamos a hacer esto, vamos a hacerlo bien- agregué mientras me acercaba a ellos y pude ver un brillo de alegría en los ojos de Cas y podría jurar que uno de alivio en los de Einar

- ¿Qué sugieres? - preguntó mi hermano e inmediatamente nos pusimos a planear la expedición, tardamos dos semanas en planear algo decente y dos más en estar listos para zarpar; habíamos decidido que Este y Sur se quedarían y si necesitaban nuestro apoyo sólo tendrían que enviar una carta con un halcón y navegaríamos a Narnia de inmediato.

Era la noche antes de zarpar y yo estaba con los nervios de punta; terminaba de empacar cuando un par de golpes en mi puerta robaron mi atención

-Pase- dije mientras tomaba la linterna de Ed y la guardaba en mi mochila

-Kay ¿Ya estás lista? - preguntó Caspian sentándose en la orilla de mi cama

-Ya casi, sólo me falta guardar un par de cosas más- dije mientras doblaba un par de blusas

-Gracias por aceptar a hacer esto-

-Soy tu protectora, no podía dejar que hicieras alguna estupidez mientras estabas fuera- contesté provocando que ambos soltáramos un par de risas -Además, hicimos una promesa ¿Lo olvidas? - le recordé

-Claro... Yo también los extraño- En todo este tiempo no había dicho nada al respecto de ellos

-Lamento que Susan ya no vaya a regresar- deje mis cosas y me senté a su lado, él apoyo su cabeza en mi hombro y pude sentir como este se mojaba un poco con un par de lagrimas

-Oye, a lo mejor encontremos a alguien para ti-

-Pero no como ella- dijo separándose

-No hay nadie como ellos- dije acostándome

-Te dejo, mañana será un día agitado- dijo levantándose mientras rápidamente se secaba sus ojos

-Hasta mañana Cas-

-Adiós Kay- se despidió y salió del cuarto, me quedé un par de minutos más mirando al techo y sujetando el dije con mi mano

-Te amo- susurre reincorporándome para seguir empacando