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Vimos la isla justo cuando anochecía y ya que el viento nos había bendecido de nuevo, Eustace planeaba a nuestro lado
-No es como que grite "están a salvo aquí" saben- comentó Einar.
Todos estábamos en la proa del barco mirando la isla
-Pero si grita comida- agregó Caspian, lo cual me hizo sonreír. La isla se veía cubierta de vegetación desde la base hasta la punta
-Esperemos y así sea- dije nerviosa, todos necesitábamos una comida decente con urgencia
-Qué Aslan nos bendiga- dijo Edmund y todos fuimos a prepararnos para dejar el barco.

Estaba en el camarote buscando si me quedaba alguna camisa limpia, necesitaba sentir el frescor de la tela cuando en el fondo de mis cosas encontré la linterna de Ed, la tome y acaricié con sumo cuidado, la deje en la cama mientras me cambiaba
-Kay, ¿estás lista?- preguntó Lucy y yo asentí
-Si, si, vamos- dije mientras guardaba la linterna en el borde de mi pantalón, cubriéndola con la camisa.

Ya estábamos todos listos para bajar, el barco se había anclado lo más cerca que pudimos
-Mantengamos los ojos abiertos, iremos todos juntos- dijo Caspian antes de bajar a los botes.
-Ed- llame su atención y él volteó a verme, saque la linterna y la extendí hacia él
-Se me había olvidado dártela- me disculpe y pude ver cómo sonreía
-Gracias- dijo tomándola, nos quedamos un rato mirándonos, como si fuera la primera vez que nos encontrábamos hasta que la prisa en la voz del rey nos hizo bajar a los botes.
Lo único que rompía el silencio era la suave melodía que silbaba Einar, cuando llegamos a la orilla ahí estaba Eustace junto a Reep y cerca de él había un camino de piedras desgastadas cubiertas de musgo y hierba saliendo de las grietas
-Quédate aquí amigo, eres demasiado grande para acompañarnos- le dijo el ratón al dragón y él solo resopló inconforme.
Caminamos entre las ruinas que parecían protegidas por ramas secas hasta llegar a un puente, Edmund encabezaba la marcha alumbrando con la linterna
-Se ve... encantador- comentó mi hermano. El puente estaba vigilado por unas grandes estatuas de piedra en forma de lo que parecían ser águilas que también habían sufrido por el paso del tiempo y estaban cubiertas de verde. Lo atravesamos con cuidado, como si en cualquier momento alguna criatura pudiera salir y cerrarnos el paso.
En el otro extremo vimos un árbol enorme cuyo tronco se abría en una especie de arco que daba paso a una mesa cubierta con un enorme banquete fresco en su interior
-Comida- escuché bufar al minotauro pero el capitán lo detuvo antes de que tomara algo
-¿Qué es eso?- preguntó Lucy señalando el montón de ramas y lianas al fondo de la mesa, Ed se acercó con cuidado y al alumbrarlo se sobresalto provocando que los demás sacáramos nuestras espadas, alertas. Caspian se acercó a los hombres que yacían inertes
-Lord Maramont- susurro -¿Son los que faltaban?- pregunté y el asintió con la cabeza, me ubique al lado de Edmund y le levante el largo cabello gris que le cubría el rostro a uno de ellos, tenía los ojos abiertos y me sobresalte en cuando soltó un suspiro
-Esta respirando- se sorprendió Cas
-Igual que ellos- dijo Einar y Edmund los alumbró más de cerca para poder ver su lenta respiración
-Algo los embrujo- agregó mi hermano
-¡Es la comida!- gritó un marinero haciendo que otro soltara de golpe una manzana que estaba apunto de comer
-No toquen nada- Ordenó Caspian
-Miren, es el cuchillo de piedra- dijo Lucy separando unas ramas para dejar ver el cuchillo
-Es la mesa de Aslan- agregó
-Las espadas- dije y nos pusimos a buscarlas entre la espesura que cubría a los Lords
-Pónganlas en la mesa- comentó Ed, las colocamos encima del cuchillo y también incluimos las que habíamos obtenido en el camino
-Falta una- murmuró Cas y nos volteamos a ver preocupados
-Ya sabía que había sido demasiado fácil- bromeé para aligerar el ambiente, el rey me correspondió
-¡Miren eso!- exclamó Lucy señalando una brillante luz azul que descendía del cielo, Caspian desenfundó su espada y yo mantuve mi mano cerca de la empuñadura de una de las se encontraban en la mesa.
De la esfera de brillante luz azul apareció una hermosa joven de cabellos rubios y un largo vestido, de ella desprendía un resplandor azulado
-Viajeros de Narnia, bienvenidos sean- Su voz era muy dulce, la tripulación se arrodilló ante su presencia
-De pie- pidió gentilmente -¿No tienen hambre?- preguntó extrañada
-¿Quién eres?- preguntó Caspian, quien no dejaba de ver a la hermosa joven
-Soy Liliandi, hija de Ramandu- se presentó acercándose al rey
-¿Eres una estrella?- preguntó Lucy y ella asintió
-Eres muy bella- comentó Caspian, su voz sonaba como si lo hubieran hechizado, sonreí al ver que podríamos haber encontrado a alguien para él
-Si eso los distrae podría tomar otra forma- Comentó Liliandi preocupada
-¡No!- se apresuraron a decir los chicos, incluyendo Edmund, ellos se voltearon a ver un poco incómodos y yo solo oculté mi molesta mirada a un lado, ya no éramos nada pero un nudo en la boca de mi estómago se había formado
-Se llaman celos- me susurro Caspian al oído y yo solo lo golpeé despacio en el hombro
-Por favor coman, hay suficiente para los invitados a la mesa de Aslan, siempre- pidió la estrella, quien con un movimiento de mano prendió las velas que posaban en la mesa y la tripulación se apresuró al banquete.
-¡Alto!- exclamó Ed -¿Qué les pasó a ellos?- preguntó señalando a los lords
-Los pobres llegaron a la isla al borde de la locura y trataron de cometer actos violentos, eso está prohibido en la mesa de Aslan- explicó la estrella
-Vengan, no tenemos mucho tiempo- agregó empezando a caminar por un pasillo, nosotros la seguimos mientras la tripulación no dudaba en tomar comida.

