•Capítulo 3

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Luego de esa comida no volví a ver a Kael sino hasta una semana después.

*¿Mencioné que Emma vive a 5 casas de mí?, bueno pues veníamos caminando junto a Theodoro, un compañero de clases, el cual muere por Emma. Nos asignaron un trabajo en grupo y nos disponíamos de ir a mi casa, a comenzar el trabajo. Emma tiene dos hermanos gemelos, de 7, años, los cuales nunca nos dejarían hacer algo del trabajo y con Theodoro es historia aparte.

Llegamos a casa y nos encontramos con las fuertes risas de mi abuela. Yo al instante sonreí, decían que mi risa era contagiosa, pero la de ella alegraba.

-¡Ay, mijo, pero que cosas dices! -Escuché a mi abuela decir entre sus carcajadas. Theodoro sonreía, mirando la sonrisa de Emma por mi abuela. Entramos a la cocina y me sorprendió más ver a Kael con un delantal, ayudando a mi abuela a cocinar, que la felicidad que mi abuela desprendía de sus poros. Yo comencé a reír como si no hubiera mañana y todas las miradas se posaron en mí, podía sentirlo...

No podía dejar de reír, miraba a Kael y reía con más fuerzas. Todos comenzaron a reír, por la risa de Lela y la mía. Parecía un centro de reclusión mental, parecíamos locos. Después de las fuertes carcajadas, todos comenzamos a calmarnos y a tomar fuertes boconadas de aires.

-¡¿Qué haces con ese delantal?! -Exclamé mirando a Kael, Theodoro hizo un ruido, parecido al de un caballo, evitando las risas, yo si exploté en ellas. -Te ves increíble. El rosa y las florecitas te quedan.. -Murmuré mirándolo de arriba a abajo. Todos volvieron a reír.

-Deja de burlarte de él, Ari... -Lela me dijo entre risas. Theodoro tapaba su cara con una mano, mientras reía silenciosamente. Emma miraba al suelo mientras reía.

-No, que sigan burlándose de mí. ¡Este delantal me llevará a ser el chef más famoso! -Gritó aleteando sus brazos como gay y ese fue en el momento en el cual perdí la postura, para sentir mis piernas flaquear por la risa incontrolable que salía de mi boca. Luego de unos segundos sentía como lograba tener el control de nuevo de mi cuerpo. Solté un suspiro fuerte y logré escuchar como mi abuela le comentaba a Kael "Acostúmbrate, le dan esos raros ataques todo el tiempo". Él soltó na genuina carcajada, yo simplemente me quedé como una tonta mirando cuan hermoso lograba verse mientras reía.

Sentí a Emma a mi lado carraspeando su garganta falsamente, lo que causó risas en Theodoro. Yo la miré divertida, pues sabía que me había cachado mirando a Kael.

-Lela, iremos a hacer un trabajo. Bajaremos luego. -Avisé y ella asintió divertida. Salimos de la cocina para ir a mi habitación y nos pusimos cómodos y sentía la mirada de Emma sobre mí.

-Deja de mirarme. -Murmuré divertida, mirando como Theodoro sonreía divertido por nosotras dos. -¡Emma Isabelle! -Chillé riendo. Ella rió y yo la miré de vuelta. -¿Qué tanto me miras? -Cuestioné tratando de parecer seria, pero terminé riendo igual que Theodoro y ella.

-¿Qué no te das cuenta como te mira? -Emma me miró un poco más seria. Yo simplemente negué con la cabeza. Ella rodeó los ojos ante eso y yo solo pude reír. Me daba gracia cuando la exasperaba.

-¡Lo siento, lo siento! -Murmuré riendo a lo bajo, Theodoro nos miraba súper divertido. -Lo juro, no me dí cuenta. Yo... solo...

-Tú lo contemplabas a él. -Murmuró Theodoro, completando la frase que estaba diciendo. Emma me miró burlona y yo solo asentí.

-¿Entonces no te diste cuenta? -Emma volvió a cuestionar y alzó una ceja.

-¡No, joder!, no me dí cuenta. -Murmuré y bufé. Comenzaba a desesperarme, y desesperada o impacientada podía llegar a ser un total dolor en el culo. Vale, lo aceptaba.

-Te miraba... distinto. Ari, te miraba como ¿especial? -Murmuró Emma no muy segura. - Mira no sé como explicarlo...

-Te miraba como si estuviera orgulloso de ti o simplemente de felicidad al verte reír y ver que tú eras feliz en ese momento. Mira, no lo conozco muy bien, pero podría decir que ese chico te tiene aprecio, sólo por la forma en la cual te mira. -Comentó Theodoro y yo solo me quedé bruta. Emma comentó un poco más al respecto y yo solo me mantuve en silencio pensando y escuchando las conclusiones que ellos dos sacaban con respecto a Kael y yo.

Luego de todo eso, comenzamos a hacer el proyecto. Una vez terminado, bajamos a comer, pero Kael se había por un compromiso el cual había olvidado y no subió a despedirse por que no quiso interrumpirnos, según dijo mi abuela.





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¡Mis amores!, perdón por subir hasta ahora. Subía desde el celular y se me hacía súper difícil, pero ya podré escribir más seguido. Un abrazo psicológico ((:

Mi Amor por un MilitarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora