Desde aquel día en que Kael no se pudo quedar a comer, lo vi prácticamente todos los días. Cabe decir que él y Benjamín son comos unos nietos más para mi abuela, como yo también soy como una nieta más para doña Annie.
Él, sin exagerar, se había mudado técnicamente a mi casa. Somos tres mujeres en una casa, bueno sólo dos contando con que mi madre se la pasa afuera por el trabajo. Yo sinceramente sé hacer nada con respecto a plomería, ebanistería y cosas que la figura masculina está supuesto a hacer. Mi abuela no, ella si tiene que cambiar la llanta de un auto en medio de autopista, lo hace; pero ella ya está algo vieja y definitivamente los años no le han pasado en vano. Mi madre también sabe hacer las cosas que un hombre hace en la casa, pero como mencioné, ella nunca está en la casa.
mi abuela había decidido contratar a un muchacho, hijo de un viejo amigo de ella para que hiciera ese tipo de cosas en la casa. Ella se lo ha comentado a Annie y Kael la escuchó. Él se empeñó en que no hacía falta y que para eso estaba él, "para ayudar a su segunda abuela", como textualmente dijo. Luego de discutir con Lela por un largo rato, ella terminó accediendo. Seamos honestos, ¿Quién se negaría a la carita que pone cuando quiere algo? Vale, sé que no es un joven ni muchos menos un niño, pero cuando se pone en ese plan juguetón para ganar una pequeña batalla, parecería como si hubiera rejuvenecido años y volviera a hacer el adolescente del que un día comencé a ver distinto a los demás chicos
Ahora mismo él se encuentra arreglando algo con la plomería del fregadero en la cocina y yo estoy sentada sobre uno de los taburetes de la isla-barra en medio de la cocina, haciendo una tarea de Álgebra, mientras escucho música con solo un audífono puesto. Puedo escuchar claramente como él tararea una canción desconocida para mí. Puedo notar por sobre su hombre como mueve las manos ágilmente, sus dedos abrazan una llave inglesa, de esas que los plomeros usan; y yo acá como una estúpida me pongo a pensar, ¿cómo será sentir sus dedos sobre mi piel?, ¿su tacto se sentirá cálido o frío?
-¡Ari! -Esuché la voz de él gritandome, mientras pasaba la palma de su mano frente a mi cara rápidamente tratando de encontrarse con mi mirada.
Al parcer, el viaje de mí ensoñación fue profundo, puesto que dejé de prestar atención a mi alrededor. No escuchaba y no estaba consciente de lo que pasaba a mí alrededor. Alcé la mirada encontrándome con esos ojos color azul que tanto me gustaba.
-Te estoy hablando. -Murmura suavemente y su voz cálida remueve algo dentro de mi ser. Comienza a escanearme la cara como si estuviera buscando algo. -¿Te encuentras bien? -Cuestiona al notar que yo no contesto. Toca mi mejilla con tres de sus dedos para girar mi cara nuevamente y hacer que lo mirara a los ojos. ¡Por Dios!, estaba bien antes de sentir el calor que la yema de sus dedos emanaba. -¿Ari? -Insiste, pero ¿es acaso que no se da cuenta del efecto que tiene sobre mí o simplemente disfruta de jugar con mi sistema nervioso?
Me levanté del taburete y fui hacia el refrigerador a buscar agua fría. -Estoy bien, sólo... sólo -Suspiré buscando una excusa razonable. No podía soltarle un "Pensaba en cómo se sentiría tu tacto, sólo eso..." -Pensaba en una formula para poder resolver una ecuación... -Respondí vagamente, para después darle un gran sorbo a la botella de agua.
-Yo podría ayudarte. No es por alardear, pero yo soy bastante bueno en las matemáticas.. -Murmura echando un ojo por encima a las hojas de la tarea.
-Como Benji, parece Einstein.. -Murmuro y río. Necesitaba decir algo estúpido y reír, porque no se si es mi percepción o en verdad comenzaba a haber tensión en el ambiente.
Él sonríe como respuesta. -Lo llevamos en la sangre. -Bromeo y yo vuelvo a reír. -Bueno, pues lo que quería decirte... No. Invitarte a salir a comer pizza o algo. Abuela y Lela salieron a no sé donde, no me quisieron decir. -Rodó los ojos algo exasperado y comienzo a reír de nuevo. Le gustaba tener el control en todo lo que pudiera, aparte de ser un chico dulce y amoroso.
Paro de reír de un tirón cuando me doy cuenta de algo. ¡Me está invitando a salir!, ¿cómo una cita?
Pensar en eso me provoca una sonrisa estúpida, la cual trato de esconder poniendo mi mano sobre mi boca y haciendo como que estoy bostezando.
¿Cómo va a ser una cita, animal?, escupe mi consciencia de una manera que me dan ganas de golpearla con un bate. ¡Sin insultos!
-Me parece bien, gracias.. -Sonrío tratando de no mostrarme hipeeventilando. Él y yo sólos... No, debería decir que no, puesto que el tan solo hecho de pensarlo me hace tener los pelos de punta. ¿Por qué me pone tan nerviosa?, yo nunca reacciono así ante ningún chico, pero él... Kael es distinto en todos los sentidos a comparación de los chicos que he conocido.
-Perfecto. Entonces iré a bañarme y a cambiarme, Ari. -Me sonrió. Recogió todas mis cosas y luego de darme un educado beso en la mejilla, salió de la cocina y se dirigió a su casa.
Y yo me quedé parada como una estúpida en medio de la cocina, tocando delicadamente donde él hace tan solo unos segundos posó sus labios. Suspiré.
¡Pero como se te ha metido hasta la medula!, y desde hace mucho no le daba la razón a la cabrona de mi consciencia. Porque ahora mismo tenía toda la razón. Era ridícula en la forma en que él se había metido en mi ser y yo ni siquiera podía evitarlo.
Recogí los papeles de la tarea, luego de terminar con el ejercicio que me faltaba t guardé todo. Subí hacia mi habitación y me dispuse a tomar una relajante ducha. Me puse a pensar, ¿de verdad yo podía ser tan estúpida como para pensar que él iría a fijarse en mí? No. Seamos sinceros, Kael podía conseguirse a una reina de belleza si él se lo proponía, porque señores... ese hombre parece como si hubiera caído del cielo; y yo.. bueno yo soy normal. Eso, sin contar que que la diferencia de edad es un gran factor, puesto que él a de verme como una niña.
¿Por qué no me pudo gustar o un compañero o si quiera Benja, que es un chico tan hermoso? No. Tenía que enamorarme del jodido militar. Algo tengo claro, sé que solo debo verlo como el hermano de mi amigo, como vecino, y tal vez; como mi amigo. Solo eso.
Salgo de la ducha y me preparo. Nunca suelo ponerme maquillaje, porque simplemente pienso que se debe usar para ocasiones especiales, no algo como parte del día a día.
Me pongo la base correctora, algo de mascara en las pestañas y delineador. Apliqué perfume a mi piel y me puse un vestido amarillo con tres dedos sobre la rodilla y mis vans negras. Tomé un pequeño bolso y metí algo de dinero y mi celular en él.
Miré el reloj. El nunca dijo a que hora pasaría por mí. En ese mismo momento escuche el timbre de mi casa resonar en toda la casa. Me puse nerviosa en ese mismo instante sabiendo que era él. Lo presentía, algo en mí decía que iba a pasar algo hoy...
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¡Por fin logré terminar el capítulo!
Perdón por hacerlos esperar, mis amores. Espero les gudte.~Un abrazo psicológico.
∆P.d.: En multimedia el hermoso de Benjamín. :33
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Mi Amor por un Militar
RomanceUn amor totalmente prohibido. Una adolescente y un militar. Dos vidas totalmente distintas. Dos almas que solo quieren sentir y dar amor. Aquí cae la típica frase, "¿El amor vencerá ésta vez?", ¿Tú qué crees?, ¿Podrá él tener una relación con ell...