La seguimos por un camino lleno de raíces y ramas hasta un pequeño mirador, al ver lo que había enfrente mi pulso se comenzó a acelerar al igual que mi respiración
-¿El mago Coriakin les hablo de la isla negra?- preguntó la joven una vez que nos ubicamos en la orilla, Caspian afirmó.
Podíamos ver a un conjunto de negros pilares con una luz verde muy intensa en su interior, esto protegido de una espesa niebla oscura
-¿Kay?- escuché preguntar preocupado a mi hermano
-Mis sueños- susurré, Edmund se ubicó a mi lado y solo hizo falta su presencia para que me tranquilizara
-Nos dijo que debíamos poner las siete espadas en la mesa de Aslan- comentó Einar
-Si, así es- confirmó Liliandi
-Pero solo encontramos seis ¿Sabes donde está la última?- preguntó Ed y ella señaló la isla
-Deberán armarse de valor- agregó
-No hay tiempo, la maldad que ahí dentro habita cada vez se hace más incontenible- siguió ella
-¿Te volveré a ver algún día?- preguntó Caspian a la joven y ella esbozó una tierna sonrisa
-Claro que si- contestó y Cas también sonrió, acto seguido la chica se desvaneció en una esfera de brillante luz azul
-¿Enserio? ¿Tuvimos que venía hasta el fin del mundo para encontrarte pareja?- Bromeé en mi afán de ocultar el miedo que me empezaba a invadir, los demás soltaron unas breves risas
-Será mejor que nos preparemos- dijo Einar y todos regresamos a la mesa, cenamos un par de bocados que nos regresaron la energía mientras que el agua regresaba nuestra cordura
-Traigan carne para Eustace- ordene pensando en el cansancio del pobre chico
-Todo estará bien- comentó Einar mientras seguíamos el camino de regreso al barco
-Eso espero- contesté preocupada
-Hemos salido de peores- agregó y lo voltee a ver, mirar una sonrisa en su rostro me animo y por un segundo me dio la esperanza de que saldríamos de esta.

Recuerdos (Las crónicas de Narnia y el viajero del Alba) #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